Mitos que cuestan dinero

Cómo ahorrar en calefacción: 6 errores muy comunes que nos impiden conseguirlo

Desmontamos los falsos mitos sobre la calefacción para que este año sí consigas reducir la factura. Estos trucos te servirán...¡Y mucho!

Cómo ahorrar en calefacción
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Mamen Lorenzo

Directora de Estrategia Digital

Actualizado a

Con la llegada del frío hay que hacer frente a uno de los gastos fijos de casa más temidos: el de la calefacción. Mantener esta factura a raya no significa ir por casa con el abrigo y la bufanda puestos. Nos hemos propuesto a desmontar los mitos que hacen que tu factura suba en lugar de bajar y los errores que te hacen gastar más.

Cómo se ahorra más en calefacción: 6 mitos que te impiden conseguirlo

Después del verano, el otoño parece que va llegando para quedarse. Comenzamos a pensar en el cambio de armario, pero también en mantener nuestra vivienda calentita para que nuestra casa se convierta en el hogar de paz y tranquilidad que todos anhelamos. Es posible que llegue la hora de poner la calefacción, algo que nos suele generar dudas a la hora de pensar la mejor forma de optimizar este gasto para que no suponga un auténtico despilfarro.

Sin embargo, lo que creíamos que podía ser beneficioso para nosotros puede que se nos esté volviendo en contra y la próxima factura llegue echando humo. A continuación, destapamos 6 mitos sobre cómo ahorrar en calefacción. ¡Te servirán y evitarás más de un susto!

1. Apagar la caldera consume más que tenerla siempre encendida

Aunque es cierto que al encender la calefacción de nuevo tendremos un pico de consumo, a la larga, cerrarla cuando no la necesitamos representa un ahorro notable. Enciéndela solo las horas que estás y apágala siempre que te vayas a ausentar varias horas y por la noche, ya que cuando estás acostada y arropada no es necesaria. Solo en zonas muy frías puede suponer un ahorro tenerla siempre encendida, bajando la temperatura por la noche o cuando estás ausente.

2. Un grado más o menos casi no repercute en la factura

Cada grado cuenta. Bajar un grado la temperatura supone un ahorro de entre un 7% y un 11% de energía. Según un estudio de la Oficina Verde de la Universidad de Zaragoza, bajar la temperatura a 16º por la noche supone un ahorro del 13% respecto a lo que ocurriría si se mantuviera una temperatura constante de 20o. Y si la apagas por la noche, el ahorro es total.

3. Poner la temperatura muy alta para calentar antes la casa

A menudo se cae en el error de poner el termostato a una temperatura muy alta para que la casa se caldee lo antes posible. Pero no es así. No tardará menos en calentarse y lo único que conseguirás es aumentar el precio de la factura.

Además, para ajustar el consumo, lo ideal es que cada estancia de la casa tenga la temperatura que le corresponde.

  • En el salón, basta con ponerla a 20º porque es un lugar donde solemos estar sentados sin casi movernos.
  • En la cocina, a 17-18º ya que estamos en movimiento y allí cocinamos, hay fuegos encendidos, etc.
  • Y en las habitaciones en las que casi no se entra, se puede dejar totalmente desconectada.

4. No importa dónde se ponen los radiadores

Todo lo contrario. Según dónde los coloques, puedes aprovechar más o menos el calor que desprenden y eso repercute en tu bolsillo. Lo más recomendable es colocarlos debajo de las ventanas, ya que el aire que pueda entrar por ellas forma corrientes que contribuyen a que el calor se distribuya por toda la habitación.

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5. Los paneles solares no sirven para la calefacción

Si bien es cierto que la energía que se obtiene con los paneles solares se utiliza sobre todo para calentar agua, el ahorro que supone no es nada despreciable. En agua caliente permite ahorrar hasta un 70%, y en calefacción, un 40%.

6. Es conveniente cerrar los radiadores de las habitaciones que no se usan

Lo de cerrar radiadores que no se usan solo es cierto en aquellas casas que tengan un termostato. Si cuentas con una calefacción central, el consumo será el mismo, independientemente de que tengas o no encendido los radiadores.

En el caso de que tengas termostato, deberás cerrar muy bien las puertas de dichas habitaciones, puesto que de lo contrario el resto deberán hacer más esfuerzo para poder calentar la casa, consumiendo más y engordando el precio de la factura.