La Gala del MET siempre sorprende por sus estilismos imposibles y cargados de excesos pero es que este año la temática se centraba precisamente en eso. La inspiración era el concepto 'Camp', que según su creadora, la escritora Susan Sontag, en moda representa "un amor por lo poco natural, por el artificio y la exageración. El Camp es esotérico, algo de código privado, un emblema de identidad incluso, entre pequeñas hermandades urbanas". Partiendo de algo así y con Alessandro Michele, director creativo de Gucci, como maestro de ceremonias nada podía salir mal...