El desesperado intento de Mary y Federico para acallar rumores: la paz armada de su última foto juntos

Quizás pocos tenían ubicada a la realeza danesa en el mapa hace alrededor de un año. Por entonces, Margarita II todavía era Reina, mientras que Federico, su primogénito, y su esposa Mary Donaldson esperaban expectantes su ascenso al trono. Sin prisa, pero sin pausa, que se dice. En ningún caso anticiparon el cataclismo mediático que estaba al llegar. Mucho menos sus consecuencias. Fue en noviembre de 2023 cuando todo saltó por los aires. Primero una crisis de pareja. Después una coronación. Curioso devenir de los acontecimientos.

La cuestión es que el gran estallido llegó cuando la revista 'Lecturas' publicó en exclusiva las imágenes de la discordia. Un reportaje fotográfico sin precedentes, en el que se veía al heredero danés disfrutando de una escapada 'secreta' a Madrid junto a Genoveva Casanova. Unión que nunca antes nadie había comentado, y una confianza excesiva, dado que se apreciaba cómo Federico entraba y salía, incluso pernoctaba, en el apartamento de la mexicana. Vendría más tarde el presunto ultimátum por el ascenso. Y así Margarita abdicó, ellos llegaron a la tan ansiada Corona y sellaron la paz con un gesto de amor. ¿O no fue así del todo?

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La tensión entre Mary y Federico en su primer retrato oficial

Rememorar la emotiva jornada del 14 de enero es pensar, directamente, en cómo Federico y Mary buscaron demostrar al mundo que todo estaba bien entre ellos. Un ejercicio forzoso del 'como si nada' reflejado en un beso. En el balcón del Palacio de Christiansborg y ante la atenta mirada de las gentes allí presentes. También la crónica social, dispuesta a analizar al dedillo cualquier detalle. Así fue, pero su  esfuerzo no cayó en saco roto. Pareciera que la calma había regresado. Nueva etapa, nueva vida y nuevo reinado.

La cuestión es que ese aparente sosiego impuesto se esfumó rápidamente por una gestión curiosa del poder. En el mes siguiente a ser proclamado Rey, el nuevo soberano apostaba por tomarse unas vacaciones. Un gesto que no gustó nada entre los súbditos de la Corona, que no comprendían la necesidad de hacer un 'break' tras llevar tan poco tiempo al frente de la jefatura de Estado. Eso y otros tantos movimientos delatores que, si algo han puesto de manifiesto, es que su sintonía con Mary dista mucho de ser tan idílica como quisieron hacer creer. Para muestra, sus primeros retratos oficiales.

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Ha sido este 25 de abril cuando han visto la luz estas reveladoras imágenes en las que la pareja de 'royals'. Un tipo de instantáneas que, por norma general, no suelen servir para mostrar el cariño que existe entre el matrimonio capturado. Sin embargo, la posición corporal de ambos es verdaderamente llamativa. Hieráticos, sin ademanes y manteniendo la distancia dentro de la cercanía obligada. Como si de dos esculturas exentas se tratase. Eso y medias sonrisas que denotan, junto con la quietud y la separación de sus brazos separados, que no hay un relajo excesivo.

Semanas de distancia y rumores de crisis entre Federico y Mary de Dinamarca

Aunque gestiones como tomarse una fotografía como esta están siempre planificadas con antelación, la realidad es que su publicación ha coincidido en tiempo con un pretexto que se servía como la tormenta perfecta. Paradigma ideal para demostrar que todo está bien, en un momento en el que lo necesitaban más que nunca. Y es que después de aquellas primeras —y polémicas— vacaciones, los Reyes se tomaron otro descanso por la Semana Santa. El segundo en menos de 100 días de reinado. Por si no fuese eso suficiente para levantar las críticas del pueblo danés, su regreso se dio de una forma muy curiosa. De hecho, en el caso de Federico no se dio. Al menos, en las primeras semanas, mientras que Mary se dedicaba a atender compromisos, inauguraciones y todo tipo de eventos en solitario.

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Fue precisamente esta actitud de separación en agendas, que en realidad lleva siendo así desde el principio, lo que hizo saltar de nuevo las alarmas. Cuando las teorías de la conspiración, apostaban por fin por reaparecer juntos. En Fredensborg y para celebrar el cumpleaños de la reina Margarita, pero con un rictus muy serio tras los incendios que ese mismo día habían calcinado el emblemático edificio de la Bolsa de Copenhague. Un semblante que permanece, aunque las comisuras se alcen con ligereza en sus retratos.