Carmen Lomana parece estar viviendo una segunda juventud, en lo personal y en lo profesional. A la 'socialité', que pocos formatos de los medios de comunicación le quedaban por pisar, parece que le siguen lloviendo las ofertas laborales. Eso sí, más del magacín que del 'reality', porque atrás quedan aquellos tiempos en los que la de León se atrevía a saltar del helicóptero de 'Supervivientes'. Esta Carmen renovada y serena prefiere las charlas distendidas

Lo anterior, que remite también a su voluntad de abrir el corazón y confesarse sobre algunos de los momentos más complicados de su vida. Así lo ha hecho en una reciente entrevista para el pódcast 'La mala reputación', del digital 'Vanitatis', en la que, a sus 75 años, ha querido poner sobre la mesa las luces y sombras de su propia historia. Corría el año 2012 cuando tuvo lugar uno de los episodios más duros que ha vivido. Un accidente automovilístico que, a pesar de no suceder durante la conducción, pudo haber tenido gravísimas consecuencias.

Carmen Lomana se abre sobre su terrible accidente

Para muchos fue motivo de burla porque los medios lo hicieron saber con el titular de que la empresaria había sido "atropellada por su propio coche".  Y no era mentira, aunque bajo ese chiste popular que se extrajo de la prensa quedaba el hecho de que Lomana podría haber llegado a perder una de sus piernas después de experimentar tan traumático contratiempo. En conversación con Nacho Gay, la televisiva ha reconocido que fue "muy trágico".

"Iba a Asturias y no es que fuera muy buena conductora, pero tampoco mala", ha querido aclarar como respuesta a todos aquellos que se tomaron a risa lo sucedido. Era verano y, al parecer, su chófer habitual estaba de vacaciones, de modo que optó por ser ella quien se pusiera a los mandos del vehículo. Fue a su llegada a la casa de la playa cuando "tras saludar a mi madre, aparco el coche" y "cuando digo que salgan a por las maletas, veo que el coche viene detrás de mí". ¿El motivo? "No había funcionado el freno de mano". Y no fueron pocas las secuelas. De hecho, aquel año se vio obligada a "asistir a Cibeles —a la MBFW— en silla de ruedas".

Carmen Lomana
GTRES

Carmen debía guardar reposo, más después de descubrir que el devenir de los acontecimientos podría haber tenido un resultado todavía peor para ella. Basta con remitir a la declaración más reveladora de esta intervención: "La pierna me dijeron que igual me la tenían que cortar, fue horroroso". Se lo comunicaron en el hospital de Santander donde la trasladaron tras el incidente, cuando "viene una enfermera que me dice: 'Señora, está muy mal. Esa pierna, como no tenga circulación de retorno, mañana se la tenemos que amputar'". Una solución dramática que no fue, pero pudo haber sido, puesto que "se estaba gangrenando". Por suerte, todo quedó en un susto y pudo volver a caminar. Tan grácil como siempre.

El otro gran susto médico que afrontó Carmen Lomana

Más allá de este dramático suceso, la archienemiga de Ágatha Ruiz de la Prada no ha dudado en repasar otro trance relacionado con los hospitales al que tuvo que hacer frente cuando era joven. Un doloroso golpe que está directamente relacionado con una de sus mayores tristezas. "Yo no he podido tener hijos por culpa de un médico que tuvo una mala praxis con un embarazo extrauterino (...) Que el niño se forma en uno de los ovarios, fuera del útero", ha expuesto. A raíz de esta condición, tuvo que pasar por quirófano, en una intervención "a vida o muerte por las hemorragias que me estaba provocando". El relato de una ilusión por ser madre que no pudo ser, aunque con la alegría de que la operación fue satisfactoria.