Louis Ducruet y Marie Chevallier cumplen todos sus deseos y sellan su amor en una boda de ensueño

Fue en febrero de 2018 cuando Louis Ducruet dio el que posiblemente haya sido el paso más importante de su vida: pedirle la mano a su novia, la gran desconocida Marie Chevallier. La pareja se conoció en Estados Unidos, donde estudiaban, y viven juntos en Mónaco, donde han vivido la mayor parte de su noviazgo, que ha durado más de un lustro. Y precisamente ha sido el principado monegasco el enclave escogido por la pareja para su boda, que ha tenido lugar este fin de semana.

Louis y Marie han celebrado su enlace a lo Grimaldi, con doble celebración, civil y religiosa, y rodeados del esplendor y el glamour propio de la familia de Alberto II. Fue el pasado viernes cuando la pareja se casó oficialmente en una ceremonia íntima celebrada en el Ayuntamiento de Mónaco, para la ocasión la novia vistió una original creación de falda pantalón de la firma española Rosa Clará.

Ayer sábado tuvo lugar la ceremonia religiosa y no en cualquier sitio, en la Catedral San Nicolás de Mónaco, el mismo lugar donde, 63 años atrás, se casó el príncipe Rainiero con la preciosa hollywodiense Grace Kelly. Además es donde ambos están enterrados, un lugar lleno de significado para la familia Grimaldi.

La emoción estuvo muy presente durante la boda religiosa, la novia llegó con lágrimas en los ojos y, tras su unión, la felicidad era más que evidente en sus caras. La boda volvió a reunir a toda la familia del príncipe Alberto -a excepción de Charlene, a la que no hemos localizado en la foto de familia que ha visto la luz pública vía redes sociales-, como ya ocurrió en la otra gran boda monegasca de este verano, la de Carlota Casiraghi con Dimitri Rassam.

Louis Ducruet y Marie Chevallier comienzan una vida como matrimonio y lo hacen, de momento, junto a Pancake, su perro. Ambos han compartido sus deseos de convertirse en padres, así que no sería de extrañar que pronto se animen a ampliar la familia.