Si a partir de los 40 la piel va perdiendo firmeza, a los 50 es cuando de verdad se vuelve más fina, el óvalo facial empieza a desdibujarse y conviene tomarse en serio lo de "concentrarse" en recuperar la densidad. Y hablando de concentración, de eso se trata, de buscar los mejores principios activos anti-descolgamiento y que estén presentes en una alta dosis para mantener la piel tersa y el contorno definido.
Los mejores ingredientes reafirmantes a partir de los 50
- El colágeno, los péptidos y las proteínas (como las de la soja), que aportan firmeza.
- El ácido hialurónico, que rellena la arruga y aporta mucha hidratación, haciendo que la piel se vea más jugosa.
- Aceites vegetales y ceramidas.Ayudan en la reestructuración de la piel y mejoran su elasticidad.
- Ácido glicólico y vitaminas, como la C y la B, que también ayudan a la regeneración natural del tejido. Por cierto uno de los ingredientes de moda, la niacinamida, es un derivado de la vitamina B3. A partir de ahora, cuando lo veas en la lista de ingredientes de una crema piensa que este activo no solo te aportará firmeza y elasticidad, sino luminosidad, hidratación intensa y te ayudará a incrementar la función barrera protectora de la piel.
¿Y qué otras cosas necesita mi piel a partir de los 50?
- Protección solar. Esta es necesaria a cualquier edad, pero piensa que conforme pasan los años hay más predisposición a la aparición de manchas y con una crema que contenga FPS te garantizas, al menos, que tu piel no se hiperpigmentará por culpa de las radiaciones solares.
- Activos pro-luminosidad y/o despigmentantes. En este capítulo también entrarían algunos de los que ya hemos citado: la vitamina C, por ejemplo, y el ácido glicólico. Otros dos de los ingredientes antiedad más versátiles. Te ayudarán a difuminar las manchas y a homogeneizar el tono de la piel, aportándole más luz.
¿Dónde encontrarás todos estos amigos rejuvenecedores? Pues en las cremas que te presentamos a continuación. Pregúntate donde quieres poner el acento –en la firmeza, en las manchas o en ambas– y elige la más adecuada para ti, ¡sin que tu presupuesto se tambalee!