Es el nombre más buscado. Por la prensa y las cámaras de televisión. Por los súbitos de la Corona británica e incluso por sus detractores. Dentro y fuera de la red. ¿Dónde está Kate Middleton? La gran pregunta sin respuesta que sirve de base para que germinen cada día más rumores, habladurías y teorías de la conspiración. La princesa de Gales ha desaparecido del mapa, con la última noticia de que en enero debía pasar por quirófano para someterse a una cirugía abdominal, cuyo motivo sigue siendo un misterio absoluto. Sin embargo, el hermetismo de la Casa Real no ha conseguido desviar el interés popular por su estado de salud. Ni siquiera una noticia tan alarmante como que Carlos III padece un cáncer. Algo pasa con Kate. Lo saben dentro y fuera de los muros de palacio. Incluso Meghan Markle es consciente de ello.

No porque se haya pronunciado de forma explícita, cabe destacar. Tan solo se sabe evidente que la duquesa de Sussex debe tener constancia de una controversia que ya hace muchas semanas que traspasó fronteras. Sin ir más lejos, fue un medio de comunicación estadounidense en el que publicó primero las 'imágenes robadas' de la esposa del príncipe Guillermo saliendo de Adelaide Cottage dentro de un coche. Un detalle más que terminó por alimentar teorías tan disparatadas como que Meghan podría estar detrás de una filtración interesada. Qué sabe nadie. El caso es que la mujer de Harry sigue con su vida a pesar del drama de su 'enemiga', en unos días felices por la alegría que ha recibido entre los mil y un compromisos de su agenda.

La batalla judicial de la que Meghan Markle se ha librado

Haber renunciado a los derechos y obligaciones reales no exime en ningún caso de tener muchas cosas que hacer en el día a día. Tanto ella como el hijo menor del Rey permanecen ajenos al escándalo que preocupa a los ingleses e incluso apuestan por mostrarse en eventos cargados de significado. Gestos de valor como la pasada intervención de la exactriz en una conferencia con motivo del Día Internacional de la Mujer, así como la solidaridad demostrada al visitar de nuevo a la familia de los afectados por la Masacre de la Escuela Primaria Robb de Uvalde.

Ha sido entre las muestras de un comportamiento que los aleja de cualquier frivolidad aprendida cuando Meghan ha sido conocedora de una noticia que seguro la habrá dejado pletórica. Y es que Charlene Edwards Honeywell, la jueza encargada del caso por la demanda que su hermana Samantha había interpuesto contra ella, ha terminado por darle la razón antes de comenzar el juicio. Un alivio total que frena la enésima disputa familiar de la duquesa y que ha quedado resuelto por la falta de evidencias. "El tribunal determina que la declaración de la acusada no es objetivamente verificable ni está sujeta a pruebas empíricas", ha precisado la jueza.

Kate Middleton y Meghan Markle
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"La demandante no puede refutar plausiblemente la opinión de la demandada sobre su propia infancia", ha sentenciado también Edwards. Además, el 'Daily Mail' ha confirmado también que esta desestimación se trataría de un parecer permanente por parte del tribunal, pues vista la falta de indicios para condenar a su hermana, Samantha no podrá volver a denunciar a Meghan nunca más acogiéndose a los mismos motivos. De este modo, la nuera de Carlos III no deberá lidiar con la tediosa gestión de asistir a los tribunales de Tampa, en Florida, como estaba previsto para el próximo mes de noviembre.

La complicada relación de Meghan y Samantha Markle

Pero, ¿qué fue lo que pasó entre ellas para que una terminase demandando a la otra? Lo cierto es que esta batalla judicial sobre unos comentarios que la magistrada ha llegado a considerar "sustancialmente ciertos" viene de atrás. Al fin y al cabo, el clavo ardiendo al que Samantha se agarraba para reclamar a la duquesa de Sussex la contundente cifra de 75.000 dólares por daños y prejuicios, no ha sido otra cosa que la forma en la que la 'royal' ha narrado sus vivencias del pasado. Véanse su entrevista con Oprah Winfrey o el documental sobre su vida para la plataforma Netflix. 

Samantha Markle
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La relación entre Samantha Markle y su hermana, aparentemente maravillosa en el pasado, habría comenzado a volverse hostil allá por el 2017, cuando Meghan comenzó a obtener reconocimiento por su trabajo de intérprete en ficciones tan exitosas como 'Suits'. El distanciamiento se habría visto potenciado en el momento que comenzó su relación con Harry, hasta el punto de que en marzo de 2022 comenzó la guerra de las demandas. Samantha remitía a una historia de "pobreza y riqueza" presuntamente falseada para difamar a sus allegados. Dos años después, y tras una larga lista de recursos y reproches por la vía burocrática, la justicia le ha dado la razón a la duquesa. Meghan ha ganado y los lamentos de su hermana son ya papel mojado.