No tiene ningún misterio. Abre la despensa y coges macarrones, atún y salsa de tomate. Además de ser fácil y una de las recetas que puedes hacer con una lata de atún y poquísimo esfuerzo. puede ser un plato atractivo para los peques. Si quieres darle un toque más especial, puedes preparar un sofrito de cebolla y pimiento rojo y, luego, mezclarlo con el atún de lata escurrido y el tomate frito. Mientras cuece unos macarrones al dente. Ponlos en una fuente refractaria junto con la salsa, los cubres con queso rallado, los gratinas, y ya está. Si no te gusta el atún o no lo tienes a mano, puedes hacerlo con carne picada o taquitos de jamón cocido, bacon o, si quieres que sea una receta vegetariana , tofu . Otra receta que puedes hacer con productos de la despensa es una ensalada de lentejas. Solo tienes que coger un puñado de lentejas de bote escurridas y mezclarlas con algo de carne, verduras y hortalizas que tengas en la nevera. En este caso, tiras de pechuga de pollo a la plancha, taquitos de queso fresco, tomate cortado, unas láminas de manzana y cebollino picado. Aquí tienes más recetas y buenas ideas para comer más legumbres Por supuesto, también puedes hacer un arroz con verduras, tanto frescas como congeladas o en conserva: guisantes, judías verdes, espárragos, pimientos... Y además sirve de base para muchas otras recetas de arroz o ensaladas . Aquí tienes la típica receta de arroz con verduras y 6 versiones para todos los gustos Además de legumbres, en la mayoría de despensas suele haber latas de sardinas y puedes combinar ambos alimentos tan ricamente. Aquí, hemos combinando las judías blancas con sardinas, olivas negras y aguacate y tomate, con lo que obtienes un plato delicioso y súper nutritivo. Y como hemos tirado de alubias en conserva y sardinas de lata, ni siquiera hemos tenido que abrir los fogones. Es una de las recetas fáciles y rápidas que se pueden hacer con una lata de sardinas y uno de las comidas con el doble proteínas con las que no te quedarás con hambre. Las sopas y cremas de verduras son una excelente opción cuando buscas recetas que se puedan hacer con lo que tienes en la despensa y el verdulero; para hacer la que ves, necesitarás garbanzos de bote, calabaza, zanahoria, cebolla y apio ( si quieres probarla, échale un vistazo la receta paso a paso ). Para que las sopas y cremas sean más completas, puedes combinarlas con algo de queso bajo en grasa o huevo, frutos secos, o unos fideos. Descubre aquí cremas de verduras para todos los gustos. Para hacerla necesitas tallarines, pollo y cualquier verdura que encuentres en el verdulero: cebolla, pimiento, zanahoria, calabacín... Por un lado, salteas el pollo, primero, y las verduras cortadas en bastoncitos, después. Y por otro lado, cueces al dente unos tallarines, los escurres y los salteas con todo el resto. Si no tienes pollo, lo puedes hacer con tiras de pavo o ternera, gambitas congeladas o langostino cocido, tofu marinado... Más ensaladas de pasta fáciles e irresistibles, aquí. Seguro que en la despensa y la nevera tienes huevos, salsa de tomate, y champiñones frescos o en conserva, por ejemplo. Es tan fácil como hacer una tortilla a la francesa; untarla con tomate frito; repartir por encima champiñones laminados, taquitos de tomate, tiras de pimiento verde y mozzarella; sazonarla al gusto y gratinarla. También la puedes hacer con espárragos de bote, pimientos del piquillo, olivas, jamón cocido, bacon... Solo es cuestión de improvisar con lo que tienes guardado. Además de ser una de las reinas de las recetas de cocina fáciles , es también una receta ideal para hacer con lo que tienes en la despensa: arroz, tomate frito en conserva y huevo. Solo tienes que hacer un arroz blanco y añadirle por encima el tomate y un huevo frito. Si quieres que quede súper rico, cuece el arroz con caldo de verduras, una hoja de laurel y un ajo pelado. Y si tienes los ingredientes en casa, anímate a hacer la salsa de tomate tú misma, con un sofrito de cebolla y pimiento rojo, primero; y luego le añades el tomate triturado. Descubre aquí cómo hacer arroz blanco sin que se pase ni quede duro. Un clásico de las recetas que se pueden hacer con lo que hay en la despensa son los pimientos del piquillo rellenos. Necesitas unos pimientos en conserva grandecitos para poder rellenarlos, bechamel, pescado o carne picada, cebolla y tomate frito. Por un lado, preparas una bechamel. Por otro, sofríes cebolla junto con pescado hervido desmenuzado o carne picada. Mezclas ambas preparaciones. Rellenas los pimientos con ayuda de una cucharilla. Y los sirves sobre salsa de tomate. Para hacer la bechamel, basta con harina, leche y mantequilla. Si no sabes o se te resiste, aquí te contamos cómo hacer bechamel fácil en 6 sencillos pasos si todavía no se te da bien. Otra posibilidad es improvisar un potaje con legumbres y alcachofas en conserva. Sofríes puerro o cebolla, le añades tiras de pimiento, alubias o garbanzos cocidos y corazones de alcachofa bien escurridos, y lo salteas todo. Lo salpimientas, lo cubres con agua o caldo, pero sin que sobrepase las verduras, y dejas que cueza a fuego lento durante 15 minutos. Si quieres que quede más sabroso y aromático, añádele antes del agua alguna especia (cúrcuma, curry...); y cuando lo vayas a servir, espolvoréalo con abundante perejil lavado y picado La ensalada tropical de arroz es otra de las recetas que puedes hacer con lo que tienes en la nevera. Cuece arroz blanco, escúrrelo y déjalo enfriar. Añádele unas gambitas congeladas salteadas o unos langostinos cocidos y pelados. Incorpora maíz escurrido, y taquitos de jamón cocido y piña en almíbar. Mézclalo todo bien, añade un poco de cebollino picado, salpimienta, riega con aceite y remueve. Más ensaladas resfrescantes aquí. También puedes hacer esta receta típica de cuaresma con lo que tienes en la despensa: garbanzos secos o cocidos, espinacas en conserva o congeladas, y bacalao desalado o congelado. Primero sofríe un poco de cebolla y ajo. Añade un poco de agua o caldo de verdura. Lleva a ebullición y hierve en él las espinacas. Cuando ya estén, incorpora unos garbanzos cocidos y el bacalao desalado o descongelado. Cuece destapado unos minutos más hasta que el pescado esté en su punto y se haya reducido el líquido. Si quieres espesarlo, en lugar de harina aplasta unos cuantos garbanzos con ayuda de un tenedor y mezcla bien para ligar el caldo; o añade una picada de pan tostado, ajo y perejil. Los guisantes de bote o congelados dan mucho juego. Puedes saltearlos junto con unas habas y taquitos de jamón cocido o bacon. Dora la carne primero. Añádele cebolla picada y sofríe un poco. Incorpora los guisantes y las habas, previamente escurridos o descongelados. Y saltéalo todo junto unos minutos. Si quieres darle un toque aromático y refrescante, puedes añadirle unas hojas de hierbabuena lavadas y picadas. Para hacer esta receta, que también encaja como cena fácil, hemos asado patatas, cebolla y tomate, y lo hemos juntado con unas chuletas de pavo a la plancha que puedes hacer a la vez que la verdura. Si quieres ir rápido, puedes cocer las patatas en el microondas. Lávalas sin quitar la piel, pínchalas, mételas en un recipiente para microondas, y cuécelas a la máxima potencia 4-5 minutos. Luego, déjalas enfriar un poco, córtalas en rodajas y ásalas junto con las rodajas de tomate y las tiras de cebolla. Así tienes una de esas comidas rápidas y ricas que puedes hacer en menos de 20 minutos. También puedes improvisar ensaladas fáciles y nutritivas con lo que tienes en la despensa. Mezcla arroz blanco con lentejas cocidas y añádele cebolla, zanahoria, pimiento rojo y unas hojitas de espinacas baby, por ejemplo. Para darle un toque más meloso, puedes pochar un poco la cebolla antes para que pierda la acidez. Aquí tienes una receta con un bote garbanzos y atún de lata súper fácil. Sofríe cebolla y ajito, añádele tomate triturado o rallado y, cuando ya esté cocido, mézclalo con garbanzos escurridos, atún y móntalo alternando capas de garbanzos con capas de pimientos del piquillo. Si quieres ir más rápido, en lugar de con el sofrito, mezcla los garbanzos con tomatitos cherry lavados, cebolletas cortadas en juliana y cebollino picado. Adereza al gusto y listo. Si quieres reinventar el típico revuelto de huevo con espárragos y champiñones lo puedes hacer así, deconstruido. Haces a la plancha o a la parrilla unos champiñones laminados y unos espárragos silvestres (o unos de bote salteados) y los acompañas con jamón ibérico y un huevo cocido o pasado por agua ( descubre aquí cómo hacer el huevo cocido perfecto ). Para darle un toque especial, le puedes añadir unos piñones salteados y un poco de queso roquefort. Coge un puñado de alubias de bote cocidas y escurridas. Mézclalas con un picadillo de tomate, pimiento rojo y verde, pepino, aguacate y cebolla. Completa con unos dados de queso fresco. Y sirve esta comida rápida y rica sobre una tortilla de trigo o maíz. Si no tienes hortalizas frescas, la puedes hacer con maíz dulce y encurtidos: pepinillos, olivas y cebollitas en vinagre. En una cazuela, rehoga cebolla y ajo picado. Agrega tomate triturado, tiras de pimiento y setas, y sofríelo todo junto unos 5 minutos. Incorpora arroz, salpimienta y mezcla. Añade unos guisantes descongelados y caldo de verduras. Cuece hasta que el arroz esté en su punto. Rectifica de sal, deja reposar unos minutos y sírvelo. Puedes usar setas frescas, en conserva bien escurridas, secas previamente hidratadas, o también congeladas. Otro de los clásicos de las recetas que puedes hacer con lo que tienes en la despensa es la pasta con salsa. Solo tienes que cocerla siguiendo las indicaciones del envase y añadirle una salsa que puedes improvisar con lo que tengas a mano. Estos espaguetis, por ejemplo, los hemos acompañado con una salsa boloñesa realizada con un pisto que había en la nevera y un poco de carne picada. También lo puedes hacer con atún de lata, gambitas congeladas y salteadas, taquitos de jamón cocido, setas variadas, verduritas hervidas... La pasta casa con todo y si la sabes cocinar no tiene por qué engordar. Y de postre con lo que tienes en la despensa, puedes hacer arroz con leche: uno de los reyes indiscutibles de los postres fáciles y deliciosos y para el que solo necesitas productos básicos: arroz, leche, azúcar, mantequilla y canela. Un dulce de toda la vida que nunca pasa de moda porque está riquísimo y no tiene ninguna dificultad. Descubre aquí cómo hacer arroz con leche... ¡y que quede riquísimo!