Señales importantes

Amor líquido: cómo saber si tu relación está en peligro y 4 maneras de afrontarlo según una psicóloga de parejas

Este concepto, acuñado por el filósofo Zygmunt Bauman, ha ganado popularidad en España y describe una nueva (y triste) forma de relacionarse y desarrollar relaciones personales.

amor líquido

Escena de 'Pared con pared', de Netflix.

@netflixes
Begoña Bernáldez
Begoña Bernáldez

Periodista especialista en estilo de vida, actualidad y SEO

monia presta
Monia Presta

Psicóloga Clínica, especialista en gestión emocional y terapia de pareja

Actualizado a

¿Sientes que tu relación no tiene un rumbo definido, y que hay días que funciona muy bien, pero otros no tanto? Entonces atenta, porque puede que lo que tengas en realidad sea un amor líquido (y créeme, te conviene reconocerlo cuanto antes).

El amor líquido es un concepto que ha ganado popularidad en España y que describe una nueva forma de relacionarse y desarrollar relaciones personales. Este término se refiere a una visión del amor en la que las relaciones son frágiles y efímeras, donde los compromisos a largo plazo ceden ante la gratificación inmediata y las conexiones desechables. ¿Es posible que tu pareja esté contigo por estar, o que tu relación esté mostrando señales de convertirse en un amor líquido sin que te hayas dado cuenta?

Si estás experimentando un amor que está perdiendo solidez, pero no sabes a qué se debe, es importante que sepas identificarlo y qué hacer al respecto. Para ello, te damos las claves para saber si es el tipo de amor que tienes, y qué hacer en caso de que notes que el amor con tu pareja es líquido.

Te contamos qué es exactamente es 'amor líquido'

El amor líquido, un término acuñado por Zygmunt Bauman en 1950, es según este filósofo polaco una consecuencia de la sociedad de consumo, en la que estamos acostumbrados a tener todo a nuestro alcance y a cambiar de opinión rápidamente.

Las relaciones con amor líquido se caracterizan por no tener un compromiso marcado o a largo plazo y por la falta de comunicación, y pueden terminar en cualquier momento (de un momento a otro, sin que te des cuenta).

Sí, actualmente tu relación es oficial y parece estable, pero no tienes la seguridad de que tenga fecha de caducidad. Sientes que tampoco tienes el control de tu relación y no sabes qué esperar de su pareja. Según Bauman, esta liquidez erosiona la solidez de ese lazo afectivo, dejándote en un estado de constante inseguridad y ansiedad emocional.

¿Es tu relación de tipo 'líquido'? Así puedes saberlo

Si estás experimentando una situación con tu pareja en la que no tienes la seguridad de si durará o no, y en la que no hay un compromiso a largo plazo, es posible que estés en una relación de amor líquido. Algunas señales, aunque sutiles, pueden ser muy reveladoras.

  • Falta de comunicación. Si no tienes una comunicación abierta y honesta con tu pareja, y tendéis a evadir conversaciones sobre el futuro, es posible que estés en una relación de amor líquido. Esto puede derivar en falta de confianza y distanciamiento emocional.
  • Falta de compromiso. ¿No hay un compromiso a largo plazo en tu relación? Entonces, ve preparándote para el final.
  • Hoy te quiero, mañana no tanto. La fluctuación constante en los sentimientos y la incapacidad para establecer una conexión emocional sólida y duradera también es una señal de que tu relación puede estar navegando en un terreno de amor líquido.
  • Falta de confianza. Si no hay confianza en tu relación, ya sea por su parte, por la tuya o por la de ambos, es signo de que no va en buena dirección. La falta de confianza puede llevar a la desconfianza y a la desconexión emocional.
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Observa también cómo se comporta tu pareja contigo. ¿Hay una tendencia a buscar gratificación instantánea sin compromiso a largo plazo? ¿Evitáis las conversaciones difíciles sobre planes como iros a vivir juntos, tener hijos, etc? Estos comportamientos, junto con todo lo anterior, te acaban de revelar (desafortunadamente) que tu relación está caracterizada por el amor líquido.

Qué puedes hacer ahora que sabes que el amor con tu pareja es líquido

Si has averiguado que la relación con tu pareja va en esta dirección, tranquila, no significa que esté del todo muerta. Pero sí es importante que tomes medidas para abordar la situación. 

Comunícate con tu pareja

Es importante que hables abiertamente y honestamente con tu pareja sobre tus sentimientos y preocupaciones. Comunícale lo que te preocupa, lo que te gustaría cambiar y tus deseos con respecto al futuro de la relación.

Una comunicación abierta y honesta es crucial para mantener una relación saludable. Es fundamental expresar los propios sentimientos y emociones sin culpar al otro, fomentando un ambiente de comprensión y empatía mutua

Los conflictos sí son buenos

En una sociedad marcada por la inmediatez y la superficialidad, es importante resistir la tentación del "yaísmo" y cultivar relaciones significativas y duraderas. Esto implica entender que el conflicto no es necesariamente negativo, sino una oportunidad para crecer y fortalecer la conexión emocional.

Aprender a gestionar los conflictos de manera constructiva proporciona oportunidades para identificar áreas de mejora y crecimiento, tanto individual como como pareja.

Además, es fundamental comprender que la felicidad individual no depende del otro, sino de uno mismo, y que el verdadero amor implica apoyar y acompañar al otro en los altibajos de la vida.

Establece metas y compromisos

Si quieres que tu relación sea más sólida, es importante que establezcas metas y compromisos a largo plazo. Esto puede implicar establecer compromisos mutuos y trabajar juntos para fortalecer la conexión emocional. Sin embargo, también es importante estar preparada para aceptar que algunas relaciones simplemente no están destinadas a perdurar en el tiempo, y estar dispuesta a dejar ir cuando sea necesario.

Busca ayuda

Si tienes dificultades para comunicarte con tu pareja o si sientes que la relación está en peligro, es posible que quieras o necesites buscar ayuda profesional. Una psicóloga de parejas, como Monia Presta, autora de 'Tu cerebro emocional', puede ayudarte mediante su Terapia Integradora Estratégica a mejorar la comunicación y a encontrar soluciones a los problemas de tu relación.

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De amor líquido a amor duradero: los 3 componentes que debes conocer

Habéis resuelto vuestras diferencias y parece que vuestro amor se ha dado otra oportunidad. Pero, ¿cómo saber si será duradero y saludable? Pues básicamente, conociendo los tres pilares fundamentales sobre los que se construye: la filia, el eros y el agape. Estos componentes, inspirados en antiguas nociones griegas, ofrecen una guía invaluable para que cultives relaciones sólidas y significativas en el mundo moderno. Si aunque sea uno falla, será difícil que tu relación sea duradera.

Filia: la amistad en la pareja

La base de cualquier relación sólida es la amistad. La filia, que significa amistad en griego antiguo, es el cimiento sobre el cual se erige el amor duradero. Dos personas que comparten una conexión genuina y profunda, en la que pueden abrirse sin miedo al juicio, forman una pareja que trasciende las fluctuaciones emocionales. En esta relación, cada individuo se convierte en un refugio seguro para el otro, capaz de compartir sus pensamientos, sentimientos y deseos más íntimos.

Eros: la intimidad sexual

La intimidad sexual, conocida como eros en griego, es otro componente esencial del amor duradero. Esta dimensión de la relación no solo implica la satisfacción física, sino también la capacidad de comunicarse abiertamente sobre los deseos y necesidades sexuales.

Es crucial que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos hablando sobre sus preferencias y estableciendo límites mutuos. Sin la conexión íntima que proporciona el eros, la relación puede carecer de la profundidad necesaria para perdurar en el tiempo.

Agape: el amor de compromiso

El agape, o amor de compromiso, representa la aceptación incondicional y el apoyo mutuo en la relación. Esta forma de amor implica la capacidad de aceptar al otro tal como es, con todas sus virtudes y defectos. Es fundamental que cada individuo asuma la responsabilidad de su propio bienestar emocional y no espere que su pareja resuelva sus problemas personales.

Además, el agape implica la existencia de un proyecto común compartido, en el cual ambas partes trabajan juntas hacia metas y valores compartidos.

Aunque el amor líquido puede ser un reflejo de la sociedad en la que vivimos, no siempre ha de determinar tu destino. Con las pautas adecuadas y sabiendo qué quieres realmente en tu vida, seguro que encuentras el amor verdadero y duradero, aunque ese no sea el actual.