La responsabilidad que Leonor deja desatendida: Felipe afronta solo la obligación que se salta la princesa

Esa ilusión, a veces delirante, de que todo cambia cuando se alcanza la mayoría de edad, tiene mucho de cierto en el caso de Leonor. Ya nunca más gozará de la serenidad relativa de ser una niña a pesar de su condición de 'royal'. Esa misma condición que, tras traspasar la línea de los 18 años, ha implicado cargar con el peso de una larguísima ristra de responsabilidades. Todas recogidas por un mismo paraguas: debe estar preparada para ser la próxima Reina.

Lo más probable es que todavía queden muchos años para ver a la actual Princesa de Asturias ascender al trono. Su padre no lo hizo hasta el 2014, cuando Juan Carlos I, su abuelo, anunció su abdicación. De todos modos, su camino hacia la Corona ya ha comenzado. Es por eso que desde hace ya algún tiempo, incluso antes de ser la joven adulta que es hoy día, ya comenzó a asumir más y más compromisos. Lamentablemente, la heredera ha vuelto a causar baja en una de estas obligaciones, a la que Felipe se enfrenta en solitario.

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La obligación de Leonor que Felipe Atenderá solo como excepción

No es cuestión de voluntad propia, sino de cumplir con otra obligación que se sobrepone a una gestión puntual. Los más observadores de la Casa Real son más que conscientes que desde el pasado agosto de 2023, Leonor se encuentra inmersa en el primero de sus grandes retos que implica su rol de futura soberana. Se trata de su formación castrense. Concretamente, de la primera etapa, pues este primer curso se está formando en el Ejército de Tierra, en la Academia Militar General de Zaragoza. 

Es por eso que, después de dos años viviendo interna en el UWC Atlantic College de Gales, donde cursó el Bachillerato Internacional, la princesa ha vuelto a verse obligada a marcharse de casa. La capital aragonesa se ha convertido en su hogar hasta que termine el año escolar, y a pesar de que intenta conciliar su vida como cadete con el apellido Borbón, no siempre le es posible atender sus deberes reales. Un paradigma que, como excepción, supone que Felipe VI, su padre tenga que asistir sin ella. Así ha sucedido este jueves, 25 de abril.

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Se sabía desde hace semanas atendiendo a la agenda oficial del monarca que en esta jornada tendrían lugar las "actividades de Su Majestad el Rey en Santander, con motivo de la proclamación del Premio Princesa de Girona Investigación 2024, en la cuarta etapa del Tour del Talento". Lo anterior, además de asistir también a una experiencia educativa sobre creatividad con jóvenes. Una iniciativa organizada, precisamente, por la Fundación Princesa de Girona, de la cual Leonor es presidenta de honor. No obstante, la extraordinaria situación de la hija de Letizia no le permitirá estar presente en esta ocasión.

Leonor, centrada en su formación, pero siempre al lado de la familia

A pesar de la distancia que ahora la separa del núcleo duro de la Casa Real, Leonor ha demostrado en más de una ocasión que siempre tiene presentes a los suyos. No solo durante las vacaciones, tanto de Navidad como de Semana Santa, en las que ella y su hermana, la infanta Sofía —ahora también interna en el UWC Atlantic College de Gales— volvieron a casa y disfrutaron del tiempo en familia junto a Felipe y Letizia. Planes tranquilos y mayormente alejados del foco público, aunque durante los últimos días libres sí se dejaron ver, los cuatro juntos y por sorpresa, en la procesión del Encuentro en Madrid.

Más allá de lo evidente por captura, los medios de comunicación también se han hecho eco en los últimos días de un gesto que se sirve como la prueba definitiva de que la princesa está del lado de su clan. Una emotiva determinación que remite al reciente y preocupante ingreso de su abuela doña Sofía en la Clínica Ruber por una infección del tracto urinario. Por suerte, la esposa del emérito mejoró favorablemente gracias al trabajo de los facultativos y ya está recuperada. En cualquier caso, y aunque se hizo saber que el pronóstico era bueno, Leonor no dudó en llamar a la madre de Felipe mientras esta se encontraba en el centro hospitalario. Da igual los años que pasen y el lugar, porque el cariño siempre está.