Ligeras y refrescantes

5 recetas con sandía, una fruta muy depurativa

La sandía es antioxidante, depurativa, cardiosaludable... Si quieres incorporarla a la dieta, no te pierdas estas recetas e infinitas ideas para sacarle todo el partido. Seguro que repetirás.

laura hernandez web clara
Laura Hernandez Tornil

Periodista especializada en belleza y moda

Actualizado a

1 / 6

Granizado de sandía y lima

Tanto como postre como tentempié, el granizado de sandía y lima es un must de nuestro recetario. Solo tiene 70 calorías, y se prepara en un abrir y cerrar de frigorífico. Apetecible, ¿no?

Ver receta.

2 / 6

Gazpacho de sandía

Si buscas un entrante ligero, refrescante y 100% vegetariano y vegano, este es tu plato.

Ver receta.

3 / 6

Brochetas de atún, sandía y aguacate

Tres ingredientes que, por separado, son buenísimos y que, juntos, lo son todavía más. Una deliciosa receta que se prepara en media horita, y que solo aporta 308 calorías.

Ver receta.

4 / 6

Tiras de pollo con sandía y melón.

Una receta nutritiva, refrescante y muy ligera que combina la carne magra del pollo con los antioxidantes de la sandía y el melón.

Ver receta.

5 / 6

Polos de sandía, naranja y limón

Un delicioso postre, sano y refrescante, sin conservantes ni colorantes artificiales, y 100% casero... ¡Ñam!

Ver receta.

6 / 6

Recetas light y 100% libres de culpa

Y si quieres descubrir más recetas light y sin remordimientos, no te pierdas nuestras recetas 100% libres de culpa.

Aquí tienes 5 ideas para encajar la sandía en cualquier parte de un menú: un refresco, un entrante, dos segundos (uno de carne y otro de pescado), y un postre. Una forma infalible para incorporar esta sana y refrescante fruta a la dieta, y aprovecharla si te ha salido sosa.

Depurativa y muy saludable

Ligera y depurativa, la sandía no solo sacia la sed cuando aprieta el calor, sino que aporta vitaminas y otras sustancias antioxidantes, que contribuyen a reforzar la salud.

Además de ayudar a no ganar peso, favorece el buen funcionamiento cardiovascular, y colabora con los riñones en su misión eliminadora y depurativa. Su único inconveniente: que comerla en grandes cantidades te obligará a hacer más visitas al baño porque… es muy diurética.

Una fruta que da mucho juego

Aunque casi siempre se come a tajadas, la sandía es una fruta con muchas posibilidades en la cocina, que encaja en ensaladas, gazpachos, pinchos, sorbetes, macedonias e incluso mermeladas. Solo tienes que echar un vistazo a las recetas que encontrarás en la galería o inventar las tuyas propias con las ideas que te proponemos a continuación:

  • En ensalada combina bien con canónigos, rúcula, berros, hoja de roble, lechuga francesa, espinacas... y también con plantas aromáticas como menta, eneldo, cebollino, albahaca, perejil, cilantro…
  • Los quesos frescos contrastan muy bien con la sandía, y ofrecen buenas combinaciones de sabor y textura. Se pueden elaborar brochetas de queso fresco y sandía, o emparedados de láminas de sandía rellenos de ricota y menta.
  • Si se emplea como guarnición, combina con ingredientes salados. Las anchoas, el bacalao, el atún y el salmón ahumado casan muy bien con esta fruta. Para que no pierda demasiada agua, el truco es solo hacerla vuelta y vuelta o caramelizarla con un poco de azúcar.
  • Con otras frutas, también está deliciosa. Por ejemplo, con melón, mango, aguacate y papaya. En una macedonia puede mezclarse también con fresas, manzana, kiwi o melocotón.
  • Y además es idónea para elaborar sorbetes, granizados o polos helados, sin necesidad de añadir demasiado azúcar.

Cómo saber si está en su punto

Para saber si la sandía está en su punto, lo primero que debes tener en cuenta es que tiene que pesar bastante en relación a su tamaño y, sobre todo, sonar hueca al golpearla, como un tambor. Significa que está repleta de agua y en su punto. Y en segundo lugar, al abrirla, la pulpa debe estar firme y jugosa, no abierta ni harinosa. Si has tenido la mala suerte de coger una sandía sosa, descubre cómo aprovecharla.

Cómo cortar la sandía

  • La sandía suele abrirse por la parte más ancha, en dos semiesferas que permiten sacar tajadas más o menos anchas, o bien bolas (si se usa un sacabolas). Al partirla así, puede vaciarse una mitad y emplearse como recipiente para preparar una macedonia de sandía con otras frutas, como melón o mango.
  • Otra manera de presentarla es realizando incisiones largas y profundas en forma de triángulo a lo largo de la corteza para luego obtener dos mitades en forma de corona.
  • También puede cortarse de arriba abajo y sacar tajadas más finas, como medios círculos, o bien partir estas mitades a lo largo en dos y obtener triángulos más o menos gruesos.
  • Para servirla pelada, lo mejor es cortarla por la mitad a lo ancho, pelar la parte superior y, apoyándola sobre una tabla por la parte de la pulpa, ir sacando la piel de arriba abajo con un cuchillo.
  • El tipo de corte se ha de elegir según se quiera usar la sandía: en bolas para ensaladas o macedonias; a dados si se van a hacer brochetas; a daditos o rectángulos para ensaladas y macedonias o para servir en copas con una bola de helado; o a triángulos medianos si se va a utilizar como guarnición, caramelizándola ligeramente con azúcar.

Sabías que...

las semillas y la corteza también se comen...

Como las pipas de calabaza, las semillas de sandía también pueden comerse. Aportan buenas cantidades de fibra y también grandes dosis de minerales.

E incluso la cáscara de la sandía es nutritiva y comestible: se puede freír con aceite, ajo, cebolla, pimienta y un poco de azúcar.