Las reacciones de sorpresa al vestido de novia de Teresa Urquijo en su gran boda con Almeida

Si algo tenía claro la joven novia era que la tradición debía impregnar su gran día. Teresa Urquijo Moreno se viste de princesa moderna en su boda con José Luis Martínez-Almeida y no ha dejado un detalle de su look al azar.

Teresa Urquijo no hacía esperar al novio. La novia, acompañada del padrino, su padre, Lucas Urquijo, llegaba de lo más puntual a la iglesia de San Francisco de Borja, ubicada en el madrileño barrio de Salamanca. Al descender del coche se resolvía el gran misterio, su vestido nupcial. Una pieza de la que se lleva hablando desde hace semanas.

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El vestido de novia de Teresa Urquijo, clasicismo renovado

La pieza ha sido confeccionada con delicado esmero en uno de los talleres con más tradición y fama entre las novias de la alta sociedad, Navascués, cuya fundadora, Cristina Martínez Pardo, es pariente del novio.

Si todos los vestidos de novia son especiales, este lo es un poquito más por la historia que guarda. Se trata de una creación modificada de un modelo original que ya vistieron en sus respectivas bodas la abuela y la madre de Teresa. El deseo de la analista financiera era adaptar la prenda a su cuerpo y a la moda actual. La pieza original constaba de un cuerpo con cuello barco y cintura ceñida con falda de vuelo, realizado en un delicadísimo Jacquard que hacía del vestido algo único y especial. Fue creado en 1961 ex profeso para Teresa de Borbón-Dos Sicilias para su boda con Íñigo Moreno de Arteaga, duque de Laserna.

Ahora la prenda se ha rescatado para ser transformada en otra completamente nueva. Un gesto muy ‘eco’, por parte de Teresa Urquijo, ya que responde a la llamada ‘moda circular’, que alienta a todos a reutilizar prendas y darles una nueva vida. De esta manera, la novia cumple con dos cometidos, por un lado, continúa con la tradición de llevar algo que perteneció a dos generaciones de mujeres de su familia, y por el otro tiene un guiño con el planeta.

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La sorpresa al conocer el look de la novia, Teresa Urquijo

Teresa, al bajar del coche, ha despertado incontables "¡guapa!" y "¡viva la novia!" de todos los curiosos que llevaban a apostados a las puertas de la iglesia desde primera hora del día. 

La analista financiera ha lucido un vestido de corte clásico, con cuello sesentero y manga abullonada que le confería un detalle de lo más romántico y elegante. La pieza, más ceñida a la silueta de la novia que el modelo original que se abría en una enorme falda de vuelo, contaba con una abertura en la parte trasera que, además de hacerla más cómoda, la volvía aún más favorecedora. 

Pero, sin duda, lo más espectacular de la pieza era la enorme cola que prendía del vestido. La novia ha aprovechado la ocasión que le brindaba casarse en un templo como el de San Francisco de Borja, tan grande y con un pasillo tan espectacular, para hacer un recorrido de lo más solemne. Y la cola era el complemento perfecto para ello. 

Teresa Urquijo se quedó sin corona

La novia, que en su día a día es una chica de lo más sencilla, ha hecho gala de esta característica en su gran boda con José Luis Martínez-Almeida. Teresa Urquijo ha sido una novia tradicional que ha huido de extravagancias. Las únicas joyas que ha portado han sido el anillo de pedida y unos pendientes en forma de lágrima compuestos por brillantes y unas perlas, unas piezas, probablemente, sacadas del impresionante joyero familiar. 

El ramo escogido, que lo firma la empresa Aquilea (propiedad de unos tíos de la novia) era de lo más sencillo y con inspiración silvestre. Muchas hojas verdes, entre las que destacaba el eucalipto, para rodear delicadas flores blancas como la paniculata, la misma especie que escogió Tamara Falcó para su día más especial. 

Ha sido una novia 'velada' por una impresionante pieza de tul que acompañaba a la perfección a la enorme cola del vestido. Muchos habrán echado en falta algún tocado o tiara, pero lo cierto es que la más especial que poseía su familia fue vendida hace años. La tiara de Chaumet de diamantes y rubíes, con la que se casó su abuela Teresa de Borbón-Dos Sicilias, ya no forma parte de la colección de los Moreno Borbón. La impresionante joya fue adquirida hace años por una de las familias más ricas del mundo, los Lin. 

Quizás, una tiara o una corona habrían resultado excesivas para una novia como Teresa, que ha apostado por la sencillez y el estilo perdurable en el tiempo. El peinado escogido ha acompañado a la perfección la apuesta por la naturalidad que había hecho la analista, un clásico moño trenzado con raya en medio de donde nacía el pasador con el velo.