Posiblemente, los masajes sean mi punto débil. Aunque de joven me quejaba de que odiaba que alguien desconocido me tocara, con el tiempo he aprendido a apreciarlos. Ya sea de cuerpo entero, de pies, de manos o de cara, todos ellos son bienvenidos. Y es en este último donde hago un hincapié especial. Aunque pensemos que solo sirven para relajarnos, también hay métodos que ayudan a adelgazar, a recuperar la figura y hasta para ayudar a recuperar la elasticidad del rostro y acabar con la flacidez. Por ello, una facilista profesional nos descubre las claves de este tratamiento y nos explica el paso a paso. 

Nunca me he escondido: siempre me he apuntado a todas las “modas” que aparecían en RRSS y se viralizaban a la velocidad de la luz. De ahí a que en mi cajón del baño encontremos todo tipo de rodillos o piedras para poder hacer el famoso masaje Gua Sha en casa. Aunque ese furor me duró poco, soy consciente que mejor que un profesional no lo puede hacer nadie (en ocasiones debemos ser realistas). 

La realidad a veces puede abrumar y en algún punto debemos aceptar el paso del tiempo: es inevitable y, aunque a día de hoy la cosmética haya avanzado mucho, nuestra piel pierde flacidez a medida que pasan los años. Sin embargo, hay maneras de atrasar ese proceso y Rebeca Wessels, facialista licenciada en lifting facial japonés KOBIDO® por Dr. Shogo Mochizuki, 26º heredero directo del linaje KOBIDO® y experta en Gua Sha Facial y en técnicas manuales de estética holística, nos las ha descubierto de primera mano. 

Masaje facial drenante, ¿para qué sirve?

Tal y como ya he comentado, el mundo de los masajes es muy amplio, sin embargo, el masaje facial estético tiene como finalidad “evitar la flacidez y ralentizar los signos de envejecido” nos adelanta Rebeca. Aquí podemos encontrar el drenaje linfático, ya que las técnicas que drenan “son una parte de un facial antiedad, porque ayuda a eliminar líquidos, reducir hinchazón, eliminar toxinas y mantener la salud de la piel y el cuerpo” apunta. 

Solía pensar que la única manera de contrarrestar el paso de los años era a través de la cirugía estética, sin embargo, Rebeca Wessels asegura que este tipo de masajes son perfectos para “evitar la formación de papada y bolsas bajo los ojos”.  Con la intención de respetar y equilibrar las capas más superficiales de la piel y estimular las más profundas, este tipo de masajes ayudan a lucir una piel radiante, un rostro vital, tonificado, sereno y embellecido.

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Olia Danilevich para Pexels

Además, con el objetivo de lograr un efecto embellecedor inmediato, en una sola sesión se pueden apreciar los cambios notables. Sin embargo, Rebeca recomienda “hacer una sesión al mes para obtener resultados a largo plazo, pudiendo en ocasiones iniciar con sesiones semanales o quincenales para después pasar a sesiones mensuales” recalca. 

El paso a paso

Soy de esas escépticas que no les gusta lo desconocido, de ahí a que antes de ir a probar algo nueva deba saber de qué se trata y a qué atenerme. Dejando la expectación y la sorpresa en casa, la facialista profesional nos explica el paso a paso que se emplea a la hora de hacer un masaje facial estético. 

  • Limpiar y preparar la piel. “Lo más importante es seguir la dirección de la circulación linfática. Toda la linfa del rostro drena en la región de las clavículas junto a la base del cuello” de ahí a que este paso esconda tanta importancia.
  • Concentrarse en las zonas donde se localizan mayor cantidad de ganglios linfáticos. Con movimientos de drenaje suaves y lentos, y con bombeos y vaciados, se hace especial hincapié bajo la mandíbula, delante de la oreja y los laterales del cuello. 
  • Trabajar el tercio medio y superior del rostro. En este punto, se presta especial atención al contorno de ojos, para reducir la apariencia de bolsas y aspecto cansado.
  • Complementar el masaje drenante con técnicas estimulantes. De este modo “activaremos la circulación, oxigenación y producción de colágeno y elastina de la piel. Los movimientos estimulantes son más rápidos y también pueden ser más profundos” apunta Rebeca.
  • Realizar de nuevo vaciados drenantes y calmantes. En este punto el facialista puede recurrir a la ayuda de piedras de masaje Gua Sha frías o calientes para potenciar los resultados y el bienestar.

“En el caso de un masaje drenante en el rostro, lo más importante es seguir la dirección de la circulación linfática. Toda la linfa del rostro drena en la región de las clavículas junto a la base del cuello” nos comenta la profesional. Con una duración de una hora (aproximadamente), los faciales más extensos o premium tienden a ser de hasta 1 h 30 minutos. 

¿Qué técnicas se usan para estimular la piel?

Cada masaje es un mundo, pero Rebeca asegura que ella usa “técnicas para estimular la piel, para drenar, relajar y activar, usando masajes tanto tradicionales orientales (como el lifting japonés o la Gua Sha) como otros de más modernos”.

Masaje con Gua Sha, el más “famoso”

Posiblemente, hayas oído hablar en los últimos años de los Jade Rollers Faciales y la Gua Sha, y aunque a día de hoy hay muchos tutoriales que te enseñan a usarlo en casa, lo cierto es que el resultado no es el mismo que si acudimos a un profesional —no es ninguna sorpresa—. Antiguamente, se usaba con el fin de aliviar dolores y molestias físicas a través de un frotado intenso de la piel. El fin de este método era el de deshacer bloqueos energéticos, estimular la circulación de la energía, la sangre y los líquidos, favorecer la eliminación de toxinas y activar las capacidades del cuerpo para solventar las molestias o el problema originario.

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Elina Fairytale para Pexels

Sin embargo, hoy en día el tratamiento de Gua Sha en el rostro es mucho más suave que la fricción que se realiza como tratamiento médico en el cuerpo. Con movimientos más sofisticados y variados, la presión ha de ser muy ligera. Usando una pequeña herramienta hecha de un mineral natural (suelen ser de cuarzo o jade), el objetivo de la Gua Sha es activar la circulación, el drenaje linfático, la nutrición y oxigenación de la piel y así despertar la belleza del cutis desde el interior.

Además, con cada uno de los movimientos, se estimula la producción de colágeno y elastina de manera natural, ayudando a recuperar la elasticidad de la piel.