¿Recordáis la frase publicitaria de “a mí me daban dos”? Pues eso mismo es lo que nos viene a la mente cuando pensamos en un nombre: Cristina de Borbón. Y es que aunque a primera vista podría parecer que estamos hablando de infanta, la hija de Juan Carlos I y Doña Sofía, lo cierto es que también nos podemos referir a su amiga íntima, con la que comparte nombre y primer apellido: Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
Aunque las dos comparten un vínculo tremendamente especial, y por el nombre incluso han podio ser confundidas en diferentes eventos sociales y aristocráticos del país, lo cierto es que cada una tiene una historia vital muy diferente y, por supuesto, también un cargo de representación totalmente distinto en rango y repercusión.
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Por eso, Cristina de Borbón-Dos Sicilias ha conseguido mantener su vida con total privacidad y, si bien suele estar presente en diversos eventos de los ‘royals’, su figura es casi una gran desconocida. Hoy descubrimos mejor quién es esta amiga íntima de la infanta y su manera de ver el mundo.
¿Quién es esta discreta “royal”?
Cristina Isabel de Borbón-Dos Sicilias y Orléans nació en Madrid el 16 de marzo de 1966. Hija de Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma y de Ana de Orléans, su herencia familiar la vincula con varias casas reales de Europa, entre ellas la española, la francesa (Orléans), la italiana y la bávara. Su padre recibió el título de Infante de España en 1964, pese a no pertenecer a una rama reinante. Su hermano Pedro ostenta el título de Duque de Calabria y es uno de los pretendientes al trono del desaparecido Reino de las Dos Sicilias, extinguido tras la unificación italiana.
Es prima del rey emérito Juan Carlos I, y tía segunda del rey Felipe VI, y por ese motivo, aunque ha mantenido una presencia pública limitada, ha asistido a eventos sociales y celebraciones familiares de la Casa Real española, en las que ha participado de forma no institucional. Como por ejemplo los hemos visto juntos en la boda de Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida, entre otros eventos a medio camino entre el compromiso familiar y el protocolo aristocrático.
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Debido a esta curiosa casualidad, con frecuencia se la confunde con la mismísima Infanta Cristina, hija de Juan Carlos I, debido a la coincidencia de nombre y entorno familiar. No obstante, Cristina de Borbón-Dos Sicilias no ha tenido funciones institucionales ni ha formado parte de la línea sucesoria, pero sí que es muy amiga de su tocaya, con la que ha compartido confidencias y algunos de sus mejores momentos.
Casada con un amigo de Felipe
En 1987 contrajo matrimonio con Pedro López-Quesada, empresario y con el que Cristina tiene cuatro hijos: Victoria, Pedro, Álvaro y Ana. Como curiosidad, Pedro es uno de los amigos más cercanos del rey Felipe VI, con quien comparte desde hace años una estrecha relación personal y con frecuentes encuentros, cenas y escapadas a esquiar, especialmente a Baqueira Beret. Esta conexión lo ha situado en el entorno de confianza del rey, tanto a nivel privado como institucional y claro, todo queda en familia porque su mujer hace lo propio con la hermana del monarca.
A nivel profesional, López-Quesada ha desarrollado una carrera profesional en el mundo financiero. Con formación en finanzas en Estados Unidos, lleva desde 1989 trabajando en Citi Group España, donde ha ocupado cargos de alta responsabilidad, como el de director general.
Familia numerosa y un gran apoyo a Cristina
Cristina de Borbón Dos Sicilias tiene una gran familia, concretamente 5 hermanos y hermanas también muy bien posicionados. Paloma, su hermana, está casada con el archiduque Simeón de Habsburgo-Lorena y reside en Liechtenstein junto a sus cinco hijos. Pedro de Borbón-Dos Sicilias, duque de Calabria y aspirante al trono de las Dos Sicilias, está casado con Sofía Landaluce y tienen siete hijos. Inés, artista, vive en Italia con su esposo, un noble napolitano, y sus dos hijos. Por último, Victoria está casada con el armador Markos Nomikos y vive en Grecia con sus tres hijos.
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Aunque todos comparten más o menos vínculos con la familia real, la unión de Cristina con la infanta Cristina es más que palpable. Según explica Nuria Hernández en Vanity Fair, “Cristina visitó en varios momentos a su prima en Suiza (incluso se ocupó de cuidar a sus hijos mientras la infanta estaba en España para asistir al juicio por el Caso Nóos) y juntas suelen pasar tiempo cuando la infanta viene a la capital, donde les gusta salir a cenar con algunas amigas”.
Vida muy tranquila y pasión compartida con Letizia
Si algo ha destacado de esta aristócrata con el nombre “repe” con la infanta es su carácter tranquilo, afable y discreto. Eso ha hecho que su vida transcurra tranquilamente sin generar polémicas o momentos complicados que la hayan puesto bajo el foco público. “En la capital Cristina disfruta siempre que puede de la compañía de su madre, Ana de Orleans, que es una de las personas más cercanas a doña Sofía. Con ella le gusta ir de compras por el barrio de Salamanca y le da siempre su cariño cuando la viuda del duque de Calabria expone sus pinturas en alguna galería”, explica la periodista.
Pero una de sus pasiones específicamente que la une directamente con Letizia: la pasión de las dos por la música y la cultura. Los reyes han coincidido con la pareja en varios eventos culturales durante diferentes ocasiones, como por ejemplo en la inauguración de la temporada del Teatro Real en Madrid, que es una cita ineludible para nuestros monarcas.
Un “reencuentro” gracias a ella
No hace mucho Cristina de Borbón Dos Sicilias ha sido la encargada de que se produzca una sorprendente y esperada imagen. Y es que el pasado verano, en agosto del año 2024, su hija Victoria López-Quesada se casó con Enrique Moreno de la Cova. Hasta ahí, todo parecía una boda semi ‘royal’ normal, pero gracias a eso se produjo el encuentro público y distendido de dos personas muy especiales.
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Y es que en la celebración de esta joven acudieron como invitados tanto su íntima amiga, Cristina de Borbón como su madre, la reina emérita Doña Sofía y una presencia un poco inesperada, ya que acudió a la ceremonia en solitario el propio rey, Felipe VI que además llegaban juntos en el mismo coche. Se consiguió así una fotografía de los dos hermanos juntos en un evento familiar tras meses de rumores de distanciamiento entre los dos y, con el simbolismo de llegar juntos acallaban todos los comentarios.