La nueva temporada de 'Jugando con fuego' y otros realities de Netflix altamente adictivos

Jugando con fuego ha estrenado su tercera edición en Netflix recientemente y ya se ha colocado como uno de los contenidos más vistos de la plataforma de streaming. Pero, ¿qué tiene este reality que engancha a todo el que lo ve?

Si nunca has tenido la oportunidad de ver uno de los episodios de Jugando con fuego deja que te hagamos un breve resumen de su funcionamiento. Un grupo de solteros, guapos y adictos a las citas (generalmente también al postureo y las redes sociales) se reúnen en una isla paradisíaca sin saber –en teoría- a lo que se enfrentan. Creen que vivirán unas vacaciones de lujo con cámaras, pero entran en juego una serie de normas que cambiarán la dinámica: cada beso o acto sexual tiene un precio. Esa cantidad se descuenta de un bote general de 100.000 dólares que se llevará el ganador.

¿Quién gana Jugando con fuego? La organización del programa decide quién o quiénes, después de 10 episodios han “aprendido la lección”. Eso significa que puede por fin tener una relación basada en los sentimientos y no solo en el aspecto físico o en el calentón del momento. La primera temporada tuvo a todos los finalistas como ganadores, que se repartieron 75.000 dólares, y la segunda eligió a un solo ganador, el modelo francés Marvin Anthony que se embolsó 55.000 dólares.

En esta isla del deseo verás mucho músculo, tatuaje, silicona, extensiones, tangas y hormonas disparatadas. El drama y el morbo están servidos para entretenerte. No esperes amor verdadero ni grandes reflexiones filosóficas. Pero sí que puedes tomártelo con humor como un guilty pleasure.

¿Recuerdas la primera temporada de Gandía Shore? Sí, la buena. La de Ylenia, Labrador, Abraham, Arantxa, Gatta... Pues esto es algo parecido, pero con el giro que supone ver cómo algunos de ellos se enfadan cuando ciertas parejas comienzan a saltarse las normas (y a perder dinero del bote final). El alcohol, las burbujas del jacuzzi y las pruebas y citas 100% eróticas que les propone la organización son sus grandes retos a superar. Y si terminas las tres temporadas de Jugando con fuego (edición estadounidense) y te quedas con ganas de más, tienes la latina y la brasileña para continuar.

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Rocío Ponce

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