Si crees que es imposible hacer un menú de Navidad a base de recetas económicas pero sin renunciar a platos exquisitos, sigue leyendo. Te vamos a hacer un auténtico regalo navideño. En la galería de fotos, tienes cuatro recetas de fiesta low cost con las que quedarás como una reina. Y aquí mismo, una lista de trucos infalibles para que idees tus propios menús navideños "a prueba de bolsillo".
Más vale adelantar que pagar un dineral
Adelantar las compras varias semanas y congelar es una de las estrategias más efectivas a la hora de ahorrar en el menú de Navidad. Pero ojo, que algunos establecimientos también adelantan las subidas de precio en vista de estas tácticas.
Para ganarles la partida, ten en cuenta que el pescado se mantiene en buen estado congelado una media de dos meses, más si es graso. Y la carne, en general, 6 meses o más dependiendo del tipo. Así que te puedes adelantar bastante sin miedo.
A por los chollos de última hora
Otra opción para preparar recetas económicas es hacer todo lo contrario. El truco consiste en esperar hasta el ultimísimo momento (el día anterior de la celebración y justo cuando el establecimiento esté a punto de cerrar, por ejemplo) y ver qué hay de oferta. Como prefieren vender que quedarse con género, suelen bajar los precios y hacer muy buenas ofertas.
El inconveniente. Que tienes que aguantar los nervios hasta el último momento e improvisar el menú montándolo con lo que tengan o te ofrezcan. Como antídoto, puedes guardarte un as en la manga: tener un menú comodín alternativo por si no encuentras nada o no te convence. Pero hay que reconocer que es una táctica solo apta para personas muuuuuy pero que muuuuuy relajadas.
Buscar y comparar antes de comprar
Esta máxima siempre funciona y en Navidad, mucho más. Antes de comprar, date una vuelta por los establecimientos a los que sueles ir habitualmente y compara el precio del alimento que buscas. Las diferencias pueden ser abismales en muchos casos. Según las organizaciones de consumidores, se han detectado diferencias de hasta un 55%. Así que vale la pena darse el paseíllo.
¿Ingrediente principal o acompañamiento?
Para que tus recetas resulten más baratas, un truco de toda la vida es elegir dónde vas a ahorrar: si en el ingrediente principal o en el acompañamiento. Puedes optar por un ingrediente principal más caro, con un acompañamiento y un relleno más económico, por ejemplo. O todo lo contrario, que el ingrediente principal sea más discreto y vestirlo de fiesta con salsas, coberturas, acompañantes y rellenos de lujo. Así ahorras en una de las dos partidas, pero sin perder glamour.