O lo odias o lo amas, así de drástico es el verano. Y es que esta época tiene bastantes inconvenientes, el principal, las olas de calor. Pero si queremos buscarle el lado positivo, somos capaces de encontrárselo y es que aunque seas de mantita y chimenea mientras ves como nieva por la ventana, esta estación puede ser igual de bonita que el invierno si la miras con buenos ojos.
Ventajas de la ola de calor
- Vestidos blancos. Puedes llevar vestidos blancos sin reparos a todas horas del día (salvo que te toque ir de boda en pleno agosto, claro). Cortos, largos, midi... lo importante es que sean fresquitos y ligeros.
- Estampados de flores. El verano es el terreno natural de los estampados de flores. Se pueden llevar en vestidos, monos, blusas, pantalones e incluso en complementos. ¡Sienta tan bien!
- Los escotes. En invierno todo son bufandas y jerseys de cuello vuelto pero cuando empieza a hacer calor podemos atrevernos a llevar escotes y aberturas imposibles.
- Los zapatos planos. Son aceptables a todas horas porque con el calor los pies se pueden hinchar y las preciosas sandalias de tiras se pueden convertir en una auténtica tortura. Por eso, se puede ir en plano todo el día, incluso a los eventos nocturnos más sofisticados.
- Cenas ligeras. Los guisos, las sopas y los platos más elaborados no apetecen tanto con el calor. Lo que más tomamos son ensaladas, gazpachos y salteados, que son mucho más fáciles de cocinar y nos ahorran mucho tiempo.
- Podemos dejar secar el pelo al aire. Sin ningún tipo de problema podemos pasar del secador y las planchas y dejar que nuestras melenas descansen de las herramientas de calor.
Por Sonia Murillo
Foto de portada: Flamingueo.