Justo cuando pensabas que ya sabías todo sobre cómo cuidar tu melena, aparece una nueva técnica (o producto) que promete ser la solución a tus problemas capilares. Porque sí, el mundo del cuidado del pelo no deja de sorprendernos: siempre hay un truco inesperado o un gesto sencillo que desconocíamos que hacíamos mal.

Hasta lo más simple puede marcar la diferencia entre una melena cualquiera y una bien hidratada. Precisamente a la hora de buscar que nuestro cabello esté hidratado, los aceites capilares se convierten en un reclamo y su uso implica diferentes aspectos a tener en cuenta. Comenzando por elegir el tipo de aceite correcto: el de coco, el de argán o el de ricino son algunos de los más populares. 

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Tan solo debes escoger el aceite que mejor le vaya a tu tipo de pelo para evitar que la melena se rompa y aparezca el odiado encrespamiento. Cuando llega el momento de aplicarlos, debemos saber que existen multitud de formatos: desde mascarillas y acondicionadores que se aplican en el lavado del pelo hasta sérums para sellar las puntas o brumas capilares que se utilizan después.

Cómo usar correctamente los aceites en forma de sérum 

En lo que respecta a los aceites en formato sérum, lo fundamental es saber cómo utilizarlos para maximizar sus beneficios y evitar efectos no deseados. Principalmente, este tipo de producto debe usarse de medios a puntas, evitando la raíz. Esto se debe a que la zona del cuero cabelludo suele ser brillante de por sí, por lo que no necesita aceites y aplicarlos podría provocar la aparición de grasa. 

En el caso de que esto te haya sucedido, es porque estas cometiendo uno de los errores más comunes. "Cuando nos aplicamos aceite, normalmente lo que solemos hacer es aprovechar para cepillar suavemente la zona donde lo hemos aplicado", explica la dermatóloga Claudia Bernárdez y, aunque no lo creas aquí es donde está el error. A pesar de que el cepillo esté mas o menos limpio, al utilizarlo para peinar todo el cabello lo estamos haciendo con restos de aceite.

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Aunque el aceite no manchará esa zona del pelo, sí que aparecerá ese efecto engrasado que tan molesto resulta. Evitarlo es más sencillo de lo que crees. Debes mantener limpios tus cepillos y, en concreto, no utilices el mismo para cepillar la raíz y las puntas cuando estas tengan aceite. De esta manera, lograrás unas puntas hidratadas y una raíz impecable. 

Qué aceites capilares usar para el cuidado del pelo 

Dos de los aceites capilares más populares y beneficiosos son el de ricino y el de coco. A pesar de estar muy solicitados, tienen unas claras diferencias que debemos conocer para aplicarlos correctamente, en función de nuestro tipo de pelo y de lo que queramos conseguir. 

  • Aceite de ricino: se recomienda para combatir el encrespamiento. "Aporta nutrición, fortaleza y brillo, y es especialmente útil cuando el cabello ha perdido hidratación o necesita recuperarse tras procesos químicos", eñala Alba Aliaga, estilista profesional y formadora de GHD. Se suele creer que también ayuda a que las pestañas o el pelo crezca, pero no hay una evidencia que lo confirme. 
  • Aceite de coco: "Mejora la resistencia de la fibra capilar, evita la perdida de color y rellena la cutícula", indica la farmacéutica Helena Rodero. En lo que respecta al grosor del pelo, el fino "tiene menos capacidad de absorción, por lo que en estos casos debemos utilizar productos ligeros", comenta Charo García, de Ilitia Beauty & Science. En el caso de los más gruesos, se debe aplicar poca cantidad y solo en las puntas.