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18 hábitos que haces (sin darte cuenta) y que perjudican tu pelo

Si se te cae el pelo más de lo normal, se ve muy apagado o se ensucia muy rápido puede que estés haciendo algo a diario que lo esté perjudicando sin darte cuenta. Descúbrelo y ponle remedio.

chica peine cuidar pelo
nacho benavides
Nacho Benavides

Periodista especializado en cocina, hogar y decoración.

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Cómo cargarte tu pelo sin querer

Hay pequeños gestos que hacemos sin darnos cuenta y que, poco a poco, dañan nuestro pelo. Para que sigas presumiendo de melena, hemos seleccionado  varios hábitos que deberías dejar de hacer desde este momento, así como los mensajes que tu cabello te envía sobre tu salud.

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Si se te cae más el pelo, puedes estar estresada

¿Has notado que últimamente se te cae el pelo más de la cuenta? Si llevas una vida muy acelerada (la casa, la familia, el trabajo...), el estrés podría ser la causa de tu alopecia. Encuentra alguna actividad que te relaje, ya sea deporte o una afición (manualidades, lectura), e incorpórala a tu vida de forma regular. Descubre si tu caída del pelo es normal o puede ser algo más...

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Peinados muy tirantes

Algo tan aparentemente inocente como una cola de caballo, si la llevas demasiado tirante, puede provocar la caída del cabello por un efecto de tracción. Si te gustan los recogidos, no tenses tanto el pelo y elige este peinado solo en ocasiones puntuales. ¿Cuáles son los peinados más perjudiciales? Las extensiones, las trenzas que se hacen desde la raíz, la cola de caballo o el moño de bailarina.

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Tu flequillo no crece...

Probablemente significa que necesitas más proteínas en tu dieta. Opta por alimentos ricos en minerales, ácidos grasos omega3, vitaminas y proteínas para ayudar al fortalecimiento y crecimiento de tu cabello.

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Si cambia la textura de tu cabello...

Esto, lamentablemente, es debido a la edad. Con el tiempo, el cabello pierde densidad y se vuelve más fino. Si te apetece un cambio de look y quieres quitarte unos años de encima, estos peinados te harán parecer más joven.

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No te cortas las puntas tanto como deberías

Al estar al final de la melena son la parte más antigua del pelo (es el cabello que se fabricó hace 2-3 años, el más desgastado) y también la menos protegida por el sebo, que se hace en el cuero cabelludo. Los tratamientos químicos (tinte, decoloración), el secador y el roce con la ropa las desgastan aún más, quedando resecas y abiertas. Es aconsejable pasar por la peluquería como mínimo cada mes y medio o dos meses para eliminar las puntas abiertas y “renovar” un poco el corte.

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Tocarte demasiado el pelo

Retirar el flequillo de la cara a menudo, apoyar mucho la mano en la cabeza o ser de las que tienen el tic de enrollarse mechones entre los dedos hace que el pelo se te engrase enseguida, apelmazándolo y eliminando su brillo natural. Por limpias que estén tus manos, siempre dejan un poco de su grasa natural (o, incluso, de la crema que uses).

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¿Lo cepillas 100 veces? ¡No lo hagas!

Lo hemos visto en muchas películas de época: ella sentada frente al espejo cepillándose una y otra vez la melena antes de irse a dormir. Esto no solo no va a hacer que brille más, sino que favorecerá que el pelo se vuelva más frágil y quebradizo. Evita cepillarlo en exceso.

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Cuidado con el agua muy caliente

El efecto es similar a meterse en una sauna. Aunque seguramente lo que buscas es un momento relajante, el vapor caliente estimula las glándulas sebáceas del cuero cabelludo, lo que hace que este produzca más grasa. Y es mucho peor si encima la ducha es prolongada. Cuando te duches, baja la temperatura. Con agua tibia evitas sobreexcitar las glándulas sebáceas.

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¿Te olvidas del acondicionador?

Mientras unas piensan que el acondicionador engrasa el pelo, otras piensan que queda sin volumen; y las hay que, sencillamente, no tienen tiempo. Sin embargo, merece la pena usarlo, porque por su composición evita el encrespamiento, facilita el peinado y aporta brillo. Si te resulta más cómodo, lo puedes usar sin aclarado.

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Frotas demasiado al secártelo con la toalla

Si tu pelo se engrasa fácilmente y crees que frotándolo enérgicamente acabarás con la grasa, te equivocas. Lo único que conseguirás es estimular las glándulas sebáceas del cuero cabelludo y se liberará más grasa. Además, si lo manipulas con tanta fuerza y tu pelo es fino, se enredará y romperá con más facilidad. Masajea con suavidad el cuero cabelludo. Activa el champú con las yemas de los dedos (nunca con las uñas) lentamente, con movimientos circulares ascendentes. Olga San Bartolomé te da remedios si tienes el pelo graso.

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Apagado... ¿será el secador?

Secar el pelo con la cabeza hacia abajo es algo muy común para dar más volumen a la melena, pero piensa que cuando usas el secador o te peinas moviendo la cabeza en todas direcciones, el peine y el aire levantan las cutículas del pelo, lo que evita que el pelo brille. Cuando te seques el pelo y peines hazlo siempre en la misma dirección, desde la raíz hacia las puntas. Si quieres dar más volumen a las raíces, puedes conseguirlo ahuecando el pelo con un cepillo redondo o poniendo rulos.

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Tu pelo está sin brillo

Puede ser porque lo laves cada día. Y no es necesario porque, si no, el pelo queda seco y mate. La mayoría de los champús incluyen unas sustancias llamadas sulfatos, unos limpiadores que retiran la suciedad, pero arrastran la grasa o aceite que protege el pelo. Si los usas a diario, el pelo pierde vitalidad y brillo. Utiliza un champú sin sulfatos y enjabona el pelo una vez si no te queda más remedio que lavarte el pelo cada día debido al gimnasio, a tu trabajo etc... 

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¿Tomas demasiados dulces?

"¡Qué tendrá que ver con el pelo!", estarás pensando. Pues, curiosamente, comer muchos productos con demasiado azúcar hace que el cuerpo fabrique más andrógenos, las hormonas que precipitan la aparición de la grasa en el cabello. Prueba a rebajar la cantidad de azúcar en tus recetas y cuando tengas ganas de algo dulce, evita la bollería industrial y picotea opciones más caseras, como requesón con un hilito de miel o fruta desecada.

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A tu dieta le faltan nutrientes

Si nos faltan ciertos nutrientes como las proteínas, las vitaminas A y D y el hierro, el cuerpo destina los pocos que le llegan para las funciones esenciales, como mantener bien el corazón o dar energía al cerebro, y se “olvida” de otras partes como las uñas y el pelo. Lo más aconsejable es perder peso poco a poco, siguiendo una dieta mediterránea equilibrada y procurando evitar en la medida de lo posible alimentos procesados.

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¿Tu rizo pierde forma?

Si notas que tu cabello está más seco de lo normal y tu rizo está perdiendo forma, puede ser que necesite hidratación adicional. Si en tu ciudad hace mucho frío, seguro que lo notarás más con la llegada del invierno y es que el frío afecta a la cutícula del cabello. También puede ser debido a los ingredientes de tus productos (evita los champús que lleven sulfatos). La sequedad podría indicar algún tipo de cambios hormonales como un embarazo, menopausia o tiroides.

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Peinar el cabello mojado

El pelo húmedo es más frágil, mucho más que cuando está seco. Así que evita cepillarlo después de lavarlo porque lo más probable es que el pelo se rompa. Utiliza mejor un peine de púas anchas y empieza a desenredar por las puntas.

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Si tienes el pelo más claro (y no te lo has teñido)

Esa frase típica de "A mí es que se me aclara el pelo por el sol" es muy cierta. El sol "blanquea" el cabello y además lo reseca. Aunque no sea verano, recuerda utilizar siempre productos con FPS para protegerlo. Tomar alimentos ricos en vitamina E también ayudará a tu pelo. Así que incluye nueces, aceite de germen de trigo, hortalizas de hojas verdes o semillas de girasol en tu dieta.

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Usar a diario productos de fijación

Los productos de acabado o styling suelen incluir alcohol, que es desecante y arrastra los aceites naturales del pelo, dejándolo mate. No abuses de las lacas y los sprays, y prueba las cremas de peinado o ceras, que fijan aportando brillo y cuidando el pelo.

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¿Quieres ir a la última?

Entonces, no te pierdas lo que se llevará este otoño invierno 2018 en cortes y peinados.

Hay pequeños hábitos cotidianos que hacemos de forma inconsciente y que dañan nuestro pelo. Desde peinarlo cuando está mojado a ¡comer muchos dulces! Te los contamos todos para que puedas evitarlos y mejores muchísimo el aspecto de tu pelo.

Tocarse el pelo continuamente

Retirar el flequillo de la cara a menudo, apoyar mucho la mano en la cabeza o ser de las que tienen el tic de enrollarse mechones entre los dedos hace que el pelo se te engrase enseguida, apelmazándolo y eliminando su brillo natural. Por limpias que estén tus manos siempre dejan un poco de su grasa natural (o, incluso, de la crema que uses). Te damos una alternativa: recógete el pelo o usa diademas para alejar el flequillo de la cara y evitar toquetearlo.

Ducharse con agua muy caliente

El efecto es similar a meterse en una sauna. Aunque seguramente lo que buscas es un momento relajante, el vapor caliente estimula las glándulas sebáceas del cuero cabelludo, lo que hace que este produzca más grasa. Y es mucho peor si encima la ducha es prolongada. Cuando te duches, baja la temperatura. Con agua tibia evitas sobreexcitar las glándulas sebáceas.

Además, si toleras bien el agua fría, aclara el pelo con el agua lo más fresca posible, ya que no activa la fabricación de grasa y, además, estimula el cuero cabelludo. Para que no te dé tiritera, aclara con la cabeza hacia abajo, para que el agua no te caiga sobre el cuerpo.

Frotar el pelo muy fuerte al lavarlo

Si tu pelo se engrasa fácilmente y crees que frotándolo enérgicamente acabarás con la grasa, te equivocas, porque al estimular las glándulas sebáceas del cuero cabelludo provocarás que estas liberen más grasa. Además, si lo manipulas con tanta fuerza y tu pelo es fino, se enredará y romperá con más facilidad. En lugar de frotar, masajea con suavidad el cuero cabelludo. Activa el champú con las yemas de los dedos (nunca con las uñas) lentamente, con movimientos circulares ascendentes.

Peinar el pelo cuando aún está mojado

El pelo húmedo es más frágil. Mucho más que cuando está seco. Así que si usas el cepillo, lo más probable es que el pelo se rompa. Utiliza mejor un peine de púas anchas y empieza a desenredar por las puntas.

Estar estresada favorece la caída del pelo

¿Has notado que últimamente se te cae el pelo más de la cuenta? Si llevas una vida muy acelerada (la casa, la familia, el trabajo...), el estrés podría ser la causa de tu alopecia. Encuentra alguna actividad que te relaje, ya sea deporte o una afición (manualidades, lectura), e incorpórala a tu vida de forma regular. La buena noticia es que en cuanto se vuelve a llevar una vida más relajada, el cabello crece de nuevo con normalidad en la mayoría de los casos.

Llevar peinados tirantes

Algo tan aparentemente inocente como una cola de caballo, si la llevas demasiado tirante puede provocar la caída del cabello por un efecto de tracción. Si te gustan los recogidos, no tenses tanto el pelo y elige este peinado solo en ocasiones puntuales. ¿Cuáles son los peinados más perjudiciales? Las extensiones, las trenzas que se hacen desde la raíz, la cola de caballo o el moño de bailarina. Si ya es demasiado tarde y sufres este problema, usa una loción anticaída en las zonas sin pelo a diario y prolonga la aplicación durante varios meses, ya que la recuperación es bastante lenta.

Comer muchos dulces

"¡Qué tendrá que ver con el pelo!", estarás pensando. Pues, curiosamente, comer muchos productos con demasiado azúcar hace que el cuerpo fabrique más andrógenos, las hormonas que precipitan la aparición de la grasa en el cabello. Prueba a rebajar la cantidad de azúcar en tus recetas y cuando tengas ganas de algo dulce, procura olvidarte de la bollería industrial y picotea opciones más caseras, como requesón con un hilito de miel o fruta desecada.

O por el contrario, seguir una dieta muy estricta

Si nos faltan ciertos nutrientes como las proteínas, las vitaminas A y D y el hierro, el cuerpo destina los pocos que le llegan para las funciones esenciales, como mantener bien el corazón o dar energía al cerebro, y se “olvida” de otras partes como las uñas y el pelo. Lo más aconsejable es perder peso poco a poco, siguiendo una dieta mediterránea equilibrada y procurando evitar en la medida de lo posible alimentos procesados, ya que pierden gran parte de los nutrientes y vitaminas durante la preparación. Por no hablar de su alto contenido en azúcar, que también favorece la caída del cabello.

Lavarse el pelo todos los días

Si lo lavas con mucha frecuencia el pelo queda seco y mate. La mayoría de los champús incluyen unas sustancias llamadas sulfatos, unos limpiadores que retiran la suciedad con eficacia, aunque también arrastran la grasa o aceite que protege el pelo. Si los usas a diario, el pelo pierde vitalidad y brillo. ¿Qué hacer? Excepto en caso de que tengas el cabello muy graso, utiliza un champú sin sulfatos o que en el envase ponga "uso frecuente". Por otro lado, una única enjabonada es suficiente para limpiar el cuero cabelludo si te lavas el pelo cada día. Otra opción es alternar el champú sin sulfatos y un champú de limpieza en seco, así darás un descanso al cuero cabelludo.

No usar nunca acondicionador

Mientras unas piensan que el acondicionador engrasa el pelo, otras piensan que queda sin volumen; y las hay que, sencillamente, no tienen tiempo. Sin embargo, merece la pena usarlo, porque por su composición evita el encrespamiento, facilita el peinado y aporta brillo. Si te resulta más cómodo, lo puedes usar sin aclarado.

Secarse el pelo con la cabeza hacia abajo

Se hace muy a menudo para dar más volumen a la melena, pero piensa que cuando usas el secador o te peinas moviendo la cabeza en todas direcciones, el peine y el aire levantan las cutículas del pelo, lo que evita que el pelo brille. Cuando te seques el pelo y peines hazlo siempre en la misma dirección, desde la raíz hacia las puntas. Si quieres dar más volumen a las raíces, puedes conseguirlo ahuecando el pelo con un cepillo redondo o poniendo rulos.

No cortarse nunca las puntas

Al estar al final de la melena son la parte más antigua del pelo (es el cabello que se fabricó hace 2-3 años, el más desgastado) y también la menos protegida por el sebo, que se hace en el cuero cabelludo. Los tratamientos químicos (tinte, decoloración), el uso del secador y el roce con la ropa las desgastan aún más, quedando resecas y abiertas. Es muy aconsejable pasarse por la peluquería como mínimo cada mes y medio o dos meses para eliminar las puntas abiertas y “renovar” un poco el corte.