El 29 de abril de 2011, el mundo fue testigo de una de las bodas más icónicas de la historia reciente de la monarquía europea. Kate Middleton y el príncipe Guillermo sellaban su amor por todo lo alto en la abadía de Westminste. De los más de 2.000 invitados -que lucieron sus mejores galas- tres formaban parte de la Casa Real española. En aquel momento, pudimos ver a la reina Sofía junto a Felipe y Letizia, quienes todavía ostentaba el título de príncipes de Asturias. Por aquel entonces, Letizia ya era todo un icono estilístico de la monarquía y sus elecciones despertaban interés tanto fuera como dentro de nuestro país. Sin embargo, su elección para esta ocasión fue más criticada que alabada. Pese a que estuvo radiante con su primer vestido en la cena que organizó Isabel II el día de antes en el hotel Mandarín -donde lució un vestido de Felipe Varela con escote palabra de honor en gris-lavanda-, su elección para el día siguiente no fue tan acertada. 

LETIZIA LLEVÓ  UN VESTIDO CÓCTEL EN TONO PASTEL Y UN GRAN SOMBRERO A JUEGO

La expectación por ver el vestido que llevaría Letizia en el enlace de los príncipes de Gales era máxima. A la salida del hotel donde se alojaban, la Reina logró opacar con su elección, tanto para bueno como para malo. Se trataba de nuevo de una pieza de Felipe Varela. Un vestido cóctel -tal y como estaba impuesto en la etiqueta del enlace- en rosa empolvado. Para su calzado, Letizia optó por unos zapatos de salón de la misma tela del vestido. No obstante, todas las miradas se las llevaba su enorme sombrero a juego con los colores del vestido que, además, combinó con una redecilla que cubría gran parte de su rostro. Aunque el día antes, Letizia se declinó por un recogido, esta vez, para el día del enlace, llevó el pelo suelto con unas favorecedoras ondas. Sus guantes y cartera estaban en perfecta armonía cromática con el resto del look.

letizia boda kate
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Lo cierto es que, en aquel momento, las opiniones sobre esta elección estuvieron muy diferenciadas. Algunos resaltaba el estilo "romántico" y "femenino" de su look. Mientras que otros señalaban que ese sombrero con la  redecilla le restaba mucho. Eso sí, cabe destacar que el tocado venía impuesto por el protocolo británico, que así lo requería. Esta ha sido de las pocas veces en las que hemos podido ver a Letizia con tocado. Desde entonces, muy difícil ha sido volver a ver a la Reina con uno.

Letizia recicló el vestido unos años después (pero sin sombrero)

Tan solo tres años después, en 2014, la reina Letizia decidía reciclar el vestido para la tradicional ofrenda al apóstol Santiago, en Galicia. Eso sí, con algunos cambios. Liberada ya del protocolo impuesto en el enlace de los príncipes de Gales, esta vez no hubo sombrero voluminoso.

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La Reina lució de nuevo el diseño de Felipe Varela con unos zapatos distintos; unos salones con plataforma de Magrit. En cuanto a su cartera, aunque era muy parecida a la que llevó en el enlace, esta vez se trataba de un tono de rosa más claro, también de Felipe Varela. Para sus accesorios, en la aparición de Santiago de Compostela optó por unos pendientes brillantes en forma de flor. Como dato curioso, esos fueron los mismos accesorios que Letizia llevó en su primera aparición en solitario como reina en junio de 2014.