¿Eres de las que sale a correr, caminar o hacer ejercicio con zapatillas con gran amortiguación? ¿Te gusta llevar sneakers con plataforma? ¿Has invertido una buena suma en unas zapatillas de marca con suela gruesa para hacer deporte? Pues puede que, después de leer esto, te arrepientas. Y es que cada vez más expertos nos advierten de la importancia de usar calzado barefoot para respetar el desarrollo del pie y fortalecerlo.

running  @karliekloss

"Los zapatos con amortiguación no son una ayuda, sino más bien un estorbo para tus pies", asegura Josefina Kutscher, experta en higiene postural y arquitectura corporal, más conocida en redes como @arquitecturacorporal.cl Y es que explica que "los pies están diseñados para amortiguar y cualquier cosa que se interponga entre ellos y el suelo que pisan es un estorbo que impide que el pie haga su trabajo de amortiguar".

¿Deportivas con suela gruesa y mullida?

Así, la experta se refiere a todo aquel calzado, especialmente, el deportivo, que ha sido diseñado con una amortiguación extra para reducir los impactos en la planta del pie con el objetivo de beneficiarlo. Y es que en las tiendas de deporte y en las páginas web de marcas deportivas es muy común encontrar modelos de zapatillas con gran amortiguación que se han puesto de moda por considerarse más beneficiosos para la pisada y el pie.

Esa amortiguación mullida se traduce en suelas gruesas elaboradas con materiales ligeros que impiden el mínimo contacto entre el pie y el suelo. Y es que la comodidad con la que se percibe este tipo de calzado con solo meter el pie, nada tiene que ver con los supuestos beneficios que reporta a nuestros pies a la hora de hacer ejercicio. "No solo estorban en la capacidad de amortiguar... También estorban en la capacidad de estabilidad, equilibrio y propiocepción del pie", afirma Kutscher.

Running @peach_run

Tampoco recomendables para suelos duros

"Si vas a correr por suelos más desafiantes para tu pie, como suelos de cemento duros, con mayor razón, no deberías ponerle amortiguadores a tus pies, que lo único que hacen es estorbar e impedirle al pie que haga su trabajo de amortiguar", explica la experta en postura.

La transición al calzado 'barefoot'

"No te estoy diciendo que salgas hoy a correr sin zapatos", recalca la experta, que nos recomienda calzar diseños respetuosos –barefoot– que permitan fortalecer el pie, con el impacto positivo que esto tendrá en el resto del cuerpo.

Y es que Kutscher también subraya que "si tus pies están enfermos y débiles, porque llevan una vida siendo soportados por un zapato que hace todo el trabajo, no es lo más conveniente sacarse los zapatos de un día para otro". Por eso, la experta en postura aboga por un proceso de rehabilitación y transición antes de poder usar calzado respetuoso con el pie.

"Tus pies son una maravillosa obra de arte y hay que tratarlos como tal", recalca la experta, que recomienda "darles movilidad, situaciones desafiantes, fortalecerlos y quererlos".

Puntas demasiado estrechas

Una de las ventajas del calzado barefoot, además de las suelas finas, es que cuentan con punteras amplias que permiten el libre movimiento de los dedos, en lugar de las tradicionales punteras estrechas de zapatos e incluso zapatillas.

Esto, además de evitar problemas como los juanetes –internos y externos– los dedos en garra  –que ocurren cuando además hay algo de tacón–, la fascitis plantar y las metatarsalgias –dolor en los metatarsianos–, previenen problemas en las piernas y trastornos en la postura como el que nos explica la experta. Esta señala la importancia del dedo gordo en la alineación de la pierna y el equilibrio: "Un dedo gordo abierto hace que el arco no colapse y tenga mucha más estabilidad hacia arriba. Pero si cierro los dedos, el arco colapsa y mis rodillas se van hacia adentro y tengo muy poco equilibrio".

"Por eso la importancia de usar zapatos anchos que respeten ese espacio que necesita tu dedo", advierte.