Lejos de ser una moda pasajera, el yoga busca equilibrar el cuerpo y la mente. Es por ello que no sorprende que cada vez más mujeres se decidan a practicar esta disciplina. A través de posturas variadas, respiración constante y meditación se obtienen beneficios tanto físicos como mentales, convirtiéndolo en un entrenamiento completo que mejora la fuerza, la flexibilidad y la resistencia.
Existen múltiples modalidades de yoga y todas ellas reúnen los beneficios de otras disciplinas: trabajan el core y la estabilidad como sucede en pilates, desarrollan la flexibilidad y fuerza como la gimnasia, y también mejoran la resistencia cardiovascular como es el caso del entrenamiento funcional. Todo ello lo explica Xuan Lan (@xuanlanyoga), experta en yoga, quien afirma que "el yoga no es un ejercicio físico, no es un deporte, pero nos ayuda a mantener el cuerpo fuerte, tonificado y sano porque lo movemos en todas las direcciones".
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Si bien es cierto que al realizar las posturas de yoga se implican varias zonas del cuerpo, también es importante tener en cuenta qué zonas trabajamos según qué movimientos. Algunas de esas posturas se encargan de eliminar grasa de la cintura, además de tonificar el abdomen y corregir la postura. Eso sí, es fundamental sincronizar la respiración con el movimiento para realizarlas correctamente.
POSTURAS DE YOGA PARA ELIMINAR LA GRASA DE LA CINTURA
A la hora de realizar las posturas que indica Xuan Lan, tan solo debes contar con una esterilla antideslizante, de manera que aporte estabilidad y seguridad en las posturas. Si estás comenzando, avanza paso a paso sin estresarte y fijándote muy bien en los movimientos en sí. Anota las posturas que ayudan a eliminar grasa de la cintura para comenzar a practicarlas.
Uddiyana Bandha o activación del core
La respiración es esencial a la hora de realizar las posturas de yoga. En este caso consiste en "una absorción del espacio abdominal en suspensión externa (sin aire en los pulmones)", explica la experta. El movimiento consiste en elevar el diafragma generando un vacío abdominal, absorbiendo los órganos internos.
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Se puede realizar de pie o sentado, pero siempre es recomendable practicarlo con el estómago vacío. Entre sus beneficios encontramos el fortalecimiento de la pared abdominal, el favorecimiento de la digestión y la estimulación y descongestión del hígado y el páncreas.
Navasana o postura del barco
A primera vista puede resultar sencillo realizar los movimientos de esta postura, pero se caracteriza por ser intensa: combina el trabajo de abdominales y espalda, además de tener en cuenta el equilibrio. Uno de los principales objetivos es quemar grasa abdominal y fortalecer los músculos de la espalda para proteger las lumbres. Y no solo eso, también ayuda a tener buena digestión y estimular la circulación de las piernas al levantarlas.
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Anota el paso a paso para realizarlo correctamente:
- Siéntate con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en la esterilla (deben quedar alineados con las caderas).
- Apoya las manos detrás de los glúteos para inclinar ligeramente el tronco hacia atrás.
- Al inspirar, levanta los pies de manera que las pantorrillas queden paralelas al suelo.
- Cuando tengas equilibrio, separa las manos del suelo y estira los brazos hacia delante, relajando los hombros.
- Mantén el pecho abierto y la espalda recta.
Chaturanga Dandasana o plancha baja
Es evidente que esta postura es exigente, ya que requiere de fuerza tanto del abdomen como de los brazos. Forma parte de la secuencia del saludo al sol y, al actuar como transición entre otras dos posturas, requiere una alineación precisa. Por eso, además de fortalecer el abdomen y las piernas, también contribuye a desarrollar cualidades como la paciencia, la disciplina e incluso la confianza en ti mismo.
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- Desde la posición de plancha alta, alinea el cuerpo de los talones a la coronilla.
- Flexiona los codos pegados al cuerpo hasta que formen un ángulo de 90º. Eso sí, no permitas que se abran.
- Activa el abdomen y los glúteos.
- El cuerpo debe quedar paralelo al suelo, sostenido por las manos y los pies.
Adho Mukha Svanasana con rodilla a la frente (perro boca abajo dinámico)
Popular y practicada en cualquier estilo de yoga, esta postura también se encuentra como transición entre otras dos, además si estás iniciando en el yoga, puede ser exigente de mantener. Se encarga de fortalecer espalda, abdomen, piernas, tobillos y muñecas. Y, según indica Xuan Lan, también mejora la postura, la circulación y reduce dolores de cuello y hombros, llegando incluso a aportar beneficios hormonales y ser útil en la menopausia.
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- Desde cuatro apoyos, adelanta ligeramente las manos a la altura de los hombros y apoya los dedos de los pies.
- Eleva la pelvis empujando con las manos y estira la espalda, llevando los glúteos hacia arriba.
- Relaja la cabeza y, dependiendo de la flexibilidad que tengas, podrás estirar las piernas sin perder la alineación de la espalda. Otra variante sería elevando uno de los pies hacia arriba.
- Mantén durante cinco respiraciones y, después, descansa en la postura del niño.