Ayer, la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid congregó a las personas más cercanas de Fernando Gómez-Acebo para celebrar la misa funeral un mes después de su fallecimiento. Tras terminar, don Felipe y doña Letizia salieron de la Catedral Castrense protegiéndose de la lluvia con un paraguas. Antes de entrar en el vehículo, el monarca se aseguró de que su mujer pudiera entrar en el coche sin mojarse.