Por qué debes meter tus vaqueros en el congelador en lugar de lavarlos

A la hora de cuidar nuestras prendas siempre hay que tener algo muy en cuenta, y es cómo lavarlas. Las dudas que surgen a la hora de lavar la ropa son infinitas y la colada es una de las tareas del hogar más tediosas, sobre todo si no se sabe cómo hacerlo y tenemos poco tiempo. Que si se pueden o no meter en la lavadora, los colores, que si lo ideal es lavar las prendas a mano, que si lo mejor es no lavarlas…

En algunos casos las respuestas vienen en forma de trucos súper curiosos que hacen que las prendas en cuestión se mantengan en el mejor estado posible, en cuanto a su color y en cuanto a su calidad, y de paso que tu bolsillo lo note. ¿Sabéis qué es lo ideal según los expertos para mantener perfectos y limpios nuestros pantalones vaqueros? ¿Lavarlos solos en la lavadora? ¡No! ¿A mano? ¡No! ¿En la tintorería? ¡No! ¿Meterlos en el congelador? ¡Sí!

Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta de los jeans es que se trata de una de las prendas que menos lavados necesitan, eso es así. El vaquero es uno de los tejidos que más aguante tienen y salvo que se ensucien, tengan manchas o sea evidente que necesiten un lavado, lo ideal es no lavarlos de forma muy continuada para que no pierdan su color original.

Si nos vemos 'obligadas' a meterlos en la lavadora, un buen consejo es meterlos del revés, se lavarán igual y su estado original durará mucho más. Otra solución es airearlos. En lugar de lavarlos tanto, tenderlos y que les dé el aire es una de las mejores opciones. Pero hay una que va más allá: congelarlos. Sí, tal cual.

¿Qué lógica tiene meter unos jeans en nuestro congelador en lugar de introducirlos en la lavadora? La temperatura a la que se encuentran dentro del congelador es perfecta a la hora de neutralizar los olores en este tejido y para devolverlo a su forma original. Un truco es meterlos dentro de una de las bolsas de congelar que encontraremos en cualquier supermercado.

Con tenerlos metidos unas tres horas es más que suficiente, aunque se puede alargar hasta las 24 horas. Después los sacamos, los tendemos y ¡vaqueros como nuevos! Haznos caso o te acordarás de este trucazo cuando lamentes que los jeans a los que juraste amor eterno ya no son los mismos...