Looks que dan miedo

Las celebrities peor vestidas del 2016

Directora de Estrategia Digital

Actualizado a20 de diciembre de 2016, 16:59

El ¿vestido? de Emily Ratajkowski

La palabra "vestido" le queda un poco grande, y nunca mejor dicho, a esta especie de falda baja con dos tirantes anchos. Si la idea era no dejar nada a la imaginación, sin duda la modelo estadounidense lo ha conseguido.

El vestido de cuerdas de Jennifer Lopez

Cual pavo relleno de Navidad, el vestido de la actriz y cantante rodea de cuerdas sus generosas curvas para mantener el "relleno" en su sitio. Sin palabras nos hemos quedado al ver los cortes laterales para lucir flancos y la caída de la falda, más parecida a una cortina veneciana que a un vestido de fiesta.

El conjunto estampado de Tory Burch

¿Quién eres tú y qué has hecho con una de las diseñadoras de más éxito en Estados Unidos? Esta es la única pregunta que se nos ocurre al ver el indescriptible conjunto de Tory Burch al que no le falta detalle: cuello plisado circense, flecos de cortinajes en los costados, mezcla de estampados geométricos mareantes. La puntilla: el fular con volantes que rodea el cuello, ¿De verdad era necesario?

El vestido tapete de Vanessa Paradis

La línea rancia del vestido tubo con enormes botones no había forma de levantarla, y menos con una pieza de encaje blanco saliendo por el bajo que recuerda peligrosamente a los tapetes de ganchillo que decoran las casas de las abuelitas.

El vestido cortina de Amber Heard

Seguimos con la decoración de interiores y con las ex mujeres de Johnny Depp. Y es que la modelo y actriz estadounidense Amber Heard parece haber querido emular a la mítica Escarlata O'Hara confeccionando un modelón con las cortinas de su casa, pero con un resultado de lo más espeluznante.

El vestido fluorescente de Adwoa Aboah

A la modelo británica se le ha ido de las manos lo de no pasar desapercibida. El color es poco menos que cegador, más apropiado para cambiar una rueda en una carretera a oscuras que para triunfar en una fiesta.

El vestido de muñeca de Elle Fanning

Todos esos volantes de encaje en cascada hacen un flaco favor a la silueta alargada de la actriz estadounidense, que remata con una gran lazada negra con floripondio incluido... Más apropiado para una muñeca antigua en una vitrina que para lucirlo en la alfombra roja.

El estilo deportivo arreglado de Kim Kardashian

La verdad es que la celebrity norteamericana nos lo pone fácil a la hora de elegir un modelo horrendo. Y este no nos ha defraudado: el body lencero que enseña más que lo que tapa, combinado con el pantalón de chándal y las sandalias de tiras de tacón, se merece un puesto de honor en su top 10 de desaciertos estilísticos.

El mono rojo de Jennifer Lopez

La actriz y cantante de origen hispano es otra asidua de las listas de las peor vestidas y reincidente por méritos propios en la nuestra. Esta vez nos sorprende con un mono hiperajustado, megaescotado y superbrillante, consiguiendo incumplir todas las normas de sencillez y sobriedad que una prenda roja debe reunir para resultar favorecedora.

El vestidito blanco de Kristen Stewart

Los volúmenes excesivos son una elección peligrosa. La actriz se ha equivocado con las mangas de repollo de este sencillo vestido blanco, que por lo demás no está nada mal. Nos han entrado ganas de emular a la actriz Jamie Lee Curtis en la película Mentiras arriesgadas y arrancar de un tirón esas desafortunadas mangas, peinar con el agua de un jarrón esos rizos de querubín y alisarle el pelo hacia atrás en un look wet más favorecedor...

El vestido folclórico de Alicia Vikander

No encontraríamos nada malo en este vestido si se tratara de una reunión internacional de trajes regionales; pero cuando se trata de lucirlo en una alfombra roja en lugar de sirviendo jarras en la Oktoberfest, la elección es cuanto menos desafortunada.

La túnica de Adriana Lima

Más parecida a un camisón que a un vestido de gala por el tejido de raso cutre que crea unas antiestéticas arrugas. Y lo combina con un remate de encaje negro que crea un contraste muy desacertado. El escotazo exagerado y la abertura de la falda consiguen vulgarizar a la modelo brasileña, que de pibonazo ha pasado a hortera.