Marta Hernández, estilista de moda: “Hay una falsa creencia de que el calzado barefoot es feo o poco combinable, y no puede estar más alejado de la realidad”

Hace ya mucho tiempo que dejamos de ver la moda como una industria “difícil” para abrazar su lado más sencillo y confortable. Los tiempos en los que se decía aquello de “para presumir, hay que sufrir” han quedado desdibujados por una tendencia hacia la comodidad que parece no tocar techo. Lo vemos en la proliferación de la ropa deportiva en territorio urbano. También con el uso de diseños sueltos, como vestidos o blusas, que nos liberan en movimiento, pero además no marcan negativamente. Y, desde hace un tiempo hasta aquí, también se evidencia con el nacimiento y reproducción del conocido como ‘calzado barefoot’.

Este, también llamado calzado minimalista, “está diseñado para imitar la sensación de caminar descalzo, permitiendo que el pie se mueva de manera natural, sin restricciones ni estructuras artificiales que modifiquen su pisada. La idea es permitir caminar de forma más natural y saludable”, nos explica Piluka de Echegaray, experta en imagen personal, estilista y consultora de moda.

Hablamos de un modelo de calzado que, si hace unos años, llegó a la industria para resolver (estrictamente) una necesidad en el mundo deportivo, hoy se establece como una tendencia en sí misma, ampliando este concepto de comodidad y respeto por la pisada a todo tipo de modelo de calzado, sin perder el enfoque estético que en la actualidad definen al calzado. 

Pero, ¿qué es lo que caracteriza a este tipo de calzado? ¿Son realmente prácticos para el día a día? Y, mejor aún, ¿pueden ser tan estilosos como una bailarina o unas deportivas tradicionales? Hoy, junto a estilistas y expertos en calzado, nos adentramos en la filosofía ‘barefoot’ para conocer todos los detalles acerca del modelo que está arrasando a nivel internacional. 

Característica del calzado ‘barefoot’ 

Hablar de calzado ‘barefoot’ es hablar de una tipología en la que se prioriza el confort de la pisada por encima de cualquier tendencia estética. No existen materiales incómodos o formas demasiado ajustadas, cada detalle está diseñado específicamente para respetar al pie y a su acción mecánica de caminar. 

Según nos explica Marta Hernández, estilista de moda y portavoz de Druni, “barefoot es hablar de libertad. Estos zapatos tienen una puntera ancha que respeta la forma real de los dedos, cero amortiguación artificial y materiales ultraligeros que permiten que el pie trabaje activamente con cada paso. Es justo lo contrario a los zapatos convencionales que, aunque a veces muy bonitos, pueden llegar a comprimir, forzar posturas o limitar la movilidad natural del pie.” 

Piluka de Echegaray, por su parte, incide en estos conceptos, aclarando, punto a punto, qué detalles son los que definen a este zapato de plena tendencia. Estas son las seis características principales por las que se entiende un ‘barefoot’:

1. Suela fina: generalmente de 3 a 8 mm, lo que permite una mayor sensibilidad del terreno. 
2. Gran flexibilidad: permite el libre movimiento de los pies en todas direcciones. 
3. Sin drop, es decir, no tiene diferencia de altura entre talón y puntera, y esto favorece una postura más natural. 
4. Amplia puntera, da espacio a los dedos para expandirse y moverse libremente. 
5. Sin refuerzos: no tienen soporte para el arco ni estructuras rígidas que limiten el movimiento natural del pie. 
6. Y ligereza, son extremadamente ligeros y muchas veces parecen una segunda piel.

¿Es realmente beneficioso para la salud?

Ahora bien, se ha visto como el ‘barefoot’ es un zapato enfocado a mejorar la pisada y respetar la estructura natural del pie, pero ¿cómo ayuda a la salud del mismo? ¿Es realmente beneficioso como dicta la teoría?

Santiago Tello, Estilista de Moda y Figurinista de Cine, nos responde: “El calzado ‘barefoot’ tiene un impacto profundo en nuestro cuerpo al permitir que el pie se mueva libremente, sin estructuras rígidas ni compresiones artificiales. Y cuando los pies trabajan como deben, lo hace también todo el cuerpo.”

En términos prácticos, “mejora la postura, algo fundamental cuando pensamos en elegancia, y alinea la forma de la pisada con nuestra biomecánica natural. Se fortalece el arco del pie, se gana en estabilidad y equilibrio, y se reduce la tensión acumulada en espalda y articulaciones. Además, la puntera ancha respeta el espacio de los dedos, lo que contribuye a evitar deformaciones comunes en zapatos de punta estrecha”, añade el estilista.

¿Es un calzado estéticamente atractivo?

“Hay una falsa creencia de que el calzado ‘barefoot’ es feo o poco combinable, y no puede estar más alejado de la realidad”, defiende Marta Hernández, al preguntar la vinculación de este tipo de calzado con la moda, pero es que, como añade la estilista, “actualmente, hay modelos muy minimalistas, con líneas limpias, colores neutros y diseños que se integran sin problema en looks urbanos, casuales o incluso más sofisticados”.

De hecho, son muchas las voces que posicionan al calzado ‘barefoot’ como ese básico discreto que, si se combina estratégicamente, consigue grandes estilismos. “La tendencia ‘barefoot’ representa una elegancia silenciosa, un lujo que habla en voz baja”, defiende Cristina Casadevall, CEO y founder de la firma de zapatos Trápala. 

Esta, además, añade que se trata de un tipo de calzado que, a diferencia de la creencia popular, sí encaja en cualquier ocasión, eligiendo la pieza adecuada. “Hay momentos que piden presencia, una pisada fuerte y un calzado que no pase desapercibido. Y ahí es donde estas creaciones cobran sentido”, apostilla Casadevall.

Cómo llevar el calzado ‘barefoot’ con estilo, según los expertos

Enfocándonos en esta última idea, “cómo llevar un zapato ‘barefoot’” se ha convertido en el gran interrogante de cientos de mujeres que, atraídas por sus múltiples beneficios, no terminan de encajar este modelo en su día a día. Oihana Maíz, experta en calzado y CEO de Scandal54, es firme en su sentencia: “todo dependerá del modelo y el enfoque que queramos darle”.

Por ejemplo, un ‘barefoot’ en piel vegana o acabado minimalista “puede ir perfecto con jeans rectos, vestidos fluidos o incluso trajes relajados. El resultado es elegante, cómodo y actual”, propone Maíz. Aunque no es la única que se anima a recomendar ideas.

Cristina Casadevall, aboga por el equilibrio entre prendas. Es decir, “si el ‘barefoot’ es sencillo, acompáñalo con piezas de autor: una blazer con estructura, un vestido fluido en seda natural o accesorios esculturales. Jugar con texturas ricas y formas inesperadas transforma la sobriedad del ‘barefoot’ en una declaración de estilo.”

Y si eres de las que viste prendas relajadas y funcionales, unos zapatos ‘barefoot’ encajarán fenomenal “con modelos como unos pantalones cargo de lino, o tipo joggers con caída suave, camisas oversize, o incluso con vestidos fluidos. La clave está en entender el equilibrio del conjunto y jugar con un look monocromático con siluetas limpias para no sobrecargar visualmente”, recomienda el estilista Santiago Tello.

La clave para dar con el estilismo perfecto estará, como hemos visto, en el equilibrio entre prendas. “Como el calzado suele ser muy sobrio, puedes jugar con accesorios más atrevidos o con texturas que sumen al look. Y sobre todo, confiar. Porque cuando una mujer camina cómoda, se nota”, concluye Marta Hernández.