“Si no te lavas con la frecuencia que tu cuero cabelludo necesita, podrías estar cometiendo un error garrafal”, así de tajante iniciaba su alegato el peluquero Rubén Ramos, al referirse al lavado capilar. Y es que, aspectos relacionados con esta actividad, como son “cómo lavarse el pelo” o “cada cuánto” hacerlo, se han convertido en la gran encrucijada de la actualidad. 

Mientras algunas personas defienden la importancia de lavar su melena a diario para mantener su cabello limpio y fresco, otras muchas alegan que la clave para un cabello sano está en espaciar los lavados lo máximo posible. Pero, ¿Quién lleva la razón en este debate? Y, más concretamente, ¿por qué esta periodicidad es determinante en la salud del cuero cabelludo?

Como asegura Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y experta en dermofarmacia, “el lavado no es solo una cuestión de higiene, sino que constituye un momento clave para cuidar el cuero cabelludo, mantener el equilibrio del microbioma y preservar la salud capilar a largo plazo.”

Lavar el pelo peluquero
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De hecho, “un mal lavado o un producto inadecuado puede generar alteraciones como irritación, descamación o caída”, afirma la farmacéutica, a quien, Rubén Ramos respalda, añadiendo “que si no lavas el cabello con la regularidad que tu cuero cabelludo necesita, podrías estar acumulando cada vez más grasa, por lo tanto, cada vez más hongo, cada vez más inflamación y entonces cada vez más caída”. 

En este residuo de grasa que alega Ramos, precisamente, reside la respuesta al eterno debate, pues, según sea nuestro cabello y nuestra rutina diaria, este agente será mayor o menor y, por tanto, será más o menos largo el periodo entre lavados. No obstante, como nada es tan sencillo como parece en estas líneas, hoy en revista CLARA preguntamos a los especialistas sobre el cómo, cuándo y por qué debemos lavar asiduamente nuestro cabello. 

Por qué debemos lavar el pelo periódicamente

Seguramente, en algún momento de tu vida, hayas sentido que, por más que lavas diariamente tu cabello, este se engrasa con facilidad en cuestión de horas, motivando un lavado diario difícil de ampliar en el tiempo. La respuesta de su porqué reside en el estado de tu cuero cabelludo. 

Como explica Rubén Ramos, “el cuero cabelludo de cada uno de nosotros produce grasa para impermeabilizar el cuerpo, igual que el resto de nuestra piel, y esa grasa es el alimento de hongos que viven en nuestra piel, que no son contagiosos ni son malos, sino que forman parte de la microbiota de la piel, como la malasecia globosa u otros.”

Esta grasa “sana” es una especie de barrera natural que, en colaboración a otros agentes externos, como la contaminación, el uso de determinados cosméticos o la misma manipulación humana (al tocarnos reiteradamente el cabello), generan una capa de suciedad que, si se lava cuando el cabello lo necesita, “es decir, cuando notes que empieza a estar sucio”, como sostiene la farmacéutica Belén Acero, no habrá mal mayor. 

El problema reside en que, a veces, “hay personas con mucha grasa en el cuero cabelludo y, por lo tanto, tienen mucho de ese hongo, o que tienen tendencia a la inflamación. Entonces, su sistema ataca muy rápido ese hongo y eso produce caspa, produce inflamación del cuero cabelludo, y esa inflamación sí produce caída”, derivando en una especie de ‘caída telógena crónica’ que nada tiene que ver con la caída natural al lavar el cabello.

Por lo que, “aunque veas que se te cae pelo cada vez que te lavas, lava tu cuero cabelludo con frecuencia con los productos adecuados”, sostiene el peluquero, ya que este lavado eliminará el exceso de grasa que motiva al hongo y que, por derivado, promueve esta inflamación y pérdida reiterada de cabello. 

Cada cuánto recomiendan los especialistas lavar el pelo

Ahora bien, si ya entendemos por qué es tan importante lavar el cuero cabelludo, entonces debemos preguntarnos cuándo debemos hacerlo, es decir, cuál es la periodicidad que este demanda.

Esto depende, en palabras de Belén Acero, “del tipo de cuero cabelludo y del estilo de vida. Si se practica deporte, se vive en una ciudad con mucha polución o se tiene un cuero cabelludo graso, se debe lavar con más frecuencia. Si, en cambio, tu cuero cabelludo es seco, quizá no necesites lavarlo con tanta frecuencia, pero todos deberíamos lavarlo un mínimo de dos veces por semana”.

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De hecho, en el caso de que, por tu situación, el pelo exija lavarlo diariamente, no habrá ningún problema ni generará ningún daño, como se divulga erróneamente en redes sociales. “Si se usan productos adecuados, no hay ningún problema en lavar el cabello a diario, es más, es recomendable si se necesita, ya que no lavarlo puede llevar a desarrollar problemas en el cuero cabelludo como picor, inflamación o incluso una mayor caída”, sostiene la titular de Farmacia Avenida de América.

Cómo y con qué debemos lavar nuestro pelo

Esta, además, sostiene que “lo ideal es alternar un lavado más en profundidad, con un champú con sulfatos, con uno más suave, con un champú sin sulfatos”. Haciendo, con ello, especial énfasis en los productos utilizados en la rutina de lavado, así como en cómo aplicarlo para que nuestro cuero cabelludo esté en condiciones óptimas.

“Lo más importante en el lavado es elegir el champú en función de cómo es tu cuero cabelludo y sus necesidades. El champú se elige según lo que necesite tu cuero cabelludo, no tu fibra capilar, porque la fibra nunca hay que frotarla con el champú, se limpia simplemente con lo que cae al limpiar el cuero cabelludo. Por ejemplo, en cabellos con necesidades específicas, como grasa, caspa o sensibilidad, conviene usar tratamientos dermatológicos formulados para ese fin”, responde la farmacéutica. 

Mientras que, en lo referido a la aplicación, Belén Acero recomienda que lo “primero será mojar bien el cuero cabelludo con agua tibia, nunca caliente. Luego, aplicar una pequeña cantidad de champú en la palma y emulsionar con un poco de agua antes de distribuir en la raíz. Masajear con la yema de los dedos (nunca con las uñas) y aclarar con abundante agua.”

Además, si hay acumulación de productos o grasa, “conviene hacer una segunda aplicación”, para así enfrentar la reproducción de este hongo e inflamación que mencionaba Rubén Ramos. Después del lavado, pasaremos a “aplicar mascarilla o acondicionador de medios a puntas, evitando la raíz, y finalizar con un aclarado con agua más fría para cerrar la cutícula”, aconseja, por su parte, Karla Pires, farmacéutica y responsable de calidad de Planet Skin.