Más vale prevenir que curar. Una frase que seguramente habrás oído de tu abuela o de tu madre y que probablemente tu también has adoptado. Si bien puede aplicarse en múltiples aspectos de la vida, en lo que se refiere a salud bucal es más que cierta. Y es que tener una buena higiene bucal no solo es imprescindible para poder presumir de una dentadura bonita, sino que también es clave para prevenir enfermedades dentales.

Los dientes juegan un papel protagonista en la forma en la que nos vemos a nosotras mismas y en la nos perciben los demás, por lo que sufrir problemas dentales influye directamente en nuestra autoestima. Unos dientes torcidos, amarillentos o dañados pueden generar inseguridades y hacer que evitemos sonreír, pero no solo eso, ya que una mala salud dental impacta directamente en nuestra calidad de vida. De hecho, múltiples estudios realizados por la American Psychological Association (APA), concluyen que los problemas dentales pueden influir negativamente en la percepción de uno mismo.

mujer lavándose dientes
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Y sí, sé lo que estás pensando, que tú te lavas los dientes todos los días y que quizá solo tienes un poco de sensibilidad. Pero en un mundo globalizado donde a priori estamos más y mejor informadas que nunca, la infoxicación (la sobrecarga de información que recibimos a diario), nos puede llevar a tomar decisiones erróneas o a pasar como verdades afirmaciones que no lo son.

Si como nosotras has tenido o tienes dudas acerca de cuál es la rutina de higiene bucal que deberías seguir, esto te interesa, porque la dentista Andre Giselle, conocida en TikTok como @angicove, desmiente los 5 principales mitos sobre el cepillado dental.

El hilo dental, imprescindible para eliminar la placa

Queremos ir de prisa y pensamos que ya lo haremos por la noche, o mañana, porque hoy no tenemos tiempo. Cualquier excusa es buena, pero lo cierto es que dedicar dos minutos más al cepillado dental marca la diferencia entre limpiar correctamente nuestra boca o ir acumulando placa (con el riesgo de desarrollar enfermedades dentales que esto implica).

mujer pasándose el hilo dental
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Y es que el hilo dental tiene que formar parte de nuestra rutina de higiene bucal diaria y según afirma la dentista, “el hilo dental no es opcional, hay que utilizarlo todos los días para eliminar la placa entre los dientes”.  Lo cierto es que el cepillo no puede llegar a todos los rincones de nuestra boca, especialmente a aquellos en los que los restos de comida tienden a acumularse. En consecuencia, incorporar y no infravalorar este paso en tu higiene bucal es crucial para prevenir caries, posibles enfermedades de las encías y, además, mejorar tu aliento.

Ahora bien, para que este utensilio haga su efecto es necesario utilizarlo correctamente.

Pasos para usar el hilo dental adecuadamente

  • Corta un trozo de hilo de entre 40 y 50 centímetros.
  • Desliza el hilo cortado entre los dientes de forma suave para no dañar tus encías.
  • Forma una letra C alrededor de cada diente para limpiar en profundidad.
  • Finalmente, debes usar una sección diferente de hilo en cada diente para no transferir las bacterias.

Los mitos más extendidos sobre higiene bucal, según la dentista Giselle

Sobran los consejos acerca de la higiene y el cuidado bucal y existen multitud de falsas creencias asociadas a la salud de nuestra boca. En esta dirección, la dentista desmiente algunos de los principales mitos sobre el cepillado dental.

  • Cepillar más fuerte es mejor para eliminar la placa. La dentista es contundente y advierte que cepillar con demasiada intensidad “puede dañar encías y dientes”. Por tanto, mito desmentido: cepillar más fuerte no es la solución para eliminar la placa bacteriana, sino que hacerlo puede acarrear consecuencias no deseables.
  • Es suficiente que cepillar una vez al día. Giselle apunta que “tenemos que cepillar después de cada comida”, así que no, la receta mágica no está en el número de veces que lo hagas al día, sino en hacerlo de la forma correcta y en función de las veces que comes-
  • No necesito cambiarme el cepillo de dientes. La dentista afirma que deberíamos cambiar nuestro cada 3 o 4 meses. El cepillo de dientes se tiene que cambiar de 3 a 4 meses. Reemplazar con regularidad a nuestro mejor amigo bucal es necesario para que este no pierda efectividad (ya que las cerdas se desgastan y pierden su forma con el uso), pero también para que no se convierta en un nido de infecciones (las cerdas del cepillo van acumulando bacterias).