Entrevista

Moderna de Pueblo: "Me encantaría que se pudiera teletrabajar los días que tienes la regla"

Raquel Córcoles, más conocida como Moderna de Pueblo, acaba de publicar "Coñodramas", un cómic feminista que reflexiona sobre temas que afectan a muchas mujeres treintañeras.

moderna de pueblo
Beatriz Tafaner
laura perez llorca ok autor
Laura Pérez Llorca

Directora Digital de CLARA.

Actualizado a

El personaje de Moderna de Pueblo lleva casi una década dando voz a nuevos conceptos de la vida moderna femenina. Le ha puesto nombre a cosas que muchas hacíamos, como dar una putivuelta en los bares o posturear. El año pasado fue una de las responsables de que el succionador de clítoris llegara a nuestras vidas para quedarse. Sus viñetas explican con humor todo lo que afecta al mundo femenino. Desde temas más ligeros hasta otros más profundos que han llegado para cambiarlo todo. Nos referimos al feminismo. Y ahora acaba de publicar Coñodramas, un cómic en el que unas superheroínas muy reales se enfrentan a los obstáculos que se encuentran las mujeres en un mundo diseñado por y para hombres.

Hemos hablado con Raquel Córcoles, la creadora de Moderna de Pueblo, sobre temas tan dispares como si pintarte los labios es feminista o si algún día dejaremos de avergonzarnos por llorar en el trabajo.

  • Llevo años pasándome tus viñetas con mis amigas, siempre decimos: ¡es como nosotras! ¿Sientes esa identificación del público con tu trabajo?

Sí, y lo siento como un apoyo. Como cuento en el libro, cuando empecé a publicar en medios con un público masculino, sentía poco apoyo por parte de los lectores. Como si tuviese un público prestado. En redes pasó lo contrario: apoyo, identificación, se entraba al trapo con cualquier cosa que publicaba. Eso es lo que hizo que Moderna de Pueblo creciera. El boca a boca pero en redes.

  • Personas trans, veganismo, el Satisfyer en su momento…, das en el clavo con todos los temas sobre los que dibujas. ¿Cómo los eliges?

Me vienen solos. Cuando vine a la ciudad me encantaba hablar de los modernos porque para mí era gente a la que intentar comprender, que iban a la última. Ahora me pasa con otros temas que no son de tendencias culturales o de modas. Una amiga me habla de la copa menstrual, por ejemplo. Quizás en ese momento no le doy importancia, pero de repente otra amiga también lo menciona y digo, uy. Me informo y se me enciende el click para hablar de ello en Moderna de Pueblo. Hay que estar atenta. Lo más motivador es encontrar esos nuevos temas.

Lo que estoy intentando hacer con Carlos (Carlos Carrero, co-guionista y alma empresarial de Moderna de Pueblo) es dar voz a todas las mujeres que tienen un discurso interesante y que me parecen inspiradoras. Tenemos muchísimo público en las redes de Moderna y es como si invitases a esas mujeres a tu plató. No quiero apropiarme de sus discursos sino aliarme con ellas para sacarlo a la luz. Recientemente he trabajado con Març Llinàs, Penny JayG o Erika Irusta.

  • ¿Qué repercusión tienen tus cómics y viñetas en inglés? ¿Se entienden igual que en España?

Cuando empezamos vimos que es complejo trasladar el humor, pero aún lo es más cuando entramos en temas feministas o de género. Nos costó arrancar, pero dimos el salto cuando publicaciones como Feminist, que tiene millones de seguidores, colgó una viñeta sobre amamantar y tuvo mucha repercusión.

  • ¿Cómo gestionas las contradicciones femeninas? Que si usamos el rosa, que si nos depilamos o no...

Con una contradicción constante. Ya tengo bastante con tener que depilarme que ahora también me van a criticar por depilarme en sí. El objetivo es liberarnos de las imposiciones y las que tú decidas tener porque te gustan –aunque sabemos que si hubieras nacido en otro planeta no le encontrarías ningún placer a pintarte los labios rojos o ponerte tacones–, quédatelas, que ya bastante tenemos. Hay que ser imperfecta. Yo considero que el feminismo me ha liberado de muchas cosas, pero tienes que encontrar tu paz.

  • “Pero si no estamos tan mal”, “yo apoyo la igualdad de la mujer pero no así”, “no necesito que nadie defienda nada por mí”…, ¿cómo contestas a este tipo de comentarios?

Me dan más pereza que las pelis de superhéroes. Yo siempre tengo la actitud de querer explicar, de convencer con humor…, pero a veces da pereza. Gracias a que el feminismo se ha puesto de moda al menos el nivel 1 se ha esparcido. La gente tiene unas nociones.

  • En la historia de Zorry o Gordi en Coñodramas se ven entornos laborales con hombres... ¿Cuándo crees que dejaremos de ver a mujeres en puestos de responsabilidad con rasgos típicamente masculinos? ¿Cuándo podremos llorar en el trabajo y no pasará nada?

Cuando trabajaba en una agencia de publicidad, toda mi carrera se había mantenido en un 7 u 8 sobrio. El día que lloré en el trabajo yo vi como mi ranking de profesionalidad bajaba al 4,5 y pensé: ¿cómo recupero esa imagen de seriedad? Aquí hay algo que está montado por y para hombres. Se entiende bien que el jefe dé un portazo y esté de mal humor. Dicen, para eso está. Pero si lloras, se entiende mal.

Aunque he vivido la situación contraria por ejemplo en la empresa Tan Tan Fan, que monté con Carlos. El equipo estaba formado en su mayoría por mujeres. Ahí llorar era una forma normal de reaccionar a una crisis que había. Un ambiente cry-friendly. Y sé que hay más empresas que llevan mujeres y están funcionando de otra manera.

  • En el cómic, el personaje de Gordi propone teletrabajar los días que tienes la regla...

Me encantaría que se pudiera teletrabajar los días que tienes la regla. A mí la regla me afecta un montón y he tenido un conflicto con esto. Empecé a notar que no era feminista hablar de la regla. Luego entendí que claro que es feminista, lo que no es feminista es tener que ocultarlo. Que nos perjudique en un entorno laboral porque nos quite seriedad…, es lo mismo que llorar. Fingimos que no pasa. Hice una encuesta en las redes de Moderna de Pueblo y más de un 80% de personas que menstrúan sienten que las hormonas les hacen vivir en una montaña rusa. Comprenderlo es muy importante. Hace que te esperes a contestar el mail cuando baje esa furia. A veces las empresas se mueven por querer molar, como lo de habilitar zonas para dar el pecho, así que no lo veo una locura. Yo soy una persona súper profesional, pero tengo la regla.

  • ¿Vamos a seguir viendo a Moderna de Pueblo cumplir años y enfrentándose a los nuevos retos que le plantee la vida? ¿En tu próximo libro entraremos en los 40?

Irremediablemente, sí. No uso mi vida tal cual pero me sirve de base para los temas que trato. Lo que me pase influye en mi obra. Si decido ser madre a los 40 y me encuentro con toda la aventura de la infertilidad, hablaré de eso. O si me quedo embarazada por accidente y decido tenerlo pues también hablaré de eso. Mi idea es que el personaje crezca, no que se quede en los 30.