Entramos en el cálido 'piso museo' de Mónica Carrillo en Madrid: alfombras estampadas, rinc��n de pintura y la librería más original

Hablar de Mónica Carrillo es hablar de uno de esos rostros que lleva años colándose en las casas de los españoles. En su caso, y más allá de otras facetas en las que desarrolla su vocación periodística como la escritura, lo hace en su rol de presentadora. De las 'Noticias fin de semana' de Antena 3, para precisar, del que escara visible desde hace una década, aunque antes pasó por otros boletines informativos de la cadena.

Una dilatada trayectoria que de un tiempo a esta parte la ha convertido en figura de referencia de la comunicación en nuestro país, por mucho que su labor se desmarque de un horario convencional al ser la encargada de presentar las noticias de los sábados y los domingos. Es por eso que su rutina dista de las jornadas entendidas como 'normales', puesto que es entre semana cuando dispone de más tiempo libre. Para el ocio, pero también para disfrutar de su casa. Su refugio más allá del plató, las cámaras y los focos, cuyo interior resulta de lo más sorprendente.

Un salón con librería que se convierte en galería de arte

Y no sorprende precisamente porque el piso de la ilicitana en Madrid no esté cuidado al milímetro. El caso es que, entre la calidez de los colores elegidos para los materiales del mobiliario y los suelos y paredes, Mónica ha optado por valerse de una de sus grandes pasiones para dar la necesaria nota de color: el arte.

Concretamente, la pintura, que es la disciplina que más le gusta a la comunicadora. Solamente hace falta echar un vistazo a las imágenes de sus redes sociales en las que aparece el interior de su hogar para dar fe de ello. Véase este rincón en el que, apoyado sobre un mueble de madera y con una pared en tono ocre como soporte, una obra que mezcla pinceladas moradas, rosas, azules y negras preside la estancia.

La de poner cuadros abstractos en el centro, una dinámica que se repite en otras habitaciones de su casa, como el salón. Ese salón cuya original librería, también en madera y organizada en repisas asimétricas que acumulan los títulos favoritos de la informadora, deja un gran hueco en el centro.

En él, un mueble con armarios en blanco sobre el que están galardones que ha recibido por su trabajo, como el TP de Oro, el Premio Azorín de Novela o la Antena de Oro. Pero es que detrás, otro cuadro. En este caso, una representación de una de las icónicas meninas de Velázquez.

Lo cierto es que este salón, reconvertido ciertamente en un museo o galería artística, es de lo más amplio y le permite a Mónica dar rienda suelta a su creatividad. ¡Y a su flexibilidad! Cuando tiene ocasión, aprovecha el suelo de parqué para hacer estiramientos. En la zona más amplia, claro. Al fondo, una mesa de comedor, con sillas en tono claro alrededor y bajo una lámpara de techo en color negro. Justo al lado de su zona de creación, porque no puede faltar un lienzo.

Y es que lo del arte no se queda en la disposición de la decoración de este apartamento, puesto que la pasión de Mónica por la pintura va más allá de observar y ornamentar. También le gusta pintar a ella misma, de modo que en su hogar no puede faltar un espacio óptimo para elaborar sus propias obras. ¿El protagonista de la mayoría? Camarón, su perro.

El pequeño Camarón, entre alfombras estampadas y un balcón fresco

De hecho, podría erigirse el pequeño Camarón como el otro gran dueño y señor de este inmueble, pues aparece en prácticamente todas las fotografías que Carrillo publica desde casa. Esas en las que, si se analiza al detalle, se descubren otros elementos destacados como esta alfombra estampada que decora la zona del cuadro colorido que recogíamos en el inicio. 

Suavidad que le encanta a su mascota, y para muestra todas esas instantáneas en las que el perro aparece posado sobre ella. Algo que también hace en el suelo de parqué, como se aprecia en esta otra imagen que descubre la otra gran joya del piso de la periodista: su balcón.

Una zona fresca e ideal, separada del interior por una cristalera que se puede abrir del todo, y a la que Mónica también saca partido siempre que quiere hacer algo de ejercicio o, simplemente, airearse un poco. Respirar y disfrutar del mundo exterior. Todo sea para, a pesar de vivir en la metrópolis, coger fuerzas y oxígeno y volver a saludar con las mismas ganas de siempre a los telespectadores cuando la semana está a punto de concluir.