Sigue estos sencillos pasos para elegir la ropa que más te favorece y conseguir sacarte partido siempre:
Conoce tu cuerpo
Necesitas tener muy claros tus puntos fuertes para elegir piezas que lleven la atención a la parte que más te gusta de tu cuerpo y que disimulen aquello que te tiene más acomplejada.
Da prioridad a tu tipo por encima de las modas
Por mucho que se lleve una tendencia, si no te favorece no tiene cabida en tu armario. Ser fashion victim se paga con desaciertos que no te puedes permitir si quieres verte más delgada.
Busca la verticalidad
Procura que en tu look siempre dominen las líneas verticales, ya sea con una solapa larga, un dibujo alargado o con prendas que siempre sean más largas que anchas.
Apuesta por el monocolor
Si vistes del mismo color no cortarás tu silueta por la mitad, por lo que te verás más estilizada.
Entallada, sí; ajustada, no
Siempre adelgaza más que la ropa siga la forma de tu cuerpo en lugar de caer sin forma sobre tu cuerpo. Lo que no funciona nunca es embutirse en una prenda más pequeña que tu talla para reducir tu volumen, el resultado siempre es el contrario.
¡Fuera brillos!
No estamos hablando de maquillaje, sino de prendas. Las que brillan mucho reflejan la luz y nos hacen parecer más voluminosas. Sin embargo, no tienes que renunciar al brillo en los accesorios. Un zapato o un bolso metalizado pueden distraer la atención de tu look hacia ellos, disimulando zonas que te interesa que no destaquen.
Ante la duda, tacones
Subirse a unos tacones es adelgazar un par de kilos visuales en un momento. Así que ya sabes, cuando te quieras ver más estilizada recurre a ellos. No tienen que ser necesariamente muy altos y finos, tienes versiones intermedias, como el tacón cuadrado, las cuñas o las plataformas delanteras compensatorias, que te harán más llevadero el momento tacón.