Durante toda la historia ha habido mujeres que todo lo que tocan lo convierten en tendencia. Y las ‘royals’ suelen ser unas de ellas. Un caso muy específico en el que las reinas y princesas de todo el mundo han impactado enormemente ha sido en la moda nupcial. Sus decisiones a la hora de casarse han impactado no solamente en los sistemas monárquicos o en el protocolo y en los grandes eventos reales, sino que incluso han formado parte, directa e irremediablemente, en la historia de la moda global

Desde la mismísima Reina Victoria, que fue quien popularizó el color blanco en los vestidos de novia, los grandes volúmenes de Sisi Emperatriz que definieron el estilo princesa, o el impactante encaje de Grace Kelly, que hizo evolucionar los diseños aportando glamour y sex appeal a las novias. Todas han conseguido que los looks nupciales de sus majestades sean considerados verdaderos referentes estilísticos. Y esto, por supuesto, siempre tiene alguien que lo firme y se lleve el mérito. 

Lady Di boda
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Pero hay un modelo, mucho más sorprendente por ser tan inesperado, que cautivó por completo a toda una generación. Si no, que se lo digan a los miles de mujeres británicas - y de todo el mundo - que decidieron tomar como referencia el vestido que escogió Lady Di para su boda a la hora de inspirarte para elegir los suyos propios. Poca gente sabe todo lo que esconde, y todo lo que significó y sigue significando, este impactante vestido de novia, puesto que más de 40 años después sigue generando grandes polémicas como la que ahora ha saltado a la palestra en relación con su autoría.  

El inesperado vestido de Lady Di 

Cuando aquel 29 de julio de 1981​ Diana de Gales, radiante, lució su vestido de novia al bajarse de la carroza frente a las puertas de la Catedral de San Pablo, en Londres, el mundo contuvo la respiración por un segundo, completamente impactados. La eterna discreción, sencillez y clasicismo de la que británica había hecho gala durante todo su noviazgo con el entonces Príncipe Carlos desapareció de un plumazo con un diseño donde el dramatismo, y muchos detalles en tendencia, eran los grandes protagonistas. 

El vestido estaba diseñado por David y Elizabeth Emanuel, unos diseñadores que, aunque ya habían hecho alguna pieza para ella, eran “poco conocidos” y no entraban en las quinielas de posibles creadores. Era de tafetán de seda color marfil con una impresionante cola de 7,6 metros y un estilo opulento previendo algo que sería típico de los años 80. Su estructura voluminosa incluía una falda y mangas abullonada 

Boda Lady DI
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Decorado con más de 10.000 perlas y detalles de bordados a mano, el vestido también llevaba un lazo en la cintura que acentuaba su romanticismo. Complementaba el conjunto un largo velo de tul de 138 metros. El velo estaba sujeto por una de las joyas más preciadas de la familia Spencer: la tiara Spencer, que pertenecía a su familia y que aportaba un toque de tradición y conexión con sus raíces. Además, añadieron un gran ramo de flores que caía casi hasta las rodillas en la parte frontal.

La presencia de Lady Di, sin duda, fue impactante. A lo largo de los años, este vestido ha pasado de ser una pieza icónica a una obra que forma parte en la historia de la moda, ya que ahora es estudiado y admirado por sus detalles y simbolismos, reflejando de una manera única la esencia de los ochenta y de un personaje que se ha convertido en cultura pop. 

El secreto “plan b” de los diseñadores.

Pero esta impactante imagen podría no haberse producido. Y es que con los años se ha conocido que la princesa estuvo a punto de no escoger este vestido para su día especial, y contaba con un plan b guardado en el armario. “Estaba un poco neurótica y pensé: ‘¿Qué pasa si alguien entra y roba el vestido o se derrama algo o hay un incendio o me lo roban? ‘Voy a hacer un vestido de repuesto’”, así fue cómo explicó la diseñadora del vestido el porqué de esta curiosa anécdota que muy poca gente conoció en su momento y que se guarda en los armarios del Palacio de Buckingham.

Y en vez de hacer un vestido parecido o similar al protagonista, enfocaron este segundo diseño como algo totalmente diferente. Según explica Kase Wickman en la Vanity Fair inglesa “tenía mangas ajustadas con puños con volantes y no tenía los intrincados adornos bordados a mano ni la cola estilo catedral que tenía el vestido final. También era de un blanco más auténtico que el vestido marfil de Diana”. Un diseño completamente alejado de la esencia del original. 

David y Elizabeth Emanuel
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David y Elizabeth Emanuel

Hubiera sido igual de impactante pero muchísimo, más sencillo. La propia diseñadora no sabe qué paso con esta pieza: “Probablemente, lo reutilizaron, lo rompieron, lo tiraron, ¿quién sabe?”, explica. Recientemente, han replicado este diseño gracias a los bocetos y se podrá ver en el Museo interactivo virtual de la Princesa Diana. Al final, todo salió bien y Lady Di lució divinamente el diseño que pasó a la historia. Y ahora, estamos viendo algún que otro jaleo debido a ello. 

Peleas en los tribunales por la autoría del vestido 

¿Pensabas que un vestido con más de 40 años de historia podría seguir siendo polémico? Pues sorprendentemente sí, y es que acabamos de conocer que se encuentra en medio de un curioso proceso legal debido a sus diseñadores. Y es que David y Elizabeth Emanuel eran un matrimonio feliz mientras idearon, diseñaron y confeccionaron el vestido de Lady Di a principios de los 80. Pero a lo largo de los años el matrimonio decidió separarse y tomar caminos separados en el año 1990. Lo que empezó como una separación amistosa, se fue enturbiando con el tiempo. 

Vestido Lady DI
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En una separación normal, la pareja pelearía por decidir quién se queda la casa, el coche o quizá, algún elemento de decoración que haga particular ilusión, pero en esta ocasión, han estado luchando por algo mucho más simbólico: la autoría del diseño de Lady Diana Spencer. Esto los ha llevado incluso a los tribunales durante 4 años que la pareja lleva luchando para ver quién fue el ideólogo del icónico vestido. 

“Hace cuatro años, David Emanuel demandó a su exmujer y socia por, presuntamente, violar los derechos de autor de los bocetos de diseños que fueron realizados para Lady Di. David aseguraba que Elisabeth había reproducido dichos bocetos, incluido el del famoso vestido de novia, y que los puso a la venta sin su consentimiento”, explican en Vanitatis.

Este caso fue creciendo y creciendo y llego hasta a ser asunto del tribunal Supremo. Pero recientemente, parece que los Emanuel habrían llegado a un acuerdo amistoso antes de que saliera una resolución del juicio y puesto fin a esta guerra judicial, sin aclarar al fin de quién es la autoría del diseño. “Tal como se ha confirmado, Elizabeth se ha mostrado satisfecha de haber dejado atrás las diferencias con David. No han trascendido los detalles del acuerdo, pero, según medios británicos como el Daily Mail, el ex matrimonio está muy contento de haber resuelto el conflicto y ambos han hablado muy bien el uno del otro”, explica Andrea Mori en Look. Sea de quien sea, no cabe duda de que este vestido sigue siendo uno de los más interesantes de la historia.