El pan de supermercado que utiliza Martín Berasategui para conseguir unas torrijas más cremosas y esponjosas

Si de algo podemos presumir en España es de nuestra gastronomía. La climatología de nuestro país hace posible que podamos contar con unos alimentos y unas materias primas de altísima calidad que destaca, principalmente, por sus texturas y sabores. También podemos presumir de la gran variedad de platos y recetas que componen el recetario español, todos los rincones de España tienen platos típicos de su zona, a los que hay que sumarles otros que preparamos en épocas concretas del año como en Cuaresma y Semana Santa, donde disfrutamos de manjares dulces como buñuelos de viento, roscos, pestiños o las tradicionales torrijas.

Y, hablando de torrijas, ya sean de vino, leche o miel, son el dulce más famoso de la Cuaresma y del que mejores recuerdos tenemos desde niñas. Pues bien, esta rebanada de pan bañado en líquido, rebozado y frito y cubierto por ingredientes dulces como miel, almíbar o canela y azúcar, aunque pensemos que ya tienen el sabor y textura perfectos, te podemos asegurar que se pueden mejorar. ¿Cómo? Usando el mismo tipo de pan que el chef Martín Berasategui.

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Sonia Dorado Orellana

¿Cuál es el origen de la torrija?

Seguro que llevas años preparando y comiendo torrijas en Cuaresma y Semana Santa pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde vienen? Y es que este dulce tan típico de estas fechas tan señaladas, tiene más años de los que te puedas imaginar. Ya en el libro de "De re coquinaria" del romano Marco Gavio Apicio, se mencionaba una receta un tanto parecida a nuestras torrijas de hoy en día, aunque con algunas diferencias ya que no se usaban ni huevos ni azúcar en su elaboración, solo era una rebanada de pan mojada en leche que se freía y se servía con miel por encima.

Lo más curioso es que este dulce empezó a popularizarse bajo la creencia de que fortalecía a las mujeres que habían dado a luz y se elaboraba con vino en vez de con leche, aunque esta volvió a aparecer entre sus ingredientes ya que es fundamental en la lactancia materna. No pasó mucho tiempo hasta que las torrijas empezaron a ser consideradas como un alimento calórico, saciante y con gran aporte energético ideal para consumir durante la época de Cuaresma para contrarrestar los períodos de abstinencia de carne que se hacen en esta época. Fue aquí cuando se empezaron a hacer con pan duro y se convirtieron en el dulce típico de la Cuaresma.

Este es el pan que usa Martín Berasategui en sus torrijas

Para mejorar el sabor y la textura de tus torrijas no te vamos a pedir que varíes la receta tradicional de tu abuela, jamás se nos ocurriría pedirte esto. El truco para hacer unas torrijas de Cuaresma de estrella Michelin es usar otro tipo de pan al que estás acostumbrada, un pan con unas características especiales que les dará un extra de cremosidad y esponjosidad.

Esta propuesta es del chef internacional Martín Berasategui el cual, en uno de los programas emitidos de 'Robin Food, atracón a mano armada', desveló el secreto mejor guardado que se escondían detrás de sus torrijas. Y es que el 12 Estrellas Michelin elabora sus torrijas con un brioche de mantequilla en vez del pan de miga densa que se venden en muchos supermercados o del tradicional pan duro. Con un brioche de mantequilla, tus torrijas quedarán más esponjosas y con una textura más delicada propia de las recetas francesas. Además, Berasategui también les da un toque más dulzón rellenándolas con crema de almendras o acompañándolas con chantilly. Nosotras nos quedamos solo con la idea de usar el brioche, somos de mantener las tradiciones culinarias.