Que los más pequeños y los no tan pequeños comamos más verdura puede convertirse en una auténtica batalla… a no ser que te apuntes nuestras tácticas para "esconderla". Estas ideas están tan ricas que ¡repetirá hasta el más antiverdura! A continuación, tienes todos los trucos y, en la galería de imágenes, las suculentas recetas que lo demuestran.
1. Cremas de verduras (y de fruta)
Si el problema es que no gusta una verdura en concreto, puedes disimularla fácilmente haciendo una crema junto con otras hortalizas. Pero si no gusta la verdura en general, puedes añadir fruta a la crema y camuflar así su sabor. La mayoría de cremas de verdura combinan muy bien con manzana o con naranja, por ejemplo.
2. Camuflaje exprés
El truco consiste en que la verdura ni se vea. Añade berenjenas, calabacines, pimientos o tomates a unas empanadillas. O haz croquetas o hamburguesas con ellas. Una de las claves es triturarlas mucho para que no se noten. Y si toleran un poco la verdura, por qué no rellenar estas hortalizas con carne, arroz, legumbres o pescado. O también hacer una coca o una pizza de verduras…
3. Tallarines vegetales
Se trata de mezclar tallarines o espaguetis de pasta con otros de verdura (de calabacín, zanahoria…). Para darles forma, puedes usar un pelador de patatas o un espirilizador (un utensilio de cocina específico para cortar la verdura con forma de espagueti). A la hora de cocinarlos, basta escaldar los de verdura un minuto en agua hirviendo o rehogarlos un poco en la sartén o en el wok. Luego, mézclalos con la pasta de trigo hervida de modo normal y acompáñalos con la salsa que más guste: pesto, napolitana, boloñesa…
4. Pasteles de tortilla
Haz 3 tortillas, cada una de ellas con la verdura que quieras (berenjena, pimiento...). Corta las hortalizas en trozos pequeños y cocínalas al vapor antes de incorporarlas a los huevos. Una vez cuajadas las tortillas, ponlas una encima de otra. Y, si quieres camuflarlas más y aportarles un toque más tentador, puedes cubrir el pastel con un poco de bechamel, espolvorear queso por encima y gratinar.
5. Pasta rellena
Aprovéchate de la buena prensa de la pasta –a casi todo el mundo le encanta– y camufla la verdura en ella en forma de tortellinis, raviolis, canelones o lasaña (solo de verdura o mezclada con carne o pescado).
6. Saquitos sorpresa
Tienen un aspecto tan atractivo que casi nadie presta atención al relleno. Solo necesitas hojas de pasta filo superpuestas y rellenarlas con verduritas solas o mezcladas con carne picada, marisco, pescados desmenuzados o un poco de queso.
Si tu "necesidad" de tomar más verdura viene marcada por que eres vegana, debes saber que es muy importante que tu alimentación sea equilibrada y que, al no tomar proteína animal, debes suplir las necesidades de vitamina B12. ¿Cómo? Con suplementos que ayuden a tu cuerpo en la formación de glóbulos rojos y el sistema nervioso