Helena Rodero, farmacéutica: “Prolongar el espacio entre lavados hace que la cutícula salga en peores condiciones y tengas un cabello menos brillante”

El constante debate sobre cada cuánto debemos lavar el cabello sigue abierto y no parece que vaya a cerrarse pronto. Y, aunque no existe una única respuesta (porque, como casi siempre, depende de muchos factores), sí que hay unas determinadas directrices que los expertos que más saben sobre ello defienden a capa y espada.

¿Cuántos de nosotros hemos retrasado alguna vez los días de lavado pensando que íbamos a debilitar el cuero cabelludo? ¿Y cuántos hemos notado que, tras esto, incluso el pelo se caía más? En este sentido, Helena Rodero, farmacéutica experta en cuidado capilar, se ha propuesto desmitificar, a través del conocimiento y el rigor científico, todas esas falsas leyendas que inundan las redes sociales y acaban llegando hasta nuestro imaginario colectivo.

Melena fuerte y sana, el resultado de lavar el cabello más a menudo

Retomando el debate sobre si hay que prolongar o no los lavados, lo cierto es que es justo al contrario, tal como afirma la farmacéutica Helena Rodero. “Hay un estudio bastante reciente que demuestra que prolongar el espacio entre lavados lo que hace es provocar una oxidación en el cuero cabelludo, por todas esas sustancias de desecho que hay, y esto hace que la cutícula, que es la capa protectora del cabello, salga en peores condiciones”, sostiene.

Es decir, “es como si no se sintetizara bien la queratina, la cutícula no quedara bien pegada externamente al cabello”. Esto que comenta la farmacéutica, evidentemente, tiene efectos negativos y puede provocar un estado capilar que no deseamos. En palabras de Helena Rodero, “esto hace que tengas un cabello menos brillante y menos denso. Y esto ya está demostrado científicamente”.

De hecho, que la cutícula esté cerrada y en buen estado va a hacer que el pelo se domine con mucha más facilidad, se rompa menos y haya menos encrespamiento, dado que “cuando la cutícula se queda abierta, está más expuesta al daño”, considera la farmacéutica. La idea principal con la que nos debemos quedar de esto es que “hay que ir a favor de la cutícula y del cabello”, tal como indica la divulgadora con casi 2 millones de seguidores entre Instagram, Tiktok y Youtube.

Por tanto, lo idóneo es lavar más a menudo el cabello, no siendo perjudicial su lavado diario, siempre que utilicemos los productos adecuados. En este sentido, la experta realiza una comparación con el número de veces que nos lavamos el rostro al día.

La respuesta correcta e ideal es dos veces, aunque también sirve una única vez, mismo número que es extrapolable al cabello. “¿Entonces el cuero cabelludo no es piel?”, cuestiona al aire Rodero. Teniendo esta idea en mente, "hay que saber que en el cuero cabelludo hay más glándulas sebáceas y sudoríparas que en la piel”. 

Se trata de una práctica básica, tal como la cataloga la experta, a lo que añade: ”Quizás no necesitas limpiarte todos los días porque tienes un cuero cabelludo seco, pero dos o tres veces a la semana sí. Sigue habiendo mucha gente que piensa que está bien lavarse una vez cada siete días, diez días o cada quince días”.

las 4 Ideas clave sobre cuánto lavar el pelo

• Si lavas todos los días NO hay ningún problema
• Al menos, debes lavar el cabello un día sí y un día no
• En cuero cabelludo seco, mínimo dos veces a la semana
• Lo ideal sería lavar el pelo tres veces a la semana

El agua, el enemigo principal de las puntas

Si ya lavas tu cabello todos los días o varias veces a la semana y notas que las puntas se te estropean más, se secan más o están más encrespadas, debes estar haciendo algo mal. Sí que es posible que esto ocurra ya que, como cuenta la experta, el cabello entra más veces en contacto con el agua. Según Rodero, “el agua daña de por sí porque deja el cabello más débil y más expuesto al daño”.

La solución y lo importante consiste en dos consejos realmente fáciles de poner en práctica:

1. Frotar solo el cuero cabelludo. Es importante no bajar el champú hacia las puntas y no friccionar las fibras capilares
2. Técnica de prelavado (también conocida como pre-poo o pre-champú). Consiste en “proteger el cabello antes con un acondicionador”.

Este último consejo de la especialista en cabello sobre el método del prelavado es lo que puede suponer un cambio significativo en la salud y aspecto del cabello. Se trata de una técnica nada nueva que viene del método curly y hace más de 20 años que se inventó. La idea principal es “utilizar acondicionador, aceite, mascarilla o lo que quieras antes de ponerte a lavar el cuero cabelludo”. 

Y el hecho de ponerlo en seco tiene un motivo: “Así evitas que entre rápidamente el agua y el champú”, aunque este último acabe llegando a la fibra, pero lo hará de una forma más respetuosa. 

¿Cómo hacerlo correctamente? Helena Rodero nos da la clave: “Antes de meterte a la ducha, pones tu acondicionador de medios a puntas, e inmediatamente, te metes a la ducha a lavarte la cabeza, aclaras todo luego vuelves a aplicar el acondicionador”

De hecho, la experta refiere el gran cambio (para bien) que cualquier melena puede llegar a conseguir gracias a este cambio de método en el lavado, incendio solamente en el cuero cabelludo y aplicando la técnica del prelavado, consejos que le agradecen multitud de personas a través de sus redes sociales.