A veces nos centramos demasiado en cómo vestir elegante sin reparar en que la elegancia es un concepto más amplio que implica otros factores además de las prendas que elegimos. En este sentido, hablar de forma elegante es más importante de lo que creemos. Y es que tendemos a pensar únicamente en nuestra indumentaria para ser elegantes, mientras nuestra forma de hablar es definitiva. 

El tono, la velocidad y las palabras son parte siempre importante de una correcta comunicación verbal y nos pueden sumar o restar elegancia. ¿Qué errores cometemos que juegan en nuestra contra y qué podemos hacer para ser más elegantes desde nuestras palabras? ¡Toma nota de estos consejos de  imagen personal!

5 errores que te restan elegancia al hablar

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Hablar demasiado rápido

Es un hábito poco elegante que además estresa al interlocutor. En su lugar, intenta hablar pausadamente, jugando con los silencios de forma coherente para enfatizar tus palabras.

Hablar demasiado alto

Hablar con un tono muy alto resulta molesto e incluso irritante para los demás. Procura modular el volumen de tu voz siempre teniendo en cuenta el contexto y evita gritar para centrar el protagonismo o hacerte entender.

Utilizar palabras mal sonantes

Aunque algunas personas piensen que los tacos y las expresiones vulgares les empoderan, en realidad es algo que ofende los oídos y siempre resta elegancia. Tampoco funcionan en clave de humor, sobre todo si pretendes derrochar elegancia. No hay nada que choque más con un buen estilismo que una palabra malsonante.

Las coletillas

"En plan...", "osea", "¿me entiendes?", "vaya", "¿vale?", "a ver", ... Son esas expresiones recurrentes que muchas personas utilizan exageradamente para ganar fluidez en la conversación. En realidad, lo que demuestran es una cierta pobreza en el vocabulario y las construcciones orales. Evita abusar de ellas y busca alternativas para no sonar repetitiva.

Pronunciar mal las palabras

A no ser que seas extranjero o hayas cometido un error de dicción puntual, pronunciar mal ciertas palabras al hablar te restará elegancia de manera fulminante. Nos referimos a expresiones incorrectas como cocreta, excéptico, veniste, esparatrapo, dijistes, de motu propio, etc.

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5 detalles que denotan elegancia

En cambio, hay otros detalles que caracterizan al hablar a las personas elegantes. Como estos:

Pensar qué se va a decir

La coherencia es un rasgo que denota elegancia y, para conseguirla, es imprescindible detenerse a pensar en lo que se va a decir. No precipitarse y decir lo primero que se pase por la mente. Para ello, es posible que sea necesario hablar de forma más pausada e incluso mostrarse reflexivo, lo que redundará en una mejor imagen.

Saber utilizar los silencios⁠⁠

Para enfatizar es más que recomendable utilizar silencios antes y después de lo importante. Debemos tener en cuenta que llama más la atención un silencio oportuno que subir el volumen innecesariamente. Además, es algo que jamás molesta.

Pertinencia

Significa utilizar para cada concepto la palabra más adecuada, en lugar de términos generales y comodines. Un buen vocabulario es importante para transmitir una imagen elegante al hablar.

Saber escuchar y mostrar interés

Significa que al hablar mostramos interés por lo que nos dicen en lugar de centrarnos en hablar y hablar sin prestar atención a lo que dice el resto. Hay que evitar mantener una especie de monólogo en el que solo se aprovechan las palabras del otro para pensar en lo siguiente que se va a decir.

Evitar la crítica destructiva

⁠⁠Decir "Yo creo" o "Yo pienso" es preferible a categorizar directamente. Por ejemplo: decir “Opino que es feo” o “A mí no me gusta”, en lugar de sentenciar diciendo "Es feo". Otro ejemplo fácil de comprender: decir "¿Me he explicado bien?”, en lugar de “¿Lo entiendes?”