Parece mentira que cuando las vemos posando en la alfombra roja con sus vestidos de Gucci, Dior o Louis Vuitton no hayan sido así siempre. Pero una diva no nace, se hace o puede que se lleve escondida bajo vestidos poco favorecedores y nada estilosos... en cualquier caso, estas 6 celebrities han visto como su guardarropa se iba transformando mientras ellas ganaban en fama e iban recibiendo la ayudita de algún experto en moda o de una firma al completo.
Así se convirtieron en iconos de estilo estas famosas
- Blake Lively. Buena culpa de su transformación la tuvo Gossip Girl y su posterior fichaje como imagen de Gucci. Lo segundo no hubiera ocurrido sin lo primero pero desde luego que ha sido lo que ha marcado la diferencia. Su gran transformación en auténtico icono de estilo vino de la mano de Cannes y de su aparición en su alfombra roja con varios looks de la firma que la encumbraron al Olimpo de las mejores vestidas.
- Olivia Palermo. Ser una bloguera de moda te da bastante rédito pero no es lo único. Como todas nosotras, Olivia tiene fotos que seguro que preferiría olvidar en la que sus famosas mezclas imposibles, no salían todo lo bien. Menos mal que la chica aprendió rápido y se ha convertido en todo un icono en el que podemos inspirarnos día a día.
- Emma Watson. Es normal que sus primeras apariciones en la alfombra roja no fueran muy exitosas, al fin y al cabo era solo una niña. Pero con el tiempo, Emma se ha hecho dueña de su propio estilo y ha sabido ponerle ese lado reivindicativo a sus looks.
- Jennifer Lawrence. Ella vestía como cualquier otra chica de su edad hasta que Dior se cruzó en su camino y todas sus apariciones sobre la alfombra roja comenzaron a convertirse en noticia.
- Emma Stone. Emma ha conseguido recuperar el glamour del Hollywood más clásico a base de vestidos delicados con pedrería y a atreverse con trajes de chaqueta incluso en los Oscar.
- Alexa Chung. Su estilo preppy ha enamorado a medio mundo y ahora incluso cuenta con su propia marca de ropa pero cuando era más jóven no tenía tan claro qué era lo que favorecía.
Por Sonia Murillo