Seguro que, en más de una ocasión, has investigado qué trucos o buenas prácticas proponen los especialistas para que la melena se vea mucho más fuerte y saludable; sin saber que en actividades tan cotidianas como lavarse el pelo reside el auténtico secreto del éxito capilar.
Como hemos defendido en más de una ocasión, el lavado no es solo una cuestión de higiene, “sino que constituye un momento clave para cuidar el cuero cabelludo, mantener el equilibrio del microbioma y preservar la salud capilar a largo plazo”, asegura Belén Acero, farmacéutica experta en dermofarmacia y titular de Farmacia Avenida América, quién añade que “un mal lavado o un producto inadecuado puede generar alteraciones como irritación, descamación o caída”; siendo la aplicación del champú uno de esos errores más frecuentes y desconocidos.
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No nos malinterpretes, no es que usar champú esté mal; el problema está en cómo lo integramos en nuestra rutina de lavado. Tanto en lo que refiere a su periodicidad -dónde divulgadoras como Boticaria García han confirmado que podemos lavar el pelo tantas veces como este demande-, como en lo que refiere a cuántas aplicaciones de champú debemos realizar en un mismo lavado. En este último punto, nos centramos hoy.
Los especialistas responden: cuántas veces debemos aplicar champú en el pelo
Si bien tener el cuero cabelludo limpio es indispensable para salvaguardar la salud del mismo, también es un hecho que muchas pecamos de error a la hora de aplicar nuestro champú diario. Y es que, lejos de la falsa creencia de que con una sola jabonada bastaba para limpiar nuestro cabello, se ha demostrado que este, en según que casos, demanda de una segunda e, incluso, tercera aplicación.
Pero, ¿cómo podemos saber cuántas veces debemos aplicar champú en un mismo lavado? O, mejor dicho, ¿cómo sabemos cuando el champú, verdaderamente, está limpiando nuestro cuero cabelludo? La clave estará en la espuma que genere tu cabello al entrar en contacto con el producto.
Como defiende Helena Rodero, Farmacéutica especialista en cuidado capilar, “la espuma no significa que el champú limpie mejor o peor, pero sí nos ayuda en el proceso. Cuando aplicas champú sobre la piel limpia, la espuma es el detergente sobrante mezclado con aire. En cambio, si el champú genera poca espuma en el cuero cabelludo, es porque está eliminando suciedad y no queda suficiente detergente libre para formar espuma”.
Por lo tanto, a mayor producción de espuma es sinónimo de un cuero cabelludo más limpio. “Si necesitas dos pasadas para que esa espuma se forme, pues son dos pasadas. Si solamente necesitas una, una pasada; pero si en la segunda pasada todavía no ha formado espuma, tendrás que pasar una tercera”, explica Helena Rodero.
El truco de una farmacéutica para saber qué cantidad de espuma genera nuestro champú
Ahora bien, también es un hecho que no todos los champús actúan igual. Su composición varía y, con ella, también su capacidad para generar espuma, algo que no siempre tiene que ver con lo limpio o sucio que esté el cabello. Es entonces cuando esta guía de lavado, explicada por Rodero, se distorsiona, sin saber si estamos o no aplicando la correcta dosis de champú.
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¿La solución? El truco de la misma Helena, presentado en redes sociales, para saber la espuma que nuestro champú genera, previamente al lavado del cabello: “coge el champú que estés utilizando en ese momento, con las manos limpias, mézclalo junto con agua y observas la cantidad de espuma que forma. Esa es la espuma que debe formar cuando te laves la cabeza”, explicaba la farmacéutica.
Cómo lavar bien el pelo, según las que más saben de cabello
Ahora bien, junto a una correcta aplicación de champú, son muchas las tareas a realizar para alcanzar “la cumbre” de esta higiene capilar. Puntos como la elección del champú, como esparcirlo por el cabello o la frecuencia de lavado pueden ser definitorios para tener una melena más o menos saludable.
Estas son las recomendaciones de expertas más repetidas en lo que refiere al lavado del cabello:
- Elige el champú según las necesidades de tu cuero cabelludo. “Lo más importante es elegir el champú en función de cómo es tu cuero cabelludo y sus necesidades”, introduce la farmacéutica Belén Acero. El champú se elige según lo que necesite tu cuero cabelludo, no tu fibra capilar, porque la fibra nunca hay que frotarla con el champú, se limpia simplemente con lo que cae al limpiar el cuero cabelludo. “Por ejemplo, en cabellos con necesidades específicas, como grasa, caspa o sensibilidad, conviene usar tratamientos dermatológicos formulados para ese fin”, añade la especialista.
- Aplica con cuidado y las veces que hagan falta. En lo que refiere a la técnica de lavado, lo recomendable es “aplicar una pequeña cantidad de champú en la palma y emulsionar con un poco de agua antes de distribuir en la raíz. Masajear con la yema de los dedos (nunca con las uñas) y aclarar con abundante agua”, aconseja la farmacéutica Karla Pires, afirmando seguidamente que, “si hay acumulación de productos o grasa, conviene hacer una segunda aplicación.”
- Incluye productos nutritivos y acondicionadores. Después de lavado, se puede aplicar mascarilla o acondicionador, pero siempre “de medios a puntas, evitando la raíz”, explica Pires.
- Lava tu pelo cuando este te lo pida. A la hora de hablar del tiempo entre lavados, Belén Acero es firme: “El pelo hay que lavarlo cuando sea necesario, es decir, cuando notes que empieza a estar sucio. Esto depende del tipo de cuero cabelludo y del estilo de vida.”
- Y sí, tu ritmo de vida te obliga a lavar el pelo todos los días. “Lo ideal es alternar un lavado más en profundidad con un champú con sulfatos, con uno más suave con un champú sin sulfatos”, sentencia la farmacéutica Belén Acero.