- Ingredientes:
- 1 pollo mediano
- 12 cebollas pequeñas
- 1 vaso de vino blanco
- 1 tacita de caldo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de perejil picado
- 1 rama de canela
- Pimienta
- Sal
Siempre que deseches la piel, el pollo es una de las carnes menos grasientas que puedes encontrar en el mercado. Y resulta delicioso si, como en nuestro pollo asado con cebollas, lo elaboras al horno junto con verduras y especias.
Así no requiere tanta grasa como cuando lo cocinas al fuego y, en cambio, queda mucho más jugoso. Un plato sofisticado pero ligero, que te dejará satisfecha y que queda de maravilla como plato de fiesta.
Cómo realizarlo paso a paso
- Preparar el pollo. Precalienta el horno a 230º. Mientras tanto, lava el pollo, retira las posibles plumas que pudieran quedar y sécalo bien con papel de cocina. Salpimiéntalo, úntalo con aceite y colócalo en una fuente refractaria. Luego, esparce unos copitos de mantequilla por el fondo de la fuente y mete en el horno.
- Asar el pollo. Ásalo durante 30 minutos más o menos. Después, baja la temperatura del horno a 200º, riégalo con el vino y prosigue la cocción aproximadamente unos 15 minutos más.
- Pelar las cebollas y lavarlas. Después, agrégalas a la fuente, junto con el caldo, la rama de canela y el perejil picado. Y prosigue la cocción unos 25 minutos más.
- Retirar y montar el plato. Saca la fuente del horno, cúbrela con papel sulfurizado y deja reposar el asado durante 5 minutos para que los jugos se repartan bien. Después, pasa el pollo y las cebollas a una fuente de servir.
Improvisa una salsa
Lo más sencillo es aprovechar los jugos de cocción añadiendo dos o tres cucharadas de agua caliente a la fuente donde has asado el pollo y raspando el fondo suavemente con una espátula. Luego, pasa la salsa obtenida a un cacito y llévala a ebullición. Sírvela bien caliente en una salsera, acompañando al pollo y las cebollas.