Le viene de familia

La llamativa manía que Ana Boyer ha heredado de Isabel Preysler: un patrón que afecta a sus hijos

Ana Boyer ha dado a luz a su tercer hijo y, más allá de la alegría, el nacimiento ha servido para confirmar una particularidad que Isabel Preysler también puso en práctica con sus hijas

Ana Boyer
GTRES
Adrian Monterrubio
Adrián Monterrubio

Periodista especializado en corazón y televisión

Actualizado a

Ana Boyer por fin ha dado a luz. De acuerdo con la información que adelantó la revista 'Semana' en exclusiva, fue el pasado 24 de abril cuando tuvo lugar el nacimiento del tercer hijo de la hija menor de Isabel Preysler y Fernando Verdas. Momento muy feliz para el clan que se da después de un hermetismo prácticamente absoluto. Todo indicaba a que cada vez quedaba menos para que la 'socialité' y el tenista volviesen a ser padres, pero no estaba demasiado claro. Una estrategia del despiste absoluta.

Tan sencillo como que ni ella ni el deportista habían sido demasiado claros en la narración del proceso de gestación. Si bien sí que hicieron público que estaban 'embarazados' el pasado diciembre a golpe de exclusiva, así como se valieron de sus perfiles en las redes sociales para anunciar que el tercer bebé volvería a ser niño, poco o nada más se había hecho público. Alguna que otra mención sobre el estado de Boyer durante su paso por 'Bake Off: Famosos al horno' y ya. Determinación firme ha cambiado por completo tras el parto y no paran de desvelar detalles. Y uno de ellos remite a una 'tradición' muy original.

Ana Boyer ya es madre y no ha fallado a su llamativa 'tradición'

Tras semanas 'escondiendo' su cuerpo de embarazada, la 'celebrity' sorprendía a sus más de 300.000 seguidores de Instagram el pasado 24 de abril con un 'selfie' en el espejo en el que se le veía perfectamente la tripita de premamá. "Recta final", anunciaba para deleite de los internautas. Y tan final, puesto que, según las informaciones que se han publicado, fue ese mismo día cuando nació el pequeño.

Otro niño que crecerá en la casa familiar de Doha, en Catar, donde hace años viven instalados Ana y Fernando, con motivo de un proyecto del que el jugador de tenis forma parte. A pesar de estar alejados de su familia natal, lo cierto es que su vida en pareja en el golfo Pérsico podría aparecer en un anuncio. Vida que, evidentemente, hacen junto a sus hijos. Los pequeños Mateo y Miguel. Sí, el pequeño es Miguel, como su abuelo materno, fallecido en septiembre de 2014. Una doble 'M' que ahora será triple, porque tras tanto secretismo, Boyer ha querido compartir con el mundo el nombre elegido para el recién nacido.

"Bienvenido Martín. Tus hermanitos y padres ya te quieren más que a nada en el mundo", exponía en una imagen en la que se ven las manos de los cinco miembros de la familia que han construido. Martín, también con la 'M'. Una decisión, la de llamarle así, que confirmaría que la ganadora no ha querido fallarse a sí misma en la idea de mantener la misma inicial para todos sus vástagos. Curiosamente, es esta forma de proceder a otra 'manía' por la que ella misma se vio afectada.

Una manía que viene de familia: Isabel Preysler también la tiene

Concretamente, se trata de una 'manía' de su madre Isabel Preysler. Si algo ha caracterizado el relato de vida de su progenitora son amores. No en vano la llaman la 'reina de corazones', pues son tres las veces que pasó por el altar y no hace tanto que casi se da una cuarta. Tanto matrimonio dio pie a otros tantos embarazos, y así dejar un legado inestimable de 'celebrities'. Dos hombres y tres mujeres. Los chicos, Julio José y Enrique Miguel, ambos fruto de su relación con el cantante Julio Iglesias. Por contra, en el caso de las chicas, Presyler puede presumir de tener 'una de cada'. Chábeli, la mayor de todos, también de Julio. Después Tamara, de Carlos Falcó. Y la última Ana, de Miguel Boyer.

Isabel Preysler y Ana Boyer

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Adrián Monterrubio

Isabel Preysler, Tamara Falcó, Chábeli y Ana Boyer
Instagram @anaboyer

Con 18 años de diferencia entre la primera y la última, pero con un punto de unión que también se da en su nombre. Cuestión de dejar su propia huella en todas ellas, y es que aunque no sea un dato que suele salir a relucir, todas tienen un nombre compuesto. Chábeli es María Isabel, Tamara es Tamara Isabel y Ana es Ana Isabel. Todas son Isabel. Un patrón repetido por mantener su nombre en sus hijas que ahora ha heredado Ana, aunque reconvertido en su particular juego de las iniciales. ¿Tendrá la 'M' algo que ver con el nombre de su difunto padre? Todo un misterio.