Por Sonia Murillo |
Actualizado el 12 de febrero de 2019, 11:03
Esta ya no es Barbie
Bueno, sí, lo sigue siendo porque la clásica muñeca rubia de figura imposible sigue estando a la venta pero (y aquí el pero es enorme) Mattel lleva varios años aportando por la diversidad. Primero comenzó con la razas y las tallas y ahora lo ha pasado a la diversidad funcional y el mundo está aplaudiendo su gesto.
Barbie va en silla de ruedas
Desde que Mattel anunció que iba a sacar al mercado una muñeca Barbie que va en silla de ruedas y otra que lleva una prótesis ortopédica les han llovido los agradecimientos de muchos padres y es que según han contado ellos mismos, era la petición que más recibían en su buzón de sugerencias. Han recibido el asesoramiento de Jordan Reeves, un niño de 12 años que tiene un brazo protésico así que sabe de lo que habla y de un equipo de la Universidad de UCLA para el diseño de la silla.
No es la primera vez
En los años 90, en pleno apogeo de la muñeca más famosa del mundo, Mattel ya se atrevió a lanzar una Barbie en silla de ruedas, se trataba de Becky y el modelo se agotó en muy poco tiempo pero decidieron no hacer más por el momento.
Apuesta por la diversidad
Las Barbies que recordamos de nuestra infancia han cambiado mucho y lo han hecho para bien. Las mujeres somos distintas, provenimos de diferentes razas, culturas y tenemos características físicas distintas así que ha sido una gran idea adaptarse a los nuevos tiempos y no dejarse llevar por los estereotipos.
Jugando a ser lo que queramos ser
Lo que sí ha hecho Barbie desde sus comienzos y continúa haciendo en la actualidad es tener miles de profesiones diferentes. La Barbie astronauta y la apicultora son solo algunas de sus últimas propuestas pero siempre hemos podido jugar con doctoras, pilotos, profesoras, dentistas... y sí, también sirenas o hadas (¿quién no ha querido ser sirena de mayor?)
Sin límites
Y lo mejor de todo es que nunca se ciñeron solo a las profesiones típicamente femeninas sino que les dijeron a las niñas de todo el mundo que no había límites a la hora de soñar. Por eso y porque también nos han transmitido el amor por la moda, la familia y los coches chulos nos encantan estas muñecas y ahora, con la nueva incorporación de las que van en silla de ruedas o necesitan piernas ortopédicas, nos gustan más incluso.