Si quieres un postre fácil lleno de romanticismo para celebrar San Valentín, tienes que probar esta tarta. No solo es súper sencilla, sino que además, está deliciosa y resulta irresistible. Casca tres huevos. Añade 225 g de azúcar. Incorpora 125 g de mantequilla ablandada, 200 g de harina y 125 ml de leche, y bátelos hasta obtener una mezcla homogénea. Vierte la masa en un molde en el horno precalentado a 170 o durante 45 o 50 minutos más o menos. Pincha el centro con un palillo y, si sale limpio, retíralo; si no, prolonga la cocción unos minutos más, hasta obtener un bizcocho doradito. Una vez cocido, retira el bizcocho del horno, déjalo enfriar, desmóldalo y córtalo por la mitad. Mientras, en un cuenco grande, bate la de nata para montar junto con 1 cucharada de azúcar hasta que quede bien firme. Extiende una capa de mermelada de fresa sobre la parte inferior y cúbrela con la superior. La tarta también queda muy rica si rellenas el bizcocho con crema pastelera en lugar de mermelada. Lava las fresas o los fresones, límpialos y filetéalos o córtalos por la mitad a lo largo. Cubre el bizcocho uniformemente con la nata montada y dispón por encima la fruta de forma decorativa. Si no tienes un molde en forma de corazón, puedes utilizar uno normal y cortar el bizcocho con esta forma o colocar la nata y las fresas sobre la superficie formando el corazón. Puedes acompañar la tarta con unas fresas bañadas en chocolate fundido. Una aunténtica tentación irresistible. Si prefieres otras propuestas, puedes tomar nota de las que nuestra bloguera Delicious Martha ha preparado para llenar de romanticismo la mesa este San Valentín. Si quieres un postre fácil lleno de romanticismo, tienes que probar esta tarta de San Valentín. No solo es súper sencilla, sino que, además, está deliciosa y enamora a todo el mundo. Ingredientes: 3 huevos 250 g de azúcar 125 g de mantequilla 200 g de harina 125 ml de leche 300 ml de nata para montar Mermelada de fresa 300 g de fresas o fresones Recordatorio del paso a paso Hacer la masa. Casca los huevos en un cuenco grande. Añade 225 g de azúcar y bátelo enérgicamente con ayuda de unas varillas. Incorpora 125 g de mantequilla ablandada, 200 g de harina y 125 ml de leche, y sigue removiendo hasta obtener una mezcla homogénea. Verter y hornear. Vierte la masa en un molde con forma de corazón y cuécela en el horno precalentado a 170 o durante 45 o 50 minutos más o menos. Pincha el centro con un palillo y, si sale limpio, retíralo; si no, prolonga la cocción unos minutos más, hasta obtener un bizcocho doradito. Desmoldar y montar la nata. Una vez cocido, retira el bizcocho del horno, déjalo enfriar y desmóldalo. Mientras, en un cuenco grande, bate la de nata para montar junto con 1 cucharada de azúcar, con las varillas eléctricas; debe quedar bien firme. Cortar y rellenar. Corta el bizcocho por la mitad, en horizontal. Extiende una capa de mermelada de fresa sobre la parte inferior y cúbrela con la superior. La tarta también queda muy rica si rellenas el bizcocho con crema pastelera en lugar de mermelada. Si tienes poco tiempo, puedes comprar la que venden preparada. Decorar y servir. Lava las fresas o los fresones, límpialos y córtalos por la mitad a lo largo. Cubre el bizcocho uniformemente con la nata montada y dispón por encima la fruta de forma decorativa. Otros moldes Si no tienes un molde antiadherente, puedes utilizar uno normal, pero engrásalo con mantequilla y espolvoréalo con harina antes de verter en él la masa para poder desmoldar el bizcocho fácilmente. También puedes emplear un molde redondo si no dispones de uno en forma de corazón, y luego cortarlo con esta forma o colocar la nata y las fresas sobre la superficie formando el corazón. Truco Clara Diferentes sabores También puedes utilizar otras frutas para decorarla: frambuesas, kiwis, melocotón en almíbar cortado en láminas, rodajas de piña... Y un acompañamiento súper dulce: Fresas con chocolate Puedes acompañar la tarta con esta deliciosa tentación. Solo necesitas 8 fresas, 50 g de chocolate para postre, y un chupito de leche desnatada. Fundir el chocolate. En un cazo, trocea el chocolate para postre, vierte la leche y fúndelo todo al baño María a fuego lento. Lavar las fresas. Limpia bien las fresas y sécalas con papel absorbente de cocina. Puedes dejar las hojitas verdes como detalle decorativo. Bañar en chocolate. Pincha cada fresa en un palillo de brocheta y sumérgelo en el chocolate fundido hasta que casi lo cubras. Enfriar. A medida que mojes las fresas en el chocolate, colócalas en una bandeja forrada con papel vegetal. Y después, mételas en el frigorífico para que el chocolate se solidifique.