Una de las claves esenciales para convertir un plato normal y corriente en uno gourmet es hacer que entre por la vista. Si colocas lo que has cocinado como un mazacote y sin ton ni son, es poco agradable. En cambio, si lo montas de forma atractiva, como en esta alcachofa rellena de revuelto de gambas, resulta mucho más apetecible. El truco infalible, en este caso, es reservar parte de los ingredientes estrella del plato, las gambas, para coronarlo. Aquí tienes la receta de la alcachofa rellena al detalle. A veces, solo necesitas poner semillas y frutos secos para que un simple plato de diario parezca una propuesta de un restaurante con estrella. El secreto para que luzcan en todo su esplendor consiste en añadir los frutos secos y las semillas al final y sin mezclarlos como en esta crema de calabaza curry , que además es 100% libre de culpa porque tiene muchísimas menos calorías que la tradicional. Todos los platos se tienen que salar y condimentar en el momento adecuado para que hagan su efecto. Por ejemplo, hay que echar sal a la verdura al cocerla para que no pierda sus sales minerales, y hay que sofreír los alimentos en aceite. Pero mejor dejar para el último momento el aderezado y el aliñado final, ese en el que se acaban de rectificar y potenciar todos los sabores. El truco consiste en utilizar el aceite, la sal y las especias como un elemento decorativo más, por un lado. Y por otro, usar aliños y aderezos de más calidad para este momento: un buen aceite de oliva virgen extra , escamas de sal Maldon , sal rosa del Himalaya , pimienta recién molida... Las bolitas de "caviar" de aceite de oliva condimentado también son muy resultonas. Los brotes verdes son otro de los elementos que, junto con una presentación vistosa, ayudan a que un plato tenga un toque gourmet. En este caso, hemos acompañado con un puñado de canónigos a un tártar de salmón marinado montado con un timbal. El truco para que luzcan es ponerlos aparte, como guarnición, y a poder ser que sean brotes vistosos y sofisticados por su forma, color, sabor: canónigos, rúcula, espinacas baby, lechuga hoja de roble, escarola... Es evidente que un plato servido y decorado para cada invitado funciona mejor visualmente que llevar la bandeja a la mesa e ir sirviendo a cada comensal sin poder controlar la colocación, la decoración final, etc. El truco consiste en repartir en la cocina la comida en platos individuales y otros elementos de menaje, o bien cocinarlos directamente en ellos como en estas cazuelitas de espaguetis con huevo al horno, y decorarlos uno por uno antes de llevarlos a la mesa. También resulta muy eficaz hacer que las guarniciones de los platos parezcan más atractivas. ¿Cómo? Cortándolas de forma diferente, por ejemplo. En este pescado al vapor con verduritas , hemos cortado las hortalizas en juliana con ayuda de una mandolina de cocina. Luego, las hemos colocado encima y hemos salseado al final. Otra posibilidad es ponerte en plan Ferran Adriá y deconstruir los platos colocando de forma atractiva todos los ingredientes por separado como se hace, por ejemplo, en los buddha bowl y los pokes hawaianos. En este poke de salmón hemos combinado verduras y hortalizas crudas y cocidas, y las hemos colocado separadamente en un bol con el ingrediente estrella en el centro, el salmón. Incorporar productos como el salmón ahumado , el marisco, el caviar , un toque de trufa , hebras de azafrán , perlas de caviar de aceite de oliva... hacen que el plato gane en calidad y vistosidad. Para no tener que rascarte demasiado el bolsillo, resérvalos solo para decorar o coronar los platos. Las salsas y vinagretas también añaden un plus gourmet. No es lo mismo un trozo de carne a la plancha a secas que acompañado de una salsa de mostaza y miel como la de nuestras salsas ligeras . El truco para que quede realmente bien no es embadurnar o bañar todo el plato en la salsa, sino poner solo una pequeña cantidad aparte o decorando como en este solomillo cerdo con salsa de frutos rojos y, si es necesario, poner en la mesa una salsera con más cantidad por si alguien quiere añadirse más. Está claro que resulta mucho más vistosa y sofisticada una pechuga de pollo con champiñones como esta que la misma pechuga con patatas fritas. Escoge guarniciones que se salgan de lo común: setas, verduritas baby, purés... Otro truco de chef para dar un toque gourmet a los platos es jugar con los colores en las presentaciones. Puedes apostar por un solo color o gama de tonalidades o bien jugar con el contraste como en estas brochetas de pavo y verduras a la parrilla que llevan pimiento verde, berenjena y cebolla morada intercalados con la carne. Alimentos como la quinoa , el trigo sarraceno o el bulgur, no solo añaden un plus de interés a tus platos y los actualizan sino que además son muy saludables. Puedes utilizarlos en las mismas recetas que se hacen con arroz o cuscús como en este timbal de quinoa con verduras salteadas . De igual modo que con semillas y frutos secos, decora y completa tus platos con germinados y hierbas aromáticas como en este tomate relleno de ensalada de anchoas. La clave para que queden bien es añadirlos al final lavados y secados previamente con ayuda de un paño limpio o papel de cocina, pero sin presionarlos en exceso para que no se rompan. Si los pones mojados directamente sueltan gotas de agua que estropean la presentación y aguan literalmente el plato. La fruta es otro de los ingredientes que aporta un aire fresco y sofisticado a los platos aparte de darles sabor, color y muchos nutrientes esenciales como en esta ensalada de espárragos con salmón y fresas. Siempre que puedas, utiliza fruta de temporada y ten en cuenta que las más vistosas son las frutas del bosque, las tropicales y las exóticas. Servir los platos en vasos y tarros, flaneras y moldes de magdalena, brochetas... hace que tengan un look más festivo y exquisito. También puedes poner bajoplatos, blondas de pastelería, hacer combinaciones de vajillas distintas: un plato de una encima y otro de otra debajo como bajoplato...