No podemos negarlo: a todas y todos nos cuesta empezar a hacer ejercicio. Y no me refiero a dar ese paso de cambiar de hábitos y dejar atrás el sedentarismo. No, me refiero a levantarte de la silla y ponerte a hacer ejercicio cuando llega el momento, así sea en un gimnasio, saliendo a la calle a caminar o haciendo una rutina en casa.
En cualquier caso, ese primer paso lo es todo. Aunque no es lo único complicado. No rendirse durante el entrenamiento, seguir, aunque estemos cansadas y no bajar el ritmo cuando toca es igualmente complicado. Y para todo esto, la experta en fitness Cocó Constans tiene un remedio que es mano de santo: leer lo que te diría tu yo del pasado.
iStock
Con esa “yo del pasado” la experta se refiere a esa versión más racional y consciente de ti misma que sabe que ese esfuerzo que estás haciendo al entrenar lo es todo para tu salud. Que recuerda tus objetivos y sabe por qué merecen la pena. Para mantenerla presente durante tu entrenamiento, no hay nada mejor que recurrir a frases motivadoras que te hayas escrito para no rendirte.
iStock
Las frases motivadoras que recomienda Coco Constans
Cuando se trata de conseguir motivación o inspiración, el que manda es el corazón. Puedes escribir tus propias frases de motivación, o echar un vistazo a los muchos recopilatorios que puedes encontrar en Internet. Nosotras tenemos algunos muy potentes. En cualquier caso, lo importante es que des con aquellas que mejor conecten contigo.
Para Coco Constans, estas frases deben ser “tu yo en otro momento dándote un empujón hoy”. Porque, según ella, “nadie mejor que tú puede darte lo que necesitas en cada momento”. En el caso de la experta, asegura que hay tres frases que la ayudan particularmente, y que quizá también te puedan ayudar a ti. Son las siguientes:
- El éxito comienza con la autodisciplina
- No pares cuando estés cansada, sino cuando hayas acabado el entreno
- Cuando pienses en dejarlo, piensa en por qué empezaste
Lo importante, sin embargo, es que des con las que mejor funcionen contigo, teniendo siempre en mente cuál es el objetivo de estas frases motivadoras. En palabras de Constans, se trata de aprender a “reedirigir tu mente y tu energía en momentos de poca motivación”
iStock
¿Por qué funcionan las frases motivadoras?
En ocasiones basta con que algo funcione para que sea efectivo. Pero más allá de su aspecto práctico, lo cierto es que este sencillo ejercicio que nos propone Constans de escribir a nuestra yo del futuro para motivarla tiene mucho sentido desde una perspectiva psicológica.
Alguno de los mecanismos que entran en funcionamiento cuando leemos estas palabras de motivación y que nos ayudan a superarnos a nosotras mismas son los siguientes:
Activas tu diálogo interno positivo
Son muchos los expertos que aseguran que, en realidad, lo importante no es lo que nos sucede, sino cómo nos hablamos a nosotros mismos. Cómo nos contamos lo que está pasando. De hecho, la psicología cognitiva ha comprado que nuestros pensamientos modifican nuestras emociones y comportamientos. Es por eso por lo que para recordar tu fuerza interior es esencial activar un diálogo interno positivo.
Nuestra mente está constantemente generando pensamientos, aunque no lo percibamos. Y, de hecho, tiende a ver las cosas bastante oscuras, por eso que se conoce como sesgo de negatividad. Es por eso por lo que, en momentos de bajón, ese diálogo interno se puede volver autocrítico o derrotista. Tener frases motivadoras escritas permite interrumpir ese ciclo negativo y sustituirlo por un discurso más constructivo.
Refuerzas tu identidad y valores
No se trata solo de elegir frases positivas al azar, no. Este ejercicio consiste en hacer un análisis previo de cuáles son tus valores y expectativas con respecto al deporte. Cuando das con esas frases que reflejan tu experiencia y tu versión más fuerte, releerlas es profundamente revelador. Porque te reconecta con esa parte de ti que sabe lo que necesita, lo que quiere y por qué merece la pena seguir adelante. Es una forma de fortalecer lo que los psicólogos llaman “autoeficacia”, la creencia de que puedes lograr lo que te propones.
Rediriges tu atención
La motivación no se pierde, se dispersa. El cerebro está diseñado para distraerse, y cuando se va, como se suele decir, por los cerros de Úbeda, te parece que no tiene sentido seguir esforzándote. No has perdido tu motivación, tan solo has perdido el enfoque. Al leer una frase significativa, tu mente sale del bucle del desánimo y se enfoca en una dirección clara. Es una especie de anclaje emocional que te ayuda a reenfocar la energía, como dice Coco, hacia lo que realmente importa.
Creas un recurso emocional accesible
Probablemente lo mejor de esta técnica de Coco es que es accesible. No necesitas llamar a nadie, ni viajar a la India para reconectar con tu motivación interior. La tienes al alcance de una frase, una especie de “botiquín emocional” hecho a medida para ti.
En momentos de bajón, siempre tendrás acceso a esa frase que tu misma has elegido. Es un recordatorio tangible de que ya has estado ahí y has salido adelante. De hecho, esta técnica la puedes usar también para motivarte en el trabajo o para no rendirte en el amor.
iStock
Refuerzas la memoria emocional positiva
Escribir y releer frases motivadoras activa los llamados “recuerdos emocionales positivos”, lo cual ayuda a contrarrestar la negatividad acumulada. Según la teoría del “amplia y construye” de Barbara Fredrickson, las emociones positivas amplían nuestro repertorio de pensamientos y acciones, facilitando que encontremos soluciones creativas y fortaleciendo la resiliencia.