Evitarás riesgos

12 cosas que debes sacar del baño de inmediato

Descubre los peligros ocultos de guardar en el cuarto de baño el cepillo de dientes, las toallas, los medicamentos, el maquillaje, o los utensilios de manicura...

nacho benavides
Nacho Benavides

Periodista especializado en cocina, hogar y decoración.

Actualizado a

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1. Cepillos de dientes

Aunque parezca mentira, dejar el cepillo de dientes en un vaso en el lavamanos puede tener consecuencias desastrosas. Según algunos estudios, en el 60% de los cepillos de dientes que dejamos a la vista hay restos fecales y bacterias. Y es que, si no lo guardas, puede sufrir salpicaduras de todo tipo, y no secarse del todo por la humedad persistente. Lo mejor después de usarlo es secarlo y guardarlo en un lugar cerrado y seco, o en un estuche para cepillo de dientes.

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2. Pastillas de jabón

A pesar de que resultan súper estéticas y tienen un encanto especial, las pastillas de jabón no son muy recomendables. Los dispensadores de jabón líquido son mucho más higiénicos, ya que no van acumulando los restos de suciedad cada vez que te lavas.

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3. Toallas

Sí, tampoco es muy recomendable guardar las toallas en el baño. La presencia de humedad constante puede hacer proliferar el moho y otros patógenos no deseados. Lo ideal es guardarlas en un lugar seco y aireado. Y si no tienes más remedio que guardarlas en el baño, ventilarlo periódicamente.

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4. Medicamentos

Poner el botiquín en el baño es un clásico que no estaría nada mal abandonar de una vez por todas. La buena conservación de las medicinas requiere ambientes secos y temperaturas moderadas.

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5. Perfume

El calor y la humedad del cuarto de baño aceleran el proceso de oxidación del perfume, provocando que su aroma varíe y hasta se estropee. ¿Dónde ponerlo, entonces? En el tocador del dormitorio o en el vestidor, dos zonas secas y con una temperatura más uniforme.

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6. Maquillaje

Tres cuartos de lo mismo. Al igual que el perfume, el maquillaje y otros productos cosméticos pueden estropearse por la humedad y los cambios bruscos de temperatura.

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7. Joyas y bisutería

Tener las joyas y la bisutería en el baño es una práctica tan habitual como perjudicial. Una vez más, la humedad abundante y recurrente puede oxidar los metales o deformar otros materiales de tus alhajas preferidas. Lo ideal es tener una caja especial donde guardarlas para que no estén expuestas a estos peligros.

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8. Cuchillas de afeitar

Al tratarse de un utensilio metálico, las cuchillas de afeitar u otras herramientas para rasurarse o depilarse pueden correr la misma suerte que las joyas y la bisutería: oxidarse. Y en este caso, al daño estético se sumaría la posibilidad de cortar mal y provocar heridas. Así que fuera del baño o guardadas a buen recaudo.

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9. Utensilios de manicura

Tanto el esmalte de uñas como los utensilios para hacerse la manicura tampoco deberían estar en el baño. Los esmaltes, como sucede al maquillaje y los perfumes, pueden estropearse con los cambios de humedad y temperatura. Y los utensilios metálicos, oxidarse y deformarse. En el vestidor o el dormitorio estarán sanos y salvos.

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10. Electrodomésticos no resistentes al agua

Transistores de radio y otros electrodomésticos que no se puedan mojar, mejor desterrarlos del baño. No solo se pueden estropear si se mojan, sino que también podrían provocar algún accidente peligroso si tienen cables y caen a la bañera mientras están conectados a la corriente, por ejemplo.

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11. Revistas

Aunque a muchos les guste usar el baño como sala de lectura, aparcar las revistas junto al inodoro no es una gran idea si quieres evitar los efectos indeseados de la humedad.

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12. Y libros

Al igual que las revistas, los libros no deberían dejarse en el cuarto de baño. La combinación de humedad y papel no solo puede dificultar la lectura, sino también ser refugio de insectos y el lugar ideal para la proliferación del moho.

Sin saberlo, estamos guardando en el baño productos y utensilios que solo deberían entrar en esta estancia en contadas ocasiones. Si quieres saber cuáles son y cómo combatir los peligros que entraña su presencia en el cuarto de baño, sigue leyendo.

Para combatir la suciedad y el moho

  • El cepillo de dientes. Sí. Aunque parezca mentira, dejar el cepillo de dientes en un vaso en el lavamanos puede tener consecuencias desastrosas. Según algunos estudios, en el 60% de los cepillos de dientes que dejamos a la vista hay restos fecales y bacterias. Y es que, si no lo guardas, puede sufrir salpicaduras de todo tipo, y no secarse nunca del todo por la humedad persistente. Lo mejor después de usarlo es escurrirlo bien y guardarlo en un lugar cerrado y seco, o en un estuche para cepillo de dientes.
  • Las pastillas de jabón. A pesar de que resultan súper estéticas y tienen un encanto especial, las pastillas de jabón no son muy recomendables. Los dispensadores de jabón líquido son mucho más higiénicos, ya que no van acumulando los restos de suciedad cada vez que te lavas.
  • Las toallas. Tampoco es muy recomendable guardarlas en el baño. La presencia de humedad constante puede hacer proliferar el moho y otros patógenos no deseados. Lo ideal es guardarlas en un lugar seco y aireado. Y si no tienes más remedio que guardarlas en el baño, ventilarlo bien a diario.

Para evitar la humedad constante y los cambios de temperatura

  • Los medicamentos. Poner el botiquín en el baño es un clásico que no estaría nada mal abandonar de una vez por todas. A veces, pueden llegar a perder sus propiedades o estropearse antes de la fecha de caducidad indicada. La buena conservación de las medicinas requiere ambientes secos y temperaturas moderadas.
  • El perfume. El calor y la humedad del cuarto de baño aceleran el proceso de oxidación del perfume, provocando que su aroma varíe y hasta se estropee. ¿Dónde ponerlo, entonces? En el tocador del dormitorio o en el vestidor, dos zonas secas y con una temperatura mucho más uniforme.
  • El maquillaje. Tres cuartos de lo mismo. Al igual que el perfume, el maquillaje y otros productos cosméticos pueden estropearse y degradarse por la humedad y los cambios bruscos de temperatura. Además, algunas bacterias se pueden instalar en estos productos tan ricamente. ¡Fuera del baño!
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Para huir del óxido a toda máquina

  • Joyas y bisutería. Tenerlas en el baño es una práctica tan habitual como perjudicial. Una vez más, la humedad abundante y recurrente puede oxidar los metales o deformar otros materiales de tus alhajas preferidas, como el cuero o la tela, por ejemplo. Lo ideal es tener una caja especial donde guardarlas para que no estén expuestas a este peligro.
  • Las cuchillas de afeitar. Al tratarse de utensilios metálicos, las cuchillas de afeitar u otras herramientas para rasurarse o depilarse pueden correr la misma suerte que las joyas y la bisutería: oxidarse (incluso antes de usarlas). Y en este caso, al daño estético se sumaría la posibilidad de cortar mal y provocar heridas. Así que a guardarlas a buen recaudo alejadas del baño.
  • Utensilios de manicura. Tanto el esmalte de uñas como los utensilios para hacerse la manicura tampoco deberían estar en este cuarto. Los esmaltes, como sucede al maquillaje y los perfumes, pueden estropearse con los cambios de humedad y temperatura. Y los utensilios metálicos, oxidarse y deformarse. En el vestidor o el dormitorio estarán sanos y salvos.
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Y para evitar otros peligros imprevistos...

  • Electrodomésticos no resistentes al agua. Transistores de radio y otros electrodomésticos que no se puedan mojar no solo se pueden estropear si se mojan, sino que también podrían provocar algún accidente peligroso. Por ejemplo, si tienen cables y caen a la bañera mientras están conectados a la corriente.
  • Libros y revistas. Aunque a muchos les guste usar el baño como sala de lectura, aparcar los libros y las revistas junto a la bañera o el inodoro no es una gran idea. La combinación de la humedad y el papel no solo puede dificultar la lectura, sino también ser refugio de insectos y el lugar ideal para la proliferación del moho.

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