Las ensaladas son auténticas aliadas de nuestra alimentación. ¿Quién no ha recurrido a ellas en algún momento para darle un toque saludable a una comida? Son tan versátiles que pueden ser un entrante, un acompañamiento perfecto o incluso convertirse en un plato único. La rapidez y simplicidad con la que se preparan nos puede llevar a excedernos en ocasiones. Pero, ¡cuidado! Aunque son una opción nutritiva, no siempre son la elección más indicada.
No queremos alarmar, ya que son una opción nutritiva y protagonistas en muchas dietas saludables. No obstante, los expertos en nutrición recomiendan sustituirlas por otras alternativas a ciertas horas. ¡Te explicamos por qué!
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¿CUÁNDO DEBO DE EVITAR LAS ENSALADAS?
Si tu objetivo es despertarte con un vientre plano, hay ciertos alimentos que debes prevenir. Evitar el consumo de alimentos grasos y reducir el exceso de sal son algunas de las pautas que debes seguir. La mayoría de nosotras ya comprendemos que los guisos pesados o los carbohidratos pueden ser innecesarios durante la cena, ya que nuestro metabolismo tiende a desacelerarse por la noche. Sin embargo, lo que a menudo pasamos por alto es que incluso las ensaladas, que suelen considerarse opciones saludables, pueden tener un efecto no deseado en nuestra digestión y hacernos despertar con una sensación de hinchazón.
¿Pero por qué sucede esto? Resulta que algunos de los vegetales y hortalizas que se incluyen en las ensaladas en su forma cruda pueden causar la formación de gases en el sistema digestivo. Los culpables más comunes suelen ser los vegetales crucíferos, como el brócoli, la coliflor y el repollo, así como ciertas legumbres como los garbanzos y las lentejas. Estos alimentos, ricos en fibra y nutrientes, son buenos para nuestra salud en general, pero pueden ser difíciles de digerir para algunas personas.
Entonces, ¿significa que debemos renunciar a las ensaladas por completo? ¡Claro que no! Las ensaladas son una fuente valiosa de vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para mantenernos saludables. Pero por la noche, puedes substituirlas por otras cenas ligeras que te ayudarán a deshinchar la barriga durante la noche. ¡Te damos algunas ideas!
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¿QUÉ PUEDO CENAR POR LA NOCHE?
La elección de tu cena depende en gran medida de lo que hayas comido durante el día y de tu nivel de actividad física. No hay alimentos que estén completamente prohibidos a la hora de cenar, pero es recomendable que la cena sea ligera, aunque satisfactoria. Una opción saludable son las verduras y hortalizas cocidas. Puedes prepararlas salteadas, al vapor o en forma de cremas, tanto calientes como frías.
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En cuanto a las proteínas, los pescados suelen ser más digeribles que las carnes. Si optas por carne, elige opciones magras y blancas, como pollo, pavo o conejo. No es necesario que la cena sea especialmente rica en proteínas; una porción de 60-80 gramos de pescado o pollo suele ser suficiente.
Es importante evitar los alimentos precocinados, ya que a menudo contienen altos niveles de grasas saturadas, sal e incluso azúcares, además de una variedad de aditivos que en exceso pueden ser perjudiciales para la salud.
Por último, es aconsejable evitar los embutidos, ya que suelen ser ricos en grasas, especialmente grasas saturadas, que pueden contribuir al aumento de peso, además de contener niveles elevados de sal. En lugar de los embutidos, es preferible optar por fuentes de proteínas más magras y saludables para tu cena.
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