Tamara Falcó: "A Isabel Díaz Ayuso le cociné codorniz deshuesada. Mi madre dio dos cenas esa semana y repitió el menú para que practicara"

Si a Tamara Falcó (43 años) le hubiesen dicho que acabaría convirtiéndose en chef no se lo hubiese creído. Nunca podría haber imaginado que durante su paso por las cocinas del programa de 'MasterChef Celebrity' hace ya seis años descubriría su verdadera pasión. Curiosamente, entró en el formato de Televisión Española para ganar dinero para su firma de ropa. Llegó sin saber freír ni lo más básico y acabó alzándose con el delantal blanco de la mejor de la edición y con una profesión a la que dedicarse. 

Se formó en la prestigiosa escuela de alta cocina Le Cordon Bleu de Madrid y, desde entonces, se ha convertido en toda una experta. Incluso cuenta con su propio libro de recetas  'Las recetas de casa de mi madre' y, en concreto, tiene un capítulo específico de las degustaciones que han catado las figuras públicas que les han visitado en su mansión de Puerta del Hierro. Sobre este tema le preguntó Pablo Motos en 'El Hormiguero' cuando ya estaba trabajando como colaboradora habitual del espacio de entrevistas de Antena 3.

El plato con el que conquistaron a Isabel Díaz Ayuso

El motivo fue precisamente la presentación de su libro. Una de las recetas que no hace pública la hija de Isabel Preysler en sus páginas fue cuando recibieron la visita de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Como confesaba en 2021, la propia Tamara Falcó le cocinaron uno de sus platos estrella: la codorniz Vallée D’Auge. Se trata junto a su solomillo Wellington de una de las comidas favoritas de la reina de corazones.

Pablo Motos ya conocía esta receta porque tiene una anécdota. "Lo curioso es que este plato lo estuve preparando mucho tiempo. Estuvo deshuesando perdices sin parar y después no me tocó en el examen. Tocó el conejo. Tenía tres posibles platos: el lenguado, la codorniz y el conejo y la codorniz", contaba la mujer de Íñigo Onieva aquella noche sobre la prueba que tuvo que hacer en la prestigiosa escuela.

Y añadía: "Era la que más había practicado porque mi madre dio dos cenas esa semana y repitió el menú para que yo practicara todo el tiempo. Todo el rato estábamos poniendo el mismo menú. Se puso el martes para cenar, los restos el miércoles para comer y el jueves de nuevo.  A Mario Vargas Llosa le encantó. Y yo estaba encantada porque mi madre me compraba las codornices para que yo practicase".

Los huevos rotos que le hizo Tamara Falcó a George Clooney

En aquella entrevista también salió a la luz que George Clooney se enamoró de sus huevos rotos. Aunque es un plato sencillo y poco típico para una cena con el actor de Hollywood, lo cierto es que quisieron sorprenderle con una comida de la gastronomía española y que mejor que ese. Lo que sí ha reconocido es que le puso más cantidad de la normal. "Fuimos más generosos que en la foto de las recetas y la verdad es que en casa normalmente servimos en bandeja y cada uno se sirve lo que quiere", reconocía.

La comida es muy importante en la familia de Tamara Falcó. De hecho, los viernes viven un día muy especial con una noche de películas. Aunque muchas veces ni llegan a poner la cinta porque se quedan hablando y comiendo las hamburguesas, las patatas y el bizcocho. "Son minihamburguesas y Boris Izaguirre se puede llegar a tomar 23 o 24", dijo sacando una carcajada a Pablo Motos.

"Yo la noche que estuve sí que llegué al cine y empezaron a sacar platos de espaguetis y dije 'la gente está loca'. Y luego me pasó una cosa de la que se va a enterar ahora tu madre si está viendo el programa. Es que decidieron una película y todas eran en inglés y yo no dije nada y me quedé allí viendo una película", compartió Pablo Motos sobre aquel día en el que estuvo en la casa de Isabel Preysler. "En casa, muchas veces se nos olvida porque como mi madre creció en Filipinas y para ella el inglés es como el español, hemos crecido así. Tendrías que haber dicho algo", se defendía Tamara Falcó mientras le decía al presentador de la pequeña pantalla que tendría que haber dicho algo. Nunca llegó a plantearse comentarlo porque le dio vergüenza.