Que si lavar el pelo cada día es malo, que si no hacerlo también lo es, que si lo ideal es espaciarlo de 2 a 3 días, el universo que envuelve a cómo y cuándo lavamos el pelo no deja de crecer a pasos agigantados, generando (contradictoriamente) más dudas de las que resuelve. Y es que, si años atrás, era el porqué se cae el pelo o cómo detener esta caída, la principal incógnita entre mujeres de todas las edades, ahora el interés se traslada hasta uno de sus posibles causantes como es la higiene capital.
Como explica Aina Salom, farmacéutica experta en cuidado del cabello, en sus redes sociales, “antes se pensaba que si no lavabas el pelo con frecuencia, la grasa se autorregulaba” o se evitaba una caída mayor del cabello, pero esto se ha demostrado que es un mito.
“Si no lo lavas, la acumulación de grasa (independientemente del cuero cabelludo que poseas) puede traer problemas graves, como puede ser caída del cabello”, añade la especialista. De ahí, la importancia de cuándo lavar el pelo y cómo hacerlo para eliminar con certeza este exceso perjudicial.
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Afirmaciones que nos hacen entrar en materia, preguntándonos cuándo debemos lavar el cabello y, más aún, cómo saber cuándo debemos lavárnoslo, siendo Ana Martínez, Education Manager de Jean Louis David y Franck Provost, la responsable de aclararnos: “Dependiendo de cada cuero cabelludo debemos así lavar nuestro cabello. Los síntomas para saber cuándo tenemos que lavar nuestro cabello son muchos, pero, sobre todo, si tenemos un exceso de sudoración o grasa, tendremos que lavarlo más a menudo, ya que el cuero cabelludo no está bien oxigenado y podríamos al final tener consecuencias.”
Es decir, saber cuándo lavar el pelo será tan sencillo como el aspecto y las sensaciones que este presente. Algo así como, “cuando veas que tu pelo esté sucio, graso” o, en última instancia, reaccione en el día a día sin agresión alguna, con algún tipo de picor o exceso de caspa (que puede ser el comienzo de dermatitis seborreica), será el momento de lavarlo con tu champú, acondicionarlo y, si lo necesitas, también mejorar su hidratación con un humectante, como una mascarilla de pelo.
Para entrar en mayor detalle sobre estos conceptos y, además, atender otros aspectos relacionados como, por ejemplo, cómo lavar el pelo correctamente o qué consecuencias puede llevar una mala frecuencia de lavado, desde la redacción de revista CLARA hemos preguntado a los que más saben de cabello y estas han sido sus respuestas.
Cuál es la frecuencia de lavado adecuada
Lo primero que debemos saber es que, la frecuencia de lavado dependerá, como adelantaba Ana Martínez, de la condición del cabello. Pero no nos referimos al aspecto de la fibra, es decir, de ese cabello que protagoniza nuestros medios y puntas, sino que la clave estará en nuestro cuero cabelludo. Este, como explica la Education Manager de Jean Louis David y Franck Provost, “es una extensión de la piel, por eso debemos tratarlo de manera diferente que a la fibra capilar” y analizarlo, al mismo tiempo, de manera diferente.
Entre las variables que pueden condicionar la periodicidad de lavados, como adelantaba Martínez y corrobora la farmacéutica Belén Acero, especialista en dermofarmacia y cuidado capilar, están la actividad deportiva, el entorno donde viva y, por último, la condición del cuero cabelludo.
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“Si se practica deporte, se vive en una ciudad con mucha polución o se tiene un cuero cabelludo graso, se debe lavar con más frecuencia. Si, en cambio, tu cuero cabelludo es seco, quizá no necesites lavarlo con tanta frecuencia, pero todos deberíamos lavarlo un mínimo de dos veces por semana”, señala la farmacéutica.
¿Qué pasa si mi pelo exige un lavado diario?
No temas si, dadas estas condiciones, tu cabello exige un lavado diario, porque este no generará ningún mal, sino que evitará posibles consecuencias que sí pueden ser fatales para la salud capilar. “No es cierto que lavarnos el pelo con más frecuencia pueda crear un efecto rebote y tengamos más grasa y, con ello, conseguir un cuero cabelludo más seco”, defiende Ana Martínez, quien añade que, también es imposible que por lavarnos más el pelo, “las glándulas sebáceas segreguen más sebo. Ya que se encuentran en la dermis.”
De hecho, al contrario de lo que dicta la creencia popular, si tu pelo está sucio diariamente, bien por poseer un cuero cabelludo graso o bien por condiciones del día a día, como sudoración o suciedad en el entorno, y lo lavas como es debido, este enfrentará multitud de problemáticas y conservará al cabello en un estado saludable.
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Como explica la Dra. Leire Barrutia, Médico Dermatóloga especialista en Dermatología Estética, en sus redes sociales, “solamente con este gesto de lavar el cabello y no dejarlo sucio durante varios días podemos mejorar muchísimas alteraciones de nuestro cabello. Lo primero que podemos prevenir y mejorar es la dermatitis seborreica. La aparición de grasa, de caspa, de irritación, de picor o enrojecimiento en el cuero cabelludo.”
Lo segundo que podemos mejorar, en palabras de Barrutia, “es la caída capilar o la preocupación por un posible efluvio telógeno. Si lavamos nuestro cabello a diario, los cabellos que están en fase de caída se caerán cada vez que lo lavemos y veremos una caída moderada cada día.”
Y lo tercero a tener en cuenta es que, si no lavamos nuestro cabello, “dejamos que todos los residuos que se acumulan en el mismo, durante el día a día, puedan ir produciendo inflamación en nuestro cuero cabelludo” derivando en consecuencias más severas”, sentencia la dermatóloga.
Cómo debemos lavar el pelo según los expertos
Entendido el cuándo debemos lavar el pelo, también es importante saber cómo lavarlo, ya que no será igual un lavado regular, cada dos o tres días, en los cabellos de normales a secos, que un lavado diario, en cueros cabelludos grasos.
“Lo más importante es elegir el champú en función de cómo es tu cuero cabelludo y sus necesidades. El champú se elige según lo que necesite tu cuero cabelludo, no tu fibra capilar, porque la fibra nunca hay que frotarla con el champú”, introduce Belén Acero, quien añade que, “por ejemplo, en cabellos con necesidades específicas, como grasa, caspa o sensibilidad, conviene usar tratamientos dermatológicos formulados para ese fin”.
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Además, en el caso de los cabellos grasos, se deberá utilizar dos pasadas de champú para, según explica la farmacéutica Helena Rodero, especialista en cuidado capilar, “asegurarte que has retirado el exceso de grasa bien del cuero cabelludo.”
¿Qué tienes que hacer para hacer correctamente esta doble jabonada? Alternar siempre dos champús, “uno que sea más limpiador, que normalmente suelen ser con base de sulfatos, que es obligatorio para utilizarlo en cueros cabelludos de tu tipo y otro que sea más suave de uso frecuente. O, incluso, de los que se denominan champús de belleza”, aclara Rodero.
En lo que sí coinciden todos los especialistas, sean cabellos normales o con grasa, en la aplicación de los productos. Lo primero será el champú, en la raíz “nada de moverlo para arriba y para abajo y enjabonar las puntas, porque realmente lo que tenemos que lavar con el champú es el cuero cabelludo y si lo masajeamos mucho en los largos, de medios a puntas, puede secar nuestro cabello”, aclara la Dra. Leire Barrutia.
Esta, continua con que, una vez que tenemos el champú aplicado, dejadlo actuar. “Esto es super importante. Sobre todo en el caso de que estéis utilizando un champú para la dermatitis seborreica o la caspa.” Y lo tercero es hidratar de medios a puntas. “Esta es la parte del cabello, el tallo piloso, en el que nos interesa que la cutícula esté bien sellada para que nuestro cabello esté fuerte y protegido ante la rotura y quede más brillante y bonito”, añade la dermatóloga.
¿Qué pasa si no lavamos el pelo tanto como necesita?
Como adelantamos líneas atrás, ampliar indebidamente la periodicidad de los lavados o no lavar como se debería el cuero cabelludo, no solo no ayudará a que el pelo se vea limpio, sino que, también, derivará en multitud de problemáticas relacionadas con la salud de nuestro cabello.
Espaciar demasiado los lavados puede provocar, según nos explica Clara Lacasta, especialista en Medicina Capilar del IMR, “que el exceso de sebo y suciedad acumulada afecten la salud del cuero cabelludo, irritándolo y provocando una dermatitis seborreica e incluso una caída mayor”.
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¿La razón de esta consecuencia? La proliferación de hongos y otras bacterias en el microbioma de nuestro cuero cabelludo que, si no se lava con la periodicidad adecuada, tiende a hacerse más rico. Con mayor número de microorganismos dañinos que actúan de forma directa en el folículo, obstruyéndolo; al mismo tiempo que pueden inflamar, como explicaba Lacasta, derivando en eczemas, caspa y, en última instancia, en una dermatitis seborreica muy difícil de solucionar.
En definitiva, la salud de nuestro cabello, de que este se vea limpio, brillante, pero además, pueda crecer y no generar una caída abusiva, estará en un aspecto tan básico como es su lavado. Por lo que, si tienes dudas, intenta identificar si tienes un cuero cabelludo graso o normal y, a raíz de ello, así como qué condiciones afectan a tu pelo (como los entrenamientos o la ciudad en la que vives) y establece la rutina más adecuada para ti. ¡Tu cabello te lo agradecerá!