Como en la vida, en los medios de comunicación hay perfiles de todos los estilos. Y es que por mucho que abunden aquellos que terminan por sacar partido a la exposición, sea cual sea su disciplina o trabajo ante las cámaras -o micrófonos-, también los hay que prefieren dejar ese mundo en el plano estrictamente profesional. Una forma de separar lo laboral de lo personal, que no siempre es sencilla, pero en la que periodistas como Àngels Barceló han logrado dar con la fórmula para 'no dar explicaciones'.
Algo loable, puesto que de un tiempo a esta parte se ha convertido en todo un reclamo para los oyentes de la radio. Al fin y al cabo, son ya más de cuarenta los años que lleva en activo la barcelonesa en el mundo de la industria audiovisual. Un recorrido de cuatro décadas, dilatado y varias veces premiado, por última vez con un Ondas nacional de radio a la trayectoria profesional en este 2024.
Era la segunda vez que el Liceu barcelonés la veía recoger una de estas estatuillas, tras conseguir el reconocimiento al mejor presentador o programa de radio hablada en el 2017 por 'Hora 25'. Siete años después, todavía en la SER aunque ahora al frente del matinal 'Hoy por hoy' desde 2019, lo galardones de Ràdio Barcelona y la emisora del Grupo Prisa iban un paso más allá y le otorgaban una condecoración mayor. Una que abarca su dedicación completa a la profesión. Pero, ¿qué hay más allá del oficio en la vida de la catalana?
Su hija Clara y su exmarido Josep Morell, siempre presentes
En ningún caso han trascendido excesivos detalles sobre la faceta más íntima de la comunicadora. Ahora bien, revisar lo que aconteció en la noche del pasado 14 de noviembre. Una velada para el recuerdo para todos los premiados con un Ondas, pero que el caso de Barceló era todavía más especial. Acostumbrada ya a recoger premios por proyectos en el estrado, esta vez era ella, como profesional íntegra, la premiada. De ahí que a la cita no faltasen sus incondicionales.
Prueba de ello quedo en el momento de dar el discurso de agradecimiento. Un parlamento en el que no dudó en poner en valor la figura de Iñaki Gabilondo, con el que tuvo el placer de trabajar -y dirigió el mismo programa que ahora ella lidera- y del que aprendió "a pensar en que hablamos para alguien, aunque sea una persona". Sea como fuere, no fue a él al único que tuvo presente en tan emotivo instante. Porque en su mente, y también de forma física en la grada, estaba uno de sus pilares fundamentales: su hija Clara.
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Una joven de 30 años, nacida en 1994 y desconocida para muchos. No es de extrañar que así sea, puesto que en ningún caso se ha prodigado ella por estudios y platós de televisión como ha hecho su madre. Siempre en un discreto segundo plano, pero consciente de que este era un día grande para su madre y debía estar allí. Del mismo modo que a la cita asistió el periodista Josep Morell, padre de ella y exmarido de Àngels.
Un hombre con, el que lejos de tener una mala relación, la periodista mantiene un vínculo estrecho. Así procuraron que fuese, a pesar de la distancia -con él en Barcelona y ella en Madrid por trabajo- y aunque terminase su amor de pareja, por el bien de su hija en común. "Sin su cariño y sin su comprensión, yo no habría llegado hasta aquí", cerró su discurso refiriéndose a ambos. La prueba de que lo consiguieron.
Y entre Madrid y Barcelona, una productora millonaria
A fin de cuentas, si algo tuvo claro Àngels desde el momento en el que formó una familia, eso era que quería lo mejor para los suyos. Especialmente para Clara, su única hija y de la que ha tenido que vivir separada durante muchos años por motivos profesionales, pues mientras la niña -que solo tenía tres años- y su ex se quedaron en la ciudad condal, ella se vio obligada a fijar su residencia en la capital. Una dura separación que requirió de ayuda, claro está, pues criar a un bebé no es fácil y su pequeña no iba a estar sola. Es por eso que desde que tenía seis meses, Clara contó con una canguro.
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Una cuidadora para suplir lo que la distancia les robó y que ahora se le ha visto recompensado a la locutora con este importante premio. Ahora bien, cabe destacar que aunque hoy día siga viviendo en Madrid, el arraigo con su tierra persiste. Hasta el punto de que acude a la capital catalana siempre que tiene ocasión para reencontrarse con los suyos, además de que es en Cataluña donde se encuentra Lunic Audiovisuals SL, su productora. Empresa con sede en el Maresme y sucursal en Baleares de la que es administradora única. Además de una sociedad que, a pesar de llevar años sin actividad empresarial, dispone de un envidiable activo de más de un millón de euros. 1.440.000, para precisar. No es poca cosa.