El crochet ha dejado de ser patrimonio exclusivo del look boho o del estilo playero para convertirse en uno de los tejidos más sofisticados del verano. Con esa esencia artesanal y vintage, vuelve a parecer en escena, pero en una versión mucho más refinada y minimalista, acorde a tendencias populares como el lujo silencioso. La clave está en saber cómo llevarlo: elegir cortes, colores y combinaciones que aporten estructura, equilibrio y un punto chic sin caer en estridencias.
Y no hay ninguna prenda o accesorio que se le resista, ya que todos se rinden antes los encantos y las ventajas estilísticas que ofrece. Si aún no sabes cómo integrarlo en tu armario de forma impecable, tranquila, que a continuación te vamos a dejar todo lo que necesitas saber para acertar con el crochet este verano, tanto en el día a día como en esas citas más especiales.
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Vestidos de crochet: la clave está en el corte
Una de las prendas estrella con el tejido de crochet son los vestidos. Aunque hay un amplio abanico de opciones en esta categoría, tienes que tener en cuenta que no todos los modelos funcionan igual si lo que se busca es un look elegante. Los diseños demasiado ceñidos, con cut out o transparencias, quedan totalmente descartados, dando paso a los patrones midi o largos, de líneas rectas o ligeramente evasé. El cuello halter sigue siendo la mejor baza, en tonos clásicos como el blanco crudo, el beige o el negro (en ocasiones de noche).
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Tops calados: de la playa a la ciudad
En cuanto a los tops, estos son la clave de la versatilidad en nuestros armarios. Para salir del registro playero, apuesta por modelos de manga larga, sin tirantes o de escote cuadrado, incorporando algunos detalles clave como botones nacarados, pequeños volantes o bordados de colores. Conjúntalos con prendas que sean el epítome de la sofisticación, como unos pantalones de traje, una falda plisada o unas bermudas de lino, creando un uniforme imparable que siempre te resolverá el no sé qué ponerme en cuestión de minutos.
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Faldas y pantalones de crochet
En el caso de las partes inferiores, el abanico abarca desde minifaldas, hasta pantalones con cinturilla elástica. En este caso también evitaremos los cortes ajustados y las aberturas descaradas, ya que lo que buscamos es sutileza. Los pantalones tipo palazzo, especialmente en blanco, crudo o camel, ganan puntos con camisas masculinas y chanclas, mientras que las faldas midi rectas de punto fino son otro básico ideal para combinar con blusas vaporosas y sandalias planas.
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Colores y texturas que predominan
Una de las claves para que una prenda de crochet resulte elegante es acertar con la paleta cromática. Como podrás adivinar, los colores neutros, desde el blanco roto al beige, el topo, el gris piedra o el negro, son los favoritos para conseguir ese nivel de elegancia. A estos clásicos se les suman los tonos pastel, como el rosa empolvado, el menta o el azul cielo, que han tenido un papel muy destacado encima de las últimas pasarelas. En cuanto a la textura, lo ideal es compensar el punto con materiales como el lino, la seda, el algodón o incluso el cuero en los accesorios.
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Accesorios de crochet: sí, pero con cuidado
Como bien te adelantábamos al principio, los complementos tampoco se han visto exentos del crochet. Los bolsos han sido los principales beneficiados, dando ese pequeño toque rústico a un look más sencillo o formal. En cuanto al calzado, las sandalias y cuñas convencionales para incorporar con matices sutiles, sin quedar demasiado recargado. Lo más importante de todo es no llevar más de una pieza de este tejido por conjunto, todo tiene que ir en su justa medida.
Claves finales para un look de crochet elegante
Como resumen a todo lo que hemos visto hasta ahora, si buscas acertar con el crochet en verano y mantener la elegancia, hay cinco reglas básicas que tienes que apuntar y que nunca fallan:
- Menos es más: lo preferible es apostar por una sola prenda protagonista en cada look.
- Cortes estructurados: acuérdate de invertir en diseños con siluetas depuradas, rectas o geométricas.
- Colores neutros: aunque hay algunas alternativas un poco más arriesgadas, no hay nada como las tonalidades clásicas que aportan sofisticación.
- Tejido de calidad: cuanto más fino y uniforme sea el punto, mejor resultado nos va a quedar.
- Complementos minimalistas: en esta categoría el equilibrio es esencial para evitar excesos.
Con ello, confirmamos que el crochet se renueva un verano más, pero con ciertos consejos que tenemos que tener en cuenta si queremos explotar todo su potencial. Con las combinaciones adecuadas y una estética cuidada, es posible llevarlo con tanta elegancia como una prenda de seda o un traje sastre, porque este tejido ya no es solo afín al estilo boho, sino que no hay nada que le frene.